Transformar la biomasa que se genera a partir de los desechos de granjas porcinas, bovinas y aviares en criptomonedas, es el innovador proyecto que llevan adelante en Cryptogranjas. Aunque por estos días el mundo cripto atraviesa algunas turbulencias, los proyectos vinculados a las monedas digitales atraen las miradas de usuarios, inversores y el mercado en general.
Un proyecto para transformar desechos del campo en criptomonedas
Por Patricia Martino
El modelo de las bio-cryptogranjas se trata de un proceso que transforma la basura en riqueza. Para que esto suceda intervienen empresas e individuos que, trabajando en conjunto, quitan del medioambiente residuos tóxicos y los convierten en criptoactivos. Este circuito está compuesto por cuatro procesos: un proceso químico, uno mecánico, uno criptográfico y, por último, uno informático.
Comienza cuando se retiran del medioambiente los desechos industriales de grandes fábricas, o desechos de criaderos intensivos de animales, que pasan a basurales y contaminan. Estos desechos son colocados en galpones redondos, llamados biodigestores, donde mediante un proceso químico, distintas bacterias transforman esa basura en gas metano. Luego, ese gas pasa a ser energía eléctrica que alimenta súper computadoras llamadas mineros. Cada vez que una de estas computadoras logran descifrar un código, se generan nuevas monedas digitales, llamadas bitcoins.
José Sarasola, CEO de Cryptogranjas y experto en temas relacionados con cryptominería, contó cómo nació el proyecto que está llevando adelante y los proyectos en danza. “Desde 2017, cuando empezamos a minar, sabíamos que eventualmente teníamos que desarrollar una fuente de energía renovable. Pero recién en 2021, después de la pandemia, visitando plantas de biomasa, nos dimos cuenta que en un país con tantas granjas porcinas, bovinas y aviares, el modelo perfecto para desarrollar un bitcoin verde era a través de la generación del biogas, complementando dicho sustrato con desechos de la industria alimenticia”, explicó.
La firma hoy en día operan en Salta y en Buenos Aires, y tienen proyectos que están desarrollando en Tierra del Fuego y Córdoba, en granjas convencionales. Son únicas en todo Sudamérica, y la empresa Cryptogranjas está impulsando su desarrollo en el centro del país, con el fin de tener la primera biocryptogranja funcionando antes de fin de año.
En rigor, Sarasola precisó que están desarrollando un sistema de fideicomiso, donde los establecimientos ganaderos y agropecuarios pueden ser parte del mismo, así como también inversores particulares “que creen en este tipo de tecnologías y apuestan a que en el futuro el bitcoin verde y el esquema sustentable es el camino correcto hacia donde tiende el mercado”.
En cryptogranjas analizan los pasos futuros y Santa Fe se ubica entre los destinos posibles. “Tenemos a Santa Fe como opción, su gran industria láctea, sumada a los múltiples establecimientos agropecuarios, la posicionan como una provincia estrella. Por eso, nuestro objetivo es poder desembarcar en cualquier lugar donde haya establecimientos agropecuarios con residuos ya sea industriales u orgánicos que nos sirvan como sustrato para armar la planta Bio-Cryptogranja”, subrayó.
El licenciado en Business Economics de UNSW, Australia, agregó que tanto en Salta como en Buenos Aires tienen granjas llamadas data centers con máquinas y utilizan data centers convencionales. “Tomamos energía de la red, como cualquier otra granja convencional. Por otro lado, en Córdoba estamos armando los proyectos de las Bio-Crypyogranjas. Actualmente estamos en dos lugares, uno en el centro de Córdoba y el otro al Sur. Además estamos lanzando una ronda de inversores para que todos aquellos interesados puedan participar de nuestro próximo proyecto, llamado Bio-Cryptogranja II, que se estará desarrollando entre junio, julio y agosto”, detalló.
Las Bio-cryptogranjas son únicas, porque tienen un efecto descontaminante, que el resto no tiene. Existen granjas que utilizan energía solar o eólica, que son energías renovables porque no contaminan el medioambiente, es decir, no perjudican, pero tampoco benefician. Por eso el factor descontaminante es totalmente revolucionario, y posiciona a las bio-cryptogranjas como el modelo ejemplar de minería sustentable. La empresa CryptoGranjas tiene como objetivo seguir desarrollándolo y replicándolo en todo Latinoamérica.