La campaña gruesa finaliza con precios por las nubes y la nueva, arranca con buenas perspectivas de rentabilidad. “Vemos que el trigo muestra una buena intención de siembra y los números actuales para la zona núcleo son muy positivos”, mientras que persiste “un contexto global que tiende a aumentar los precios de los activos, entre ellos los commodities como la soja”, dijo la economista jefa de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, Emilce Terré.
La incertidumbre global afianza la escalada de los commodities
La partida de 35.530 kilos de soja recibida es de la variedad Credenz 5907.
El escenario de pandemia sumó un nuevo actor a los “fundamentals” que operan en el mercado granario mundial. “Si bien parece un factor lejano, tenemos que tener en cuenta esta política de muchos países de mantener bajas las tasas de interés para que la gente pida más crédito, invierta más y se pueda reactivar la economía o al menos deje de caer”, apuntó Terré, para explicar la fuerte escalada de la soja en el mercado de Chicago, que por encima de los u$s 576 la tonelada tocó un récord máximo en ocho años.
Para Terré este fenómeno es consecuencia de la fuerte demanda del sudeste asiático, principalmente China y de los problemas climáticos que impactaron en la campaña gruesa que termina en Sudamérica y actualmente ponen en alerta a Estados Unidos.
“Existe preocupación por el estado de los suelos en ese país”, dijo. Además, consideró que es una tendencia que puede consolidarse en la medida que la incertidumbre global por los efectos del coronavirus sobre la economía persistan y los fondos de inversión que están posicionados en activos como los commodities, sigan apostando a ellos como resguardo frente a la volatilidad global.
Terré señaló que “hay un contexto global donde este tipo de activos como los commodities son más seguros”, en referencia a “la incertidumbre sobre cuándo el mundo dejará atrás la pandemia del coronavirus y su impacto en la actividad económica que esto generará”, agregó.
Recordó las políticas monetarias expansivas que adoptaron la mayoría de los países del mundo, especialmente las potencias como Estados Unidos, algunos de la Unión Europea y que recomienda también el Fondo Monetario Internacional. “Eso aumenta la cantidad d e dinero y, esa mayor liquidez, tiende a aumentar los precios de los activos, entre ellos los commodities”, agregó.
Esta política monetaria expansiva, que aumenta el dinero circulante generó una devaluación del dólar a nivel global, respecto a la canasta de las principales monedas. “El precio de referencia de los commodities se forma en Chicago y al tener un dólar más barato eso hace que la soja, que cotiza en esa moneda, se abarate en términos relativos”, apuntó. De ese modo, “a una persona que vive en China le sale más barato comprar soja porque le sale mas barato comprar dólares y por tanto, esta política expansiva de Estados Unidos por la pandemia, termina mejorando la demanda de este tipo de activos y eso se traduce en una suba de precios”, argumentó Terré a la hora de mostrar el efecto más palpable del Covid sobre los mercados. Con lo cual, “podemos pensar que esto va a seguir en tanto existe la incertidumbre global”, agregó Terré pero también a modo de advertencia indicó que “cuando los precios son anormalmente altos o anormalmente bajos tienden a volver a su equilibrio, es una cuestión estadística”.
“El tema de la demanda China y el clima son factores muy cambiantes que quizás el mes próximo se modifiquen y dejemos de tener esta presión alcista y los precios se desinflen, pero no podemos saber en qué momento se puede dar esta reversión”, agregó la economista.
El pequeño desacople
También explicó un fenómeno que hoy se percibe en el mercado doméstico y es la brecha que existe entre los precios de la oleaginosa en Chicago y el Mercado Disponible de Rosario _el mercado físico más grande del país_ donde las cotizaciones no siguen la misma velocidad. “En Argentina estamos en plena cosecha y aumenta mucho la oferta, hay mucho poroto que se levanta y se vende, y eso genera que los precios aumenten un poco menos que en el exterior”, dijo.
Las ventas erré explicó que la campaña comercial de la soja que ya está prácticamente levantada, arrancó firme y sostiene prácticamente los mismos volúmenes que se manejaban para esta fecha el año pasado. “Las ventas están más o menos al nivel del promedio de los últimos cinco años”, indicó.
Detalló que de la campaña comercial 2020 /21 que recién comienza, las compras totales de la industria y la exportación están en alrededor de 14 millones de toneladas, cuando a esta altura del año pasado se habían vendido 13,8 millones de toneladas. “En rigor, las ventas son superiores si la comparamos con la producción, que en este último ciclo fue menor”, dijo Terré.
Frente a este escenario alcista, la especialista de la BCR reiteró la necesidad de que los productores argentinos fortalezcan el uso de las herramientas de cobertura de precios. “Vemos que el productor sigue utilizando los negocios a fijar (forward) y se reserva posibilidad de fijar precio mas adelante”, precisó. Pero también reconoció que “en Argentina no hay una cultura tan fuerte de cobertura de precios (a través de los mercados de futuros) como si en otros países”.
Como ejemplo citó que “si uno compara el volumen que se negocia en el mercado de futuros con el volumen producido, estamos por debajo de 1, es decir no se negocia ni una sola vez la producción”, dijo y por eso señaló que desde la entidad bursátil insisten en la idea de “cubrirse del riesgo precio, que es similar a cubrirse ante un evento climático como el granizo, que requiere el pago de una prima, pero termina siendo beneficioso ante una situación negativa como puede ser la reversión de los precios”.
La campaña fina
El trigo a buen ritmo Por otra parte, Terré dio cuenta de las buenas perspectivas para la campaña de trigo. “Vemos que está habiendo una buena intención de siembra y creo por eso hemos un buen nivel de compra de insumos”, indicó.
“En el caso del trigo los márgenes actuales de rentabilidad para el productor son positivos con estos niveles de precios, al menos en la zona núcleo”, dijo la especialista.
Aquí, el combo de precios y clima hicieron lo suyo. “Las lluvias de las últimas semanas aportan humedad a los suelos que venían golpeados por la seca de los meses anteriores, con lo cual la combinación de una rentabilidad positiva y un establecimiento de la humedad del suelo, mejora las perspectivas de intención de siembra que se prevé será mayor que el año pasado”, agregó.