Durante 11 días el campo se mudó a Buenos Aires. Con la participación de un millón y medio de visitantes, entre presenciales y virtuales, la edición 2024 de La Rural reunión a más de 1.500 expositores de animales y cabañeros y 421 expositores comerciales de 16 provincias argentina.
Sanidad y certificación, en la agenda de la ganadería
Los actores del sector de ganados y carnes analizaron en La Rural los desafíos para recuperar su lugar en el mundo. El efecto de la sintonía política con el gobierno
En La Rural hubo de todo. Se realizaron 76 jornadas, conferencias y seminarios y se pactaron operaciones de expositores comerciales e industriales por más de $ 14 mil millones. En 49 remates de animales se vendieron más de 130 mil cabezas por $ 81 mil millones y se concretaron 1.500 reuniones en las rondas de negocios “Argentina alimenta”, de la que participaron representantes de 50 países
El economista Jefe de la Sociedad Rural Argentina, Ezequiel de Freijo, comparó la expansión de los agronegocios en Brasil con el estancamiento argentino y concluyó que es necesario “abandonar la era de los derechos de exportación”. Remarcó que “Argentina fue el país que más discriminó a sus productores agropecuarios durante la era de los alimentos”, según un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) de la entidad ruralista y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
Freijo señaló que mientras Turquía, Rusia, Ucrania, Malasia, Vietnam, México, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay, mostraron un “notable crecimiento” y se ubicaron entre los top treinta de los exportadores “Argentina postergó y limitó la posibilidad de poder despegar todo su potencial, a causa de las retenciones”.
Mucho más que campo
Uno de los platos fuerte de la expo fue la jornada “El campo es mucho más que campo”. En uno de los paneles se analizaron tres temáticas centrales del sector ganadero: el camino hacia una mayor inserción externa; sanidad y estándar mínimo, y certificación y trazabilidad.
Marcelo Regúnaga, ex secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca durante las presidencias de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, marcó “la necesidad de tener una visión común en la sociedad para pensar en crecer en el largo plazo, a partir de los sectores competitivos, como el agropecuario y el ganadero en particular”.
El ex funcionario apuntó que Argentina exporta muchos commodities, pero debe agregar más valor, poniendo como ejemplo lo que hace Estados Unidos. “La primera transformación es producir más carne, pero la estructura productiva argentina está muy condicionada por los cambios de políticas y por las políticas anti agropecuarias. Eso repercutió más en la ganadería”, remarcó.
En este punto, Regúnaga reclamó “políticas de Estado para crecer a partir de una estrategia de inserción internacional”, que deben ser concretas. “Creo que hay una distancia entre los anuncios generales hechos por el presidente (Javier Milei) y las necesidades concretas de la Argentina”, analizó.
“Los productores ganaderos y todos los productores, si tienen incentivos, responden inmediatamente”, afirmó y recordó que en los años 90 se eliminaron las retenciones y se autorizó la soja transgénica. “Eso implicó un cambio rotundo porque comenzó la generación de precios relativos más favorables y estabilidad”, dijo. Cuando el productor tiene condiciones “es uno de los que más rápido se adapta y nuestra agricultura es la que tiene más respuestas a los incentivos económicos”.
Sanidad y estándar mínimo
Jorge Dillon, ex director nacional de Sanidad Animal (Senasa) en el período 2005-2012, y ex subsecretario de Ganadería de la Nación (2013/2015), destacó que “en lo que se refiere a sanidad animal podemos decir que Argentina goza de buena salud, no tiene las principales enfermedades que limitan el comercio mundial de carnes”.
“Desde que somos libres de aftosa, con y sin vacunación en Patagonia, que no tenemos encefalopatía espongiforme , y otras tantas enfermedades de las cuales somos libres, estamos mejor posicionados para acceder a muchos mercados”, subrayó.
De todas formas, reconoció que seguir vacunando contra la aftosa es una limitación para acceder a algunos países asiáticos, como Corea y Japón. “Es una de las cuestiones que tenemos que plantearnos hacia futuro”.
En el caso de los porcinos describió que las principales enfermedades (peste porcina clásica y peste porcina africana), no están presentes en Argentina o fueron erradicadas, lo cual posiciona muy bien al país para el mercado externo.
En avicultura opinó que el año pasado “se actuó bien” en el control del brote de influenza aviar, y “se consolidó” el estatus sanitario. “En cinco meses y medio erradicamos la enfermedad; costó mucho, tuvimos que aprender, pero lo cierto es que se pudo y eso demuestra la fortaleza del sistema sanitario nacional, especialmente desde el servicio oficial junto al resto de los actores del sistema”, dijo.
A futuro, advirtió que una de las principales alertas es por las resistencias antimicrobianas. Y en este punto consideró que “hay antibióticos y sustancias que se deben prohibir, como hormonales, antiparasitarios que afectan la inocuidad de las carnes y que generan restricciones en muchos mercados”.
El profesional también alertó que todavía hay frigoríficos en el país, “con un estándar higiénico sanitario muy deficiente, que genera muchos problemas de salud en la población, porque la mayoría de las enfermedades transmitidas por alimentos se generan en la faena”. Y planteó que “hay cuestiones que no son negociables desde el punto de vista de un frigorífico, como el manejo de los animales, bienestar animal, el proceso de faena, las cámaras y el ambiente refrigerado. “Todo eso hace a la calidad de la carne”.
Dillon señaló que para garantizar un piso de sanidad y calidad “todos los actores tienen que hacer lo suyo” ya que “no sólo es responsabilidad de los Estados nacional y provincial”. Se necesita, dijo, “un gran acuerdo nacional”. Por ejemplo, “la sociedad reclame lo que nos exigen en el mundo cuando exportamos carne”.
Trazabilidad y certificación
El ex presidente del Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA), Juan José Grigera Naón, junto al presidente de la Asociación de Productores Exportadores, Fernando Herrera, destacaron la importancia de la trazabilidad y la certificación.
Grigera Naón destacó que Argentina “ya cuenta con un sistema de trazabilidad ganadero, que funciona y habrá que perfeccionarlo o aggiornarlo”. El tema es crítico porque en otros países se toma a la trazabilidad como una herramienta de acceso a mercados y es política de Estado, comparó.
“El consumidor quiere tener información y hay que brindársela de la manera más fehaciente posible, también debe ser comprobable y auditable. Eso también ayuda al productor a manejar zootécnicamente su rodeo y, sobre todo, se termina con la informalidad”, expresó.
En la misma línea, Herrera explicó que “hay algunas barreras que hay que levantar del lado del productor, por ejemplo, la de pensar que la certificación es un costo o algo impuesto. Hay que tomarlo como una posibilidad para participar de mercados de alto valor. Hoy en día el consumidor demanda certezas y a eso hay que certificarlo”.
Para favorecer que el productor invierta en estas tecnologías, el analista consideró necesaria “una situación macroeconómica más estabilizada, para que el productor empiece a confiar, y que agregar kilos y valor a su hacienda le conviene, le sirve, le es rentable, y eso viene de la mano de incorporar las certificaciones y mejorar todo lo que es producción”.
Aclaró que las tecnologías para lograr este avance están disponibles en el país y son accesibles, “Es un poco de trazabilidad y después certificar determinados procesos, no alcanza hoy con decir soy el mejor y produzco la mejor carne del mundo, sino que hay que demostrarlo y certificar”.
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El investigador completó su exposición con ejemplos de las últimas ferias de alimentación en las que participó. “Cuando se habla de promocionar la carne ya nadie habla de que es jugosa, es tierna o sabrosa, sino que destacan que es sustentable, que no contamina, que el ambiente está protegido, cosas que no tienen tanto que ver con el producto, sino con lo que lo rodea. El producto ya está establecido, ya sabemos qué quiere el mundo, qué calidad quiere, ahora lo que estamos viendo es cómo insertarnos en estas demandas, certificando para que vean que cumplimos”, dijo.
En la Expo Rural 2024 se hizo foco en la sostenibilidad y cuidado del ambiente. El médico veterinario Carlos Pacífico, coordinador de la Comisión de Ganadería Red BPA, vinculó esta actividad a la gestión del sello de triple impacto, desarrollado por la Sociedad Rural Argentina (SRA), que abarca la sustentabilidad ambiental, económica y social. “Los mercados están pidiendo cada vez más, no solamente productos inocuos y de calidad, sino también saber cómo se producen esos alimentos, mediante qué procesos”, dijo.
“Si nosotros no podemos demostrar cómo producimos, esas exigencias las vivimos como una amenaza, aun cuando se estén haciendo las cosas bien; pero no se puede demostrar”, por eso desde la Red de BPA están abocados a facilitarle al productor que pueda demostrar cómo produce. Lo hacen mediante asesoramiento y acompañamiento.
Superado ese paso, Pacífico aseguró que lo que se tomó como una amenaza termina siendo una oportunidad de diferenciar un producto. “Sabemos que en el sector agropecuario el tema de llevar registros de los procesos es muy difícil. Al productor le gusta hacer, pero no le gusta tanto registrar”, diagnosticó.
“Tener registros tiene consecuencias muy importantes. Por un lado, para el mismo productor que puede sistematizar sus resultados, aprender de sus errores, profundizar sus aciertos y mejorar los llamados gastos ocultos, que al no contar con registros no pueden advertirse”, comentó.
En un mismo plano advirtió que la sola sistematización de registros, sin tener que hacer certificación y por el solo hecho de implementar las buenas prácticas, el productor reduce esos gastos ocultos y tiene mejoras dentro de su establecimiento. “Si tiene esos registros y puede demostrar a terceros cómo produce, transforma una amenaza de una exigencia en una oportunidad de acceder a los mercados”, concluyó .