La sequía implacable que afecta al sector agropecuario y a la economía argentina fue el escenario en el que desarrolló Expoagro, la megamuestra que se realizó esta semana en San Nicolás. La primera foto del campo en 2023 reflejó todas las tensiones. El impacto de la crisis climática en la actividad, la tecnología disponible para ir por la revancha y la oferta de financiamiento y asistencia, fundamentalmente estatal, para sostener el proceso de inversión en esta dura coyuntura.
El día después: los planes para resurgir tras la sequía
La muestra que se realizó en San Nicolás combinó el desánimo por la sequía con el interés por la nueva tecnología.
Enero de este año es el mes más bajo en maquinaria patentada desde el año 2020, indicaron desde la cámara.
La industria semillera avanza con tecnologías para enfrentar la variabilidad climática. Hubo ofertas de precampaña para ir por la revancha.
Fierros. Los productores mostraron fuerte interés por equipos con alta tecnología.
Pymes. Hubo una gran presencia de empresas proveedoras del agro.
“Si logramos evitar que queden productores en el camino, el objetivo de la asistencia estará cumplido”, resumió el secretario de Agricultura Juan José Bahillo, quien reconoció que ningún respaldo del Estado puede reemplazar el ingreso en un ciclo normal, pero sí lograr que subsistan en la crisis.
“No hay ánimo entre los productores, no se avizora una cosecha que haga que el productor pueda invertir, los créditos ayudarán pero lo que más ayudaría es que el mejore el clima”, dijo Orlando Castellani, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) y de la fábrica de maquinaria Ombú, quien ve “una importante retracción en la venta de maquinaria agrícola y bienes de capital”.
Eduardo Borri, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), señaló que en las fábricas del sector, que vienen de tres años de trabajo a máxima capacidad, hoy se están recortando horas extras. Pidió “tasas razonables” y mayor protección contra la entrada de productos importados, en un contexto en el que las empresas locales reniegan para traer insumos del exterior. “En momentos como estos se necesita ser más egoístas y defender el trabajo que generan las empresas del sector”, dijo.
Pero ni esta inquietud ni el calor abrasador de las cuatro jornadas impidieron una masiva concurrencia a la muestra, especialmente de productores que recorrieron minuciosamente los stands de las distintas empresas de maquinarias, equipos e insumos y semillas, pero también de entidades crediticias, públicas y privadas, en busca de esquemas de financiamiento, no sólo para “levantar el muerto” de la crítica campaña, sino además para empezar a hacer números para la próxima siembra de granos finos apenas promedie el otoño. De hecho, sorprendió el volumen de negocios cerrados en Expoagro.
El secretario de Coordinación Federal Agropecuaria del Ministerio de Economía de la Nación, Jorge Solmi, anticipó que la próxima etapa en la estrategia de asistencia del gobierno nacional apunta a amortiguar el impacto del drama climático en la economía vinculada al agro y apuntalar la siembra. “Trabajamos con Transporte para ayudar a los camioneros, con Trabajo para asistir con Repros en caso de problemas laborales y con cooperativas, entidades y gobiernos locales para unificar la oferta de financiamiento, bienes y servicios para encarar la nueva campaña”, señaló.
La asistencia oficial volcada entre las Secretarías de Agricultura y de Industria suma casi $ 70 mil millones, mientras que el Banco Nación puso a disposición $ 40 mil millones para la compra de maquinaria agrícola, de los cuales $ 5.000 millones fueron con una tasa bonificada de 25 puntos durante Expoagro. Desde 2020 lleva desembolsados $ 95.000 millones en ese sector.
Santa Fe aportó lo suyo. En conjunto con el Banco de Santa Fe puso a disposición un cupo de $ 4.000 millones para financiar la compra de bienes de capital en el marco de la Expoagro con una tasa subsidiada fija en pesos al 39,27% con plazo hasta 4 años. “La provincia hizo un gran esfuerzo para que productores y empresas santafesinas puedan adquirir equipos fabricados en Santa Fe”, aseguró el ministro de Producción, Daniel Costamagna.
Con resto
Pese a la sequía, subsiste la demanda de oportunidades de inversión. En banco Comafi, por ejemplo, detectaron interés por el leasing y también por los Cedears, instrumentos de inversión financiera que les permiten apalancarse y hacer rendir la moneda dura que es el grano. “El campo siempre está preparado para malas noticias y sabe cómo manejarse”, dijeron desde la entidad crediticia.
Desde Bayer se mostraron algo sorprendidos porque el pedido de financiación para la compra de semillas para la próxima campaña mantiene su ritmo histórico: un 50%. En la compañía ven que el productor cuenta con algún resto económico para enfrentar la situación. Sí advirtieron que el próximo será un ciclo con menor disponibilidad de semillas, por lo tanto “si el productor quiere las mejores variedades, deberá apurarse”. Para enfrentar el desafío que planteó el clima, Bayer tuvo que adaptar 8 germoplasmas de maíz tardío.
También hay oferta crediticia para la hacienda. Es un momento complicado porque la sequía no deja pasto en los campos y obliga a salir a vender la producción, lo que se expresa en una oferta abultada. Raúl Milano, director del mercado ganadero Rosgan, la define como “infernal” porque “se está vendiendo todo lo que se puede”. El mercado que funciona en el marco de la Bolsa de Rosario puso a la venta 23.000 cabezas en el tradicional remate que organiza en la expo, con clara presencia de la invernada. “Ya se vendió más del 91%”, explicaron.
“Las promociones de los bancos aportaron posibilidades de compras ventajosas”, indicaron desde Rosgan. Fue el caso de Banco Santander que ofreció en Expoagro condiciones preferenciales para la compra de invernada y soluciones para fomentar la inversión en reproductores, entre ellas más de 30 convenios con las principales consignatarias y cabañas de todo el país. También presentó créditos prendarios para la compra de sembradoras, cosechadoras y tractores, nuevos o usados. Y llegó con su plataforma Santander Agronegocios, que conecta en forma directa el ecosistema agro 100% digital.
El uso del agua
Las expectativas están puestas en la retirada de La Niña. El meteorólogo Leo de Benedictis explicó que “luego de tres años de sequía en gran parte del país, no hay reservas, no hay napa, no hay absolutamente nada, y dependemos pura y exclusivamente de la lluvia”. El paso de la Niña a una condición más neutral, “tampoco garantiza una situación ideal”.
En ese marco, pronosticó que el cambio será progresivo durante el otoño. “Si tenemos una pequeña recuperación de humedad en el suelo en abril y mayo, ahí podríamos encarar la campaña un poco más seguros, pero no hay que arrancar dependiendo pura y exclusivamente de la lluvia, porque eso nos va a complicar mucho”, argumentó De Benedictis.
El desafío climático orienta el desarrollo de la tecnología agropecuaria. El riego está cada vez más en agenda. La firma Valley del grupo Valmont, líder en el mundo en sistemas de riego, mostró en Expoagro el AccuRail, una barra portaherramientas que, además de regar, se puede utilizar otras prestaciones, como pulverizadora de fitosanitarios o fertilizantes. La máquina multitarea fue desarrollada por el empresario cordobés Santiago Prandi, titular de la empresa Sistemas de Riego, que tiene una alianza estratégica con la empresa internacional.
María Beis, marketing manager de Valmont, destacó que Valley utiliza inteligencia artificial (IA) para hacer el seguimiento del riego con imágenes que llegan al celular del aplicador. Esto permite detectar cualquier problema, como puede ser una boquilla tapada. “Es una combinación de fierros y alta tecnología”, detalló.
La sequía multiplicó las consultas por estos equipos de gran porte, cuya adopción, de todos modos, es gradual y comienza de parte de grandes productores o contratistas. “Es una herramienta que potencia la producción y con estos cambios climáticos que van a cambiar la configuración del negocio, el riego será un elemento clave en el esquema productivo”, dijo. En Argentina hoy están bajo riego alrededor de 2 millones de hectáreas, aunque podría multiplicarse por tres ese número.
“Estamos viviendo una nueva era de la inteligencia artificial que, entre otras cosas, está cambiando el paradigma de la producción en el campo hacia una más sostenible”, planteó Fernando López Iervasi, gerente general de Microsoft Argentina. La compañía de tecnología global se presentó en la muestra con tres agtech argentinas que potenciaron su negocio con el progrma ADN Microsoft como Agrobit, Auravant y DeepAgro, y hoy desarrollan proyectos para impulsar el agro digital. El ejecutivo consideró que la nueva era en la IA va a permitir abordar el impacto que tiene el cambio climático.
En el sector de insumos, defender la producción frente al estrés climático marca el norte de las investigaciones. A partir de un descubrimiento de los científicos argentinos del sector público, Bioceres desarrolló el primer trigo transgénico del mundo, resistente a la sequía. El material fue autorizado la semana pasada para su siembra, producción y comercialización en Brasil, principal destino de las exportaciones del cereal argentino. La biotecnológica estuvo en la muestra, presentando los resultados de su genética en medio de la sequía, que reportó mejoras de productividad de hasta 40%. “Por cuestiones climáticas o bélicas, la mayoría de los países están mirando de qué manera se puede proteger la producción de alimentos”, destacó Martín Mariani Ventura, gerente global de licencias de semillas de la compañía.
Eficientizar procesos y reducir riesgos está en el foco de la tecnología aplicada a la maquinaria. Por caso, Claas llegó con un conjunto de maquinarias que proponen la transmisión de datos en tiempo real a través de sensores, como los más de 90 que tienen tanto la picadora como la cosechadora de la marca. “Las máquinas hablan y saber escucharlas es la gran tendencia de la ingeniería agícola”, explicó Mario Garabelli Pons, de Claas Latam. Los datos viajan desde el lote hasta el centro de servicios remotos de Claas, donde un grupo de técnicos los interpreta y los convierte en recomendaciones útiles.
New Holland presentó una cosechadora con inteligencia artificial integrada. Fabricada en la planta de Ferreyra, permite monitorear y gestionar remotamente el campo, la flota y los datos, en cualquier momento y desde cualquier lugar. “Permite que el operador saque lo mejor de la máquina, priorizando el rendimiento, con una inteligencia y tecnología que no se encuentra en el mercado”, expresó Eduardo Kerbauy, vicepresidente de la firma.
Las pérdidas por la sequía histórica aún no encontraron un piso. La cosecha de trigo fue un 42% más baja y se pasó de las 22 millones de toneladas previstas a recolectar sólo 13,4 millones de toneladas. El maíz temprano sufrió el efecto de la seca. El cereal tardío y la soja venían con un desempeño aceptable pero hace diez días entraron en crisis debido a las altas temperaturas. La ganadería sufre porque la oferta de pasto es baja y la lechería está en problemas porque se está obteniendo leche en base a balanceados. Todo este combo significa menos camiones en los puertos y menos actividad en los pueblos y ciudades vinculados al agro. En este contexto, no queda otra que apostar a la revancha en la próxima campaña.