En uno de los junios más secos de los últimos 60 años, las lluvias del fin de semana largo fueron claves para sembrar trigo en el Norte de Buenos Aires, donde el avance pasó del 30% al 80%. De esta manera, la región lleva sembrado el 90% del trigo. Así lo señaló la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
Las últimas lluvias le dieron un empuje a la siembra de trigo
Las precipitaciones de la última semana fueron clave para el avance de las tareas en el norte de Buenos Aires y completar la Región Centro
En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires reportó que la siembra de trigo alcanzó a cubrir el 81% de las 6,3 millones de hectáreas proyectadas para el ciclo 2024/25 en el país, tras un progreso intersemanal de 15,5 puntos porcentuales.
En la última recta, el efecto cascada o contagio alienta la siembra de trigo. “Fueron claves las lluvias de abril para superar las dificultades de un junio casi sin agua, se han aprovechado al máximo las condiciones ambientales de siembra”, señalaron Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo, del servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El aumento de área en la región central del país se consolida con las posibilidades de cumplir las siembras en el norte de Buenos Aires. El trigo 2024/25 lograría tener un hectareaje similar al del ciclo 2022/23.
En el centro norte de santa Fe, según el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, las características climáticas de la semana fueron en general estables. Hubo algunas precipitaciones muy débiles, lloviznas, porcentajes de humedad ambiente algo elevados y las temperaturas medias diarias descendieron sobre el final del período. Estas condiciones regularon el ritmo de las actividades agrícolas, especialmente el movimiento de cosechadoras y equipos en el proceso de recolección de los cultivos de la campaña gruesa.
En maíz tardío se cosechó el 75 % de la superficie y el 44 % de algodón, en el área específica.
En la región núcleo, en tanto, los primeros resultados de cosecha de maíz tardío son muy variables. Desde el GEA explican que dependen, en parte, de la fecha de siembra. Los sembrados después de los primeros días de diciembre son los más sufridos: los rindes caen de 70 a 80 qq/ha (en los de noviembre) a 20 o 40 qq/ha. También el mayor impacto se nota en el norte y centro de GEA. Varía mucho el impacto en las cosechadoras según si las plantas han aguantado en pie o están tumbadas. En Carlos Pellegrini, los rindes de los maíces sembrados en noviembre están entre 70 a 80 qq/ha, los de diciembre caen de 20 a 35 qq/ha por chicharrita.
La conclusión es clara: hay una fuerte vulnerabilidad de las siembras tardías a la chicharrita. Los productores evitarán sembrar maíz en diciembre.
De acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la cosecha de soja a nivel nacional alcanzó el 99,7 % de la superficie apta, luego de un avance semanal de 1,3 puntos. Se dio por finalizada la recolección en el norte de la región agrícola, en el centro norte de Santa Fe y en el centro este de Entre Ríos, donde los rendimientos superaron el promedio histórico, como consecuencia de las óptimas condiciones de humedad en el perfil.