Marcelo Risso produce soja en rotación con trigo y sorgo en un campo ubicado en las adyacencias de Mariano Benítez, Pergamino, Buenos Aires. No se trata de un lote sencillo, ya que se encuentra cerca del arroyo Cepeda y por el declive natural presenta los problemas propios de este tipo de ambientes, como erosión y pérdida de materia orgánica.
Ni el clima adverso ni el suelo salino le impiden producir soja con buenos rindes
Pero no es lo único: “es un lote ‘overo’, por el afloramiento de ojos o manchones de tierra blanca salitrosa”, señala el productor y explica que esto “dificulta el desarrollo de los cultivos de verano cuando aprieta el calor”.
Los rendimientos de la última campaña no fueron los esperados. “Alcanzamos los 28 qq/ha en soja y los 35 qq/ha en trigo; he tenido rindes mejores, pero estos campos sufren mucho cuando hay sequía o excesos de agua”, lamenta Risso.
Lejos de desanimarse, este productor buscó alternativas para presentarle batalla al suelo difícil. “A través del diario, me enteré que había un productor en Córdoba logró implantar el cultivo y tener un buen rinde en un lote con problemas de suelo parecidos, usando Humiplex; ahí fue que me contacté con la empresa UPL”, recuerda Risso.
Este insumo es un bioactivador de suelos que mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas incrementando la eficiencia de asimilación de nutrientes y disponibilidad del agua. Se trata de un producto compuesto por sustancias húmicas que mejoran la disponibilidad y absorción de nutrientes y atemperan los efectos de la salinidad en suelos problemáticos.
Antes de aplicarlo, los técnicos de la empresa asesoraron al productor en identificar los ambientes más comprometidos del lote a través de un mapeo satelital. Después cargaron el bioactivador en el cajón fertilizador de la sembradora y realizaron la aplicación en los ambientes más extremos del terreno (60 kg/ha). Posteriormente, cargaron la semilla a la que le sumaron un fertilizante tradicional y aplicaron en todo el lote, incluidos los sectores salinos.
¿Cuál fue el desenlace? “Tengo claramente identificados los sectores donde se aplicó la tecnología y los resultados son muy buenos. Ahí donde las plantas directamente no venían o se secaban, este año, incluso pese a la sequía, pudieron desarrollarse”, remarca Risso.