Los precios imprimieron un estado de euforia en los mercados granarios. Las compras internas de la próxima campaña de trigo alcanzó niveles récord esta semana, mientras que los valores de la soja, que tocó cotizaciones que no se veían desde hace ocho años en Chicago, prometen ser un fuerte impulso para las exportaciones del complejo agroindustrial y una fuente de agrodólares para la economía argentina.
El volumen se achica, los precios vuelan y la plata fluye
Ese escenario levantó el ánimo de los productores y permitió relativizar las disputas políticas con el gobierno. De hecho, buenos precios internacionales y las expectativas de rentabilidad superiores a la campaña anterior explican una nueva mejora en la confianza de los productores, según lo refleja la última edición del índice “Ag Barometer Austral”, elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de esa universidad. El mismo revela que “al menos la mitad de los productores considera que es un buen momento para hacer inversiones de capital”.
“Esta mejora en los precios internacionales de todos los productos agroindustriales, y en la medida que se mantenga en el tiempo, daría un fuerte impulso a las exportaciones del complejo agroindustrial en el 2021, que alcanzarían u$s 33.613 millones, unos u$s 10.000 millones más que en 2020”, indicó un informe elaborador por los especialistas del Departamento de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Rosario, Tomás Rodríguez Zurro, Guido D’Angelo y Emilce Terré.
Estimaron que en materia de derechos a la exportación, el Estado podría recaudar en la campaña 2020/21 un total de u$s 8.600 millones, unos u$s 2.600 millones más que en el ciclo anterior, y el mayor monto desde la 2011/12. De ese total, la mayoría (unos u$s 7.100 millones) provendrían del complejo sojero.
Aunque la cosecha gruesa se afianza, los datos del Ministerio de Agricultura de la Nación muestran que el avance de la recolección de soja en todo el territorio nacional progresa con lentitud. Los datos oficiales indican que al 22 de abril se llevaba recolectada un 28% del total del área a cosechar, muy por debajo no sólo del 49% de hace un año atrás y del promedio de las últimas cinco campañas (45%), sino incluso por detrás del mínimo de los últimos cinco ciclos que fue lo que ocurrió en la 2016/17.
Además, según el reporte de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), con una producción de 14,5 millones de toneladas, la oleaginosa marcará su punto más bajo en la historia de la última década de la región. Registró una caída de 19% respecto de la campaña anterior, y del 25% respecto a la producción promedio de los últimos 10 años en el área núcleo.
“El ciclo de soja 20/21 quedará signado no solo por la menor superficie sembrada en la última década con 4,8 millones de hectáreas, sino también por la producción más baja". Con la cosecha de soja de primera llegando a su final, "se trilló el 90% del área, el rinde se consolida en 35 qq/ha”, indicó GEA. Los valores más bajos se están obteniendo en el noreste bonaerense con promedios de 32 qq/ha y los mayores rindes medios se dan en el sudeste cordobés con 39 qq/ha. La mitad de la soja de segunda cosechada en la región marca un rinde medio de 23 qq/ha. La región promedia un rinde de 31,1 qq/ha.
Esa menor oferta disponible, no solo coyuntural sino de largo plazo en función de una menor producción por la sequía, es otro factor claramente alcista, no sólo para el poroto sino también para los derivados. Un estudio elaborado por Terré y Desiré Sigaudo (BCR), muestra que “los fundamentals continúan impulsando a los aceites vegetales y las ventas de aceite de soja argentino siguen aumentando su valor”.
“Con los precios de los aceites vegetales en la cresta de la ola, el valor de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de aceite soja argentino supera en un 54% al promedio de los últimos tres ciclos”. En el primer trimestre del 2021 la industria aceitera produjo el segundo mejor volumen de su historia.
Los precios de los principales aceites vegetales comercializados en el mundo no paran de crecer. En marzo, el Índice de Precios de los Aceites Vegetales de la FAO registró su décimo mes consecutivo al alza, una tendencia positiva que se inició en julio del 2020. “Esta sólida suba del índice se apoya fundamentalmente en las cotizaciones alcistas de los aceites de palma, soja, colza y girasol”, dijeron las especialistas.
Los precios del aceite de palma, el aceite vegetal más producido y comercializado del mundo, aumentan dada la limitada respuesta de la oferta a una creciente demanda del producto”. Por su parte, “el aceite de soja se aprecia ante la incertidumbre sobre el resultado final de la cosecha sudamericana, la ajustada oferta estadounidense y las perspectivas de recuperación de la demanda principalmente desde el sector del biodiesel”, agregaron.
De ese modo, las señales positivas de precios impulsan la industrialización de poroto de soja en Argentina. “En los primeros tres meses del año 2021, la industria aceitera obtuvo 1,9 millones de toneladas de aceite de soja, la segunda mejor marca de la historia para el primer trimestre del año, sólo superado en 2016”, indicaron las economistas de BCR.
Así, se espera que el precio del aceite de soja “se mantenga en torno a los elevados precios actuales durante los próximos meses”, agregaron Sigaudo y Terré. En Estados Unidos, las nuevas plantas de biodiesel proyectadas a partir del apoyo de la administración Biden a las energías renovables sustentan las perspectivas de una mayor demanda y sostienen los precios. Sin embargo, la capacidad instalada adicional muy difícilmente llegue a ser utilizada en el corto plazo, aun considerando el aumento esperado del consumo de biocombustibles.
“Esto último constituye un fundamento para la corrección de las cotizaciones del aceite vegetal, aunque éstas también dependen de otros factores como la liquidez mundial que actuarían en sentido inverso sobre los precios de los commodities en los próximos meses”, agregaron.
Trigo a full
Mientras la cosecha y la campaña comercial de los granos gruesos toma ritmo, también lo hace la comercialización del trigo para el ciclo nuevo. Desde la Bolsa local explicaron que las compras internas de la campaña 2021/22, que comienza en diciembre de este año, ya llevan cerca de 2,02 millones de toneladas comercializadas, niveles que al 21 de abril marcaron un récord. Estuvieron incentivadas por los buenos precios y para aprovechar las actuales condiciones de mercado.
“El grueso de las compras se vio en enero de este año, cuando se anotaron 640 mil toneladas, mayoritariamente con precio hecho, en un año con un fuerte estímulo de precios e incertidumbre en el mercado de trigo”, agregó la entidad. Por el lado de las ventas, “ya hay declaradas operaciones de exportación de trigo para la campaña 2021/22 por cerca de 1,3 millones de toneladas a embarcar entre entre diciembre 2021 y febrero 2022”.
Buen ánimo inversor
Frente a este ciclo de fuertes alzas y acompañados por una oferta financiera en pesos accesible por la reducción de las tasas en el último año, los productores se muestran proclives a invertir más. El informe del Ag Barometer Austral indica que cuando se les consulta específicamente respecto a si piensan hacer inversiones de capital, el 54% piensa invertir lo mismo o más que el año pasado. Hay un 18% que piensa hacerlo aunque un poco menos que el año pasado, y sólo un cuarto dice que no invertirá.
“El buen contexto de precios combinado con la escasa posibilidad de colocaciones en dólares, lleva a los productores a considerar la posibilidad de realizar inversiones”, indicó el relevamiento que se realiza sobre 406 productores, cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a u$s 200 mil. Principalmente, los rubros elegidos tienen que ver con el mismo negocio agropecuario: infraestructura para el campo, la maquinaria y los vehículos son los primeros mencionados. Sólo el 7% menciona los activos financieros y el 3% a los inmuebles urbanos.
Este es uno de los principales motivos por el cual el índice de confianza del productor agropecuario argentino consolida una recuperación por cuarta edición consecutiva, y se acerca a 100, punto de equivalencia entre opiniones negativas y positivas.