El sector porcino terminó el semestre en un escenario complicado. Así surge de un informe que realizó el ingeniero zootecnista Juan Uccelli de JLU Consultora, reconocido analista de la actividad que hizo un repaso al cierre de junio de este año, tanto del mercado local como internacional y las proyecciones a corto plazo.
El sector porcino vive un presente complejo
Por Luciano Venini
Las entidades solicitaron al gobierno nacional que revea la medida "para evitar así un daño innecesario a nuestros productores e industrias".
En el mercado local e internacional, el precio del cerdo tuvo un alza en pesos, una baja en dólares y terminó un mes (junio) de los más complicados del año históricamente, con dos caras de la moneda bastante distintas.
Por un lado, los grandes y medianos productores que, ante la baja de la soja y la leve suba del maíz, mejoraron el margen bruto del negocio, en un mes que no se caracteriza por eso. Del otro lado, las situación de muchos pequeños productores, que tuvieron la desgracia que la sequía los dejara sin maíz y se vieron obligados a buscarlo en el mercado, situación difícil.
Algunos de esos productores tomaron la drástica decisión de salir del mercado, incluso vendiendo no solo las instalaciones, sino también el propio campo. Esos productores, no regresan.
De todas maneras, Ucelli lamentó que esta drástica situación no tuviera repercusiones a nivel político en sus diferentes niveles.
En el mercado local el sube y baja del precio del vacuno, como mucho más notorio el del pollo, generan diferencias que no siempre se ven reflejadas en el precio al público, pero complican la colocación de mercadería. Con un pollo eviscerado muy barato como el actual, no es raro que aumente la participación de dicha carne aún más en la producción de chacinados, algunos inclusive con la denominación de producto de cerdo.
Eso complica a la industria faenadora y despostadora. Hay mucha mercadería en cámaras, que más allá de la normalidad en la época del año, puede complicar a mediano plazo el resultado en la colocación de cerdos vivos.
A esto hay que agregarle la tan inútil y perversa importación, que los funcionarios permiten de forma automática, impidiendo por otro lado el ingreso de productos que no se fabrican en el país.
“Se cobraron las compensaciones, y si bien es una buena noticia, el tiempo que tardaron en cobrarse, provocó que por devaluación, más del 40% de la plata que pusieron los productores en diciembre”, señaló.
En cuanto a los precios de la carne de cerdo, se notó mucho en las carnicerías un fuerte aumento del jamón y la paleta, cortes baratos, que igualmente siguen siendo competitivos en la comparación de sus similares vacunos. De todos modos, aunque esto ocurre, las carnicerías no dejan de lado la oportunidad de subir los precios, porque los más caros como el lomo vacuno, no los pueden mover y tienen que pagar los gastos operativos que siguen subiendo, en un escenario donde la caída del poder adquisitivo se refleja en menores compras.
Menos productores, más consumo
Luego de haber culminado el mes bisagra del año de forma histórica para la producción porcina argentina, el principal problema es “la salida de pequeños productores del sector”, indicó el relevamiento de Ucelli. Esto en paralelo a un aumento de la faena de capones y el consumo de carne de cerdo.
También hay que enmarcar que el país atravesó por una de las peores cosechas de granos de los últimos tiempos, y con una sobreoferta de ganado vacuno, ya que como cuesta exportar, queda en el mercado local.
Las carnes en general fueron los rubros que menores subas registraron respecto del IPC y por eso el consumo se mantiene, aunque con más oferta.
“Transitamos un nuevo semestre, que más allá de la incertidumbre política que no se resolverá hasta noviembre, puede ser una oportunidad nuevamente para la carne de cerdo, si se diera una adecuación del dólar, se abra nuevamente el mercado de exportación de todas las carnes”, indicó.
Recuperar parte de lo perdido
“El sector porcino argentino está pasando por una situación complicada, normalmente siempre entre abril y julio, son los meses malos para la actividad, ya que están subiendo los costos de producción y el precio del cerdo aumenta, pero para los pequeños productores no llega a cubrir los costos de producción, y estamos ofreciendo cada vez más carne de cerdo al mercado, ya que al ser más barata que la vacuna se sigue vendiendo por ser una alternativa muy interesante”, expresó Uccelli, en diálogo con Agroclave.
“Esperemos que el segundo semestre sea mejor que el primero para poder compensar, y que los pequeños productores que están en una situación complicada puedan sobrellevarla y recuperar parte de lo perdido”, auguró.