El clima no deja de dar sorpresas en las últimas campañas. “Hay grandes perspectivas, grandes posibilidades de que vuelva el evento de La Niña”, dijo el meteorólogo Leonardo De Benedictis durante una disertación en Expoagro, donde se dio cita esta semana todo el sector agropecuario. “Todavía no está confirmado, faltan algunas condiciones para que se genere el evento, pero hay una probabilidad bastante elevada y se daría a partir de la próxima primavera o el comienzo del verano”. indicó.
La Niña podría irrumpir de nuevo en la primavera
Esa posibilidad es la misma que anunció esta semana el reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario. “Una Niña con un sostenido y fuerte enfriamiento, enciende la alarma en Argentina”, indicó y planteó que “un análisis realizado con datos de organismos internacionales sobre el Pacífico muestra una tendencia clara: la posibilidad de un 77% de un evento Niña para el mes de octubre”, indicó Alfredo Elorriga.
“Con los datos actualizados a principios de marzo, la información es preocupante”, precisó GEA. “Primero, la probabilidad de Niña versus la probabilidad de neutralidad es de un 77% vs 20% cuando tres meses atrás era de 52% vs 28%”,detalló. En segundo lugar, “la evolución proyectada de la anomalía de la temperatura (superficial del mar) ha mostrado en los últimos tres meses una congruencia en el sentido de evolución de este fenómeno”, agregó.
Cada mes, los modelos han calculado un mayor grado de intensidad de enfriamiento. La más reciente proyección para octubre es -1,56, valor que es indicador de una Niña de intensidad fuerte. “Para encontrar un enfriamiento semejante hay que retroceder a fines del año 2007 y principios del 2008 cuando se registraron valores de -1,5 y -1,6. Otro caso es el ocurrido a finales de 1999 y principios del 2000, cuando la anomalía fue de -1,7”, señaló el relevamiento de BCR.
En el marco de Expoagro, donde De Benedictis disertó en un panel sobre “Tiempo y clima”, muchos quedaron boquiabiertos con esta posibilidad, mucho más aún después de haber transitado una sequía inédita en 2023 que generó la pérdida del 50% de la campaña agrícola.
El analista dijo que “esta es una mala noticia para el productor porque este año, si bien ha sido Niño, la lluvia sólo sirvió para poder implantar los cultivos y desarrollarlos, pero no para generar reservas para afrontar un año complicado”.
Como dato aleatorio, De Benedictis apuntó que “los perfiles están muy mal en la mayor parte del país” y aún quedan dos meses claves que son marzo y abril, que suelen tener eventos de lluvia importantes. “Pero son dos meses nada más, con lo cual volverá a ser un año complicado si se confirma La Niña”, agregó.
Los pronósticos a priori muestran que de acá a la primavera se espera que se mantengan los parámetros normales de lluvia, “con lo cual vamos a tener algo de actividad, pero sabemos que el invierno no es un período de reposición de agua y, con suerte, se mantiene la humedad, es decir que no servirá para mejorar la situación hídrica”, sostuvo.
De todos modos, Gabriela Marcora, especialista en agro meteorología del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), aclaró que aún “seguimos bajo influencia de El Niño e inevitablemente vamos a tener que pasar por condiciones normales, porque el Océano Pacífico Central se tiene que enfriar para pasar a una etapa de La Niña, y eso no pasará de un día para otro ni de una semana para otra”, vaticinó.
Por su parte, Cristian Russo de GEA explicó que por ahora la situación de los cultivos muestra “una notable recuperación“, luego de las nuevas tormentas.
También aseguró que todavía resta dilucidar cuánto es el daño que causó la ola de calor y también se enciende la alarma por la falta de agua para el siguiente ciclo de granos gruesos (2024/25).
Cosecha de maíz
GEA indicó además que ya comenzó la cosecha de maíz temprano “con rindes buenos, pero no tan buenos”. La recolección arrancó con rindes de 100 qq/ha, lejos de los 110 qq/ha que se estimaban como promedio de la región antes de la ola de calor. “Sigue la incertidumbre de cuánto afectó el calor al peso del grano y habrá que esperar 15 días más, hasta que la cosecha se generalice”, indicó GEA
“A mediados de septiembre, se proyectaba 110 qq/ha como promedio para la región núcleo y ahora son pocos los lotes que han podido cosecharse en la región, pero los primeros rindes están alrededor de 100 qq/ha”, indicó GEA y dijo que ese fue el caso en Bigand. Mientras que en Baradero y San Pedro los rindes van de 85 a 95 qq/ha. Allí aseguran estar muy conformes porque son buenos rindes para la zona.
“Lo que se nota en las encuestas de esta semana es que se consolida en muchas áreas una baja en las expectativas para el maíz temprano, pasando de 110/120 qq/ha a 100 qq”, planteó GEA.
Frente a este escenario y el alerta de una posible reedición de la Niña los productores están con los ojos puestos en cómo planificar la próxima siembra, teniendo en cuenta estas alertas.
También persisten dudas sobre la oportunidad o no de deshacerse de la mercadería, teniendo en cuenta además un escenario de precios a la baja, que aún persiste.
En este contexto, el investigador del Centro de Agronegocios de Universidad Austral, Dante Romano, explicó que la campaña 2023/23 encuentra al sector granario con “un nivel de precios entre 20% y 30% menor al de hace tres meses”, razón por la cual “la oferta se reduce fuerte”.
El especialista explicó que el productor “va a demorar sus ventas todo lo que pueda, a la espera de algún rebote, mientras se evalúan alternativas para no tener que vender convalidando la baja”.
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“De la mano de ello, crece el malestar con el Banco Central (BCRA) que todavía aplica sobretasas a productores que mantengan en stock más del 5% de su producción”, dijo.