“En este momento está muy en boga hablar del cambio climático, pero pregunto: ¿qué hicieron? ¿Viajaron al futuro para poder establecer que el clima había cambiado? ¿Cómo hicieron para decir que cambió el clima? ¿No era muchísimo mejor para el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático -IPCC- llamar a una investigación seria para averiguar lo que realmente está pasando en el planeta? ¿O hay algunos intereses de por medio para demostrar que el planeta se estaba calentando?”, inquirió Oscar Monjelat, meteorólogo Aeronáutico, formado en la Fuerza Aérea Argentina.
Cambio climático y política global: la mirada de Monjelat
Esas preguntas fue las que disparó en el marco del panel: ‘Condiciones climáticas en el sur de Santa Fe’, organizado por el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe IV Circunscripción, la Agencia de Extensión Venado Tuerto del Inta, el Centro Regional para el Desarrollo, la Sociedad Rural Venado Tuerto, y el gobierno de esa ciudad.
“Ahondando un poco en la información nos encontramos con que el supuesto consenso científico alrededor de que el planeta se estaba calentando no existe. Nunca el 100% de los científicos dedicados al estudio del tiempo y del clima estuvieron de acuerdo en lo que el IPCC daba como directrices”, agregó.
- ¿Por qué esas afirmaciones no están en las revistas científicas?
Porque simplemente las eliminan. Ahora, si alguien se presenta con un trabajo que indique que el planeta se calienta, están todas las puertas abiertas para divulgar. Puede verse que cuando empiezan a existir estadios de calentamiento en el mundo es titular en cualquier diario. Pero se menciona muy poco cuando sucede lo contrario. Desde 2012 que el hemisferio Norte, año tras año, viene superando niveles de formación de nieve ¿Dónde se publica eso? Cuando empezamos a ver cómo funcionan los organismos internacionales nos damos cuenta que siempre hay intereses detrás y no son precisamente de los que trabajan para el bien común de la humanidad, sino para el de unos pocos. Cuando se empezó a profundizar en la información que emanaba del IPCC surgió algo notorio. Lo primero que generaron fue un negocio. Detrás de los bonos de carbono había un tremendo negocio financiero que beneficia a los mismos de siempre. No podemos ser ingenuos y pensar que las diez fortunas que controlan el mundo tienen algún interés de que el bien común llegue a todos. Es un pensamiento muy inocente.
- ¿Y el cambio climático?
Detrás de la paranoia del cambio climático hay una planificación de cómo manejar la información ¿Qué buscan con implantar la teoría del calentamiento planetario? Nos dicen ‘Hay que salvar al planeta’. Y es correcto, es el único que tenemos. Al menos así pensamos muchos. Pero para quién vamos a salvar al planeta, quiénes van a estar dentro del planeta ‘salvado’ ¿vamos a estar todos los que hoy estamos generando una descendencia? ¿o será para pocos?. Surgió algo tan evidente que pasa inadvertido. Nos dicen que el dióxido de carbono es el malo de la película, y hay que dejar de emitir ese gas y otros que componen el efecto invernadero. ¿Dónde hay que dejar de emitir estos gases?, donde haya poca emisión o nula. Y eso es en los países pobres y/o en desarrollo. Así, con el verso del calentamiento planetario le pusieron el pie encima y nadie pudo protestar. Nos dicen que el dióxido de carbono es peligroso, que nos va a llevar a la muerte. Si no estuviera presente en la atmósfera las plantas no podrían hacer fotosíntesis. La Tierra se está auto-curando del daño que el ser humano le viene haciendo; promueve más dióxido de carbono precisamente para activar todo lo verde en el planeta. Los bosques se regeneran mucho más rápidamente este gas está en niveles altos. Los mayores bosques se crearon con situaciones en la que la capacidad de dióxido de carbono en la atmósfera superaba varias veces lo que hoy tenemos. Desde el IPCC dijeron que si el dióxido de carbono superaba las 300 partes por millón era de esperar dos grados de ascenso de temperatura. Estamos en seiscientas partes por millón y ¿dónde está el aumento de temperatura? ¿Dónde está el ascenso de los mares consecuente? ¿Y las islas hundidas? Las últimas erupciones volcánicas volcaron al mundo más dióxido de carbono que los diez años anteriores de toda la producción de la humanidad. Porque si la Tierra necesita defensas, ella misma las tiene.
- ¿Cómo que el planeta no necesita ser salvado?
Carl Sagan dijo que ‘estamos en una nave espacial llamada Tierra’, y si prestamos atención al planeta -desde el espacio- no se observa ninguno de los límites que inventó el hombre. La Tierra se desplaza alrededor del sol a 108 mil kilómetros por hora, y no lo percibimos. Desde que nacemos estamos inmersos en un trabajo cotidiano de este planeta y nunca se nos ocurriría pensar qué sucedería si la Tierra se frenara ¿qué pasaría con la humanidad si eso sucediera? Frenar sería invertir los polos ¿qué se lo impediría?. En toda la existencia de la Tierra se estima que no menos de mil veces ha invertido sus polos. Nos han hecho creer que el planeta necesita ser salvado. ¡No! Es nuestra especie la que está en peligro, no el planeta. Hay una sola cosa que este planeta no puede hacer por sí mismo y es generar su propia energía. Necesita del sol. A partir de que la luz llega al planeta genera toda una serie de movimientos que hace que pueda mantener todas las formas de vida que lo habitan. Desde el primer momento que algo surge a la vida, el planeta lo cuida. Pero nosotros tratamos de eliminarlo.
La agricultura en tela de juicio
“Por ahí escuchamos que se enjuicia a la agricultura por el agua que consume, y en realidad lo que hace es aprovechar un ciclo natural, que puede ser favorable o no. Todo lo que sucede en la Tierra es porque ella necesita hacer esos procesos”, asegura Monjelat.
“No va a llover cuando queremos, ni la cantidad que decimos necesitar, ni dónde queremos. Sin embargo nunca cambia la cantidad de lluvia que se registra en el mundo. El promedio mundial es de mil milímetros, y eso no ha cambiado desde hace 150 años ¿qué pasó? Que la Tierra sigue cumpliendo ciclos en los cuales en algunos momentos precipita más en una parte del mundo, por ahí violentamente”, dijo y aclaró que “no es lo mismo estadística que historia climática, e indica que “han existido cambios notables y en muy poco tiempo”.
“Los ciclos de la Tierra fueron con períodos de agua extrema y otros con sequía. Tomando como referencia desde 1900 hasta 2010 hay 47 años con sequía y 24 con exceso de agua. Vamos a tener que revisar eso de la Pampa húmeda”, dijo.
Aclaró que “los ciclos solares duran 11 años en promedio. Comienza en un mínimo y van hasta un máximo, en el ínterin se exacerba la actividad solar. Las sequías ocurren en cercanía del mínimo, durante el mínimo, y saliendo del mínimo. Más o menos cuatro años”, agregó.
“En los años 70 hubo una sequía de 7 años, con su pico en 1974. Ahora estamos saliendo de una etapa de mínimo solar cuyo pico fue en 2019. Ahora el sol tiene más actividad y nuestra región se verá favorecida con precipitaciones, con un pico probable para 2025, y quizás con inundaciones”, apuntó.
Comentó que en diciembre de 2020 “Júpiter y Saturno estuvieron alineados y ejercieron una presión descomunal sobre el campo magnético de la Tierra” y que aún están las consecuencias: terremotos, erupciones, tormentas severas en el mundo. Cada vez que se alinearon esos dos planetas la Tierra sufrió”, concluyó.