La Región Centro tiene en la agroindustria su principal base productiva pero en su desarrollo encadena un amplio abanico de actividades, que incluyen a la manufactura, la infraestructura, la ciencia, la tecnología y la energía, entre otras. Esta expansión también es geográfica, atento a la creciente ola de empresas locales, muchas originadas en la vertical agropecuaria, que llevan su oferta de bienes y servicios a los territorios en los que crecen las actividades de petróleo, gas y minería.
La Región Centro busca un nuevo Norte productivo
Referentes políticos y empresarios de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe ampliaron la mirada sobre la agenda de desarrollo regional durante Experiencia Idea Rosario
Por Álvaro Torriglia
Con este GPS, el encuentro anual que organiza Idea Rosario amplió el foco tradicional de su atención, la agroindustria, para auscultar los nuevos horizontes. Desde el panel de bienvenida, encabezado por Emiliano Martin, Luciana Paoletti y Lisandro Rosental (presidente de Idea), y las palabras de apertura del intendente Pablo Javkin, el hilo conductor del encuentro fue reivindicar el potencial productivo de la Región Centro y mostrar sus fronteras de expansión. La economía del conocimiento, la hibridación que las nuevas tecnologías hacen con la agroindustria y la energía integran ese horizonte.
Oron Gershtein, CEO de la incubadora tecnológica Ideality Roads, contó desde adentro la historia del milagro tecnológico israelí, donde el polo high tech se convirtió en el responsable del 50% de las exportaciones. Gustavo Crucianelli y Eduardo Novillo Astrada contaron dos casos concretos, desde el Blockchain y la maquinaria agrícola, de empresas que sintetizaron el campo y los fierros con las fronteras de la tecnología. Mientras que ejecutivos de AES, YPF Luz, Secco y Trafigura expusieron las claves y los negocios relacionados con la transición energética. Desde el agro, Víctor Accastello, de ACA, reivindicó el papel del agro, y fundamentalmente del maíz y la soja, como protagonistas biológicos de esa transición.
En esa línea, la agroindustria plantó bandera. Gustavo Idígoras, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), aclaró que, más allá de las “grandes promesas” de las cadenas del petróleo, gas y minería, hoy por hoy “la agroindustria es el único aportante de divisas a la economía”. Y se despachó: “Este sector, que por soja y subproductos aporta u$s 23 mil millones, hace 15 años que está estancado y con nuestros competidores en el mercado internacional, Brasil y Estados Unidos, pasándonos por encima”.
Culpó a “las políticas públicas antiexportación” de obturar inversiones “por u$s 25 mil millones”, el equivalente a “una planta de GNL como la que quieren levantar YPF y Petronas” y perder el ingreso de u$s 45 mil millones en divisas, “el equivalente a la deuda tomada con el FMI”.
Advirtió que este año, con los precios de los granos en sus mínimos y con este nivel de retenciones “los números no dan y no está claro que el productor decida sembrar soja, con lo cual no está claro tampoco de dónde van a venir los dólares el año que viene”, asustó. Y sacó su carta: “Si bajaran de 33% a 25% las retenciones a la soja se podría incrementar en u$s 5 mil millones el valor de las agroexportaciones en la próxima campaña, y si se aprobara en el Congreso un proyecto de ley que estableciera un cronograma de reducción, se estarían dando las condiciones para avanzar rápidamente en una unificación cambiaria”. Puso el dedo en la llaga económica del gobierno nacional, que desde hace dos largos meses enfrenta las dudas del mercado sobre la capacidad de pagar la deuda
Mercados alertas
Fernando Sedano, jefe de Economía para Latinoamérica de Morgan Stanley, intentó arrojar algo de luz sobre esos dilemas que tensionan la relación del presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, con el mundo de los brokers financieros, sus aliados naturales.
Aunque se mostró como un entusiasta de la política de ajuste que lleva la actual administración nacional, el analista reconoció que los tenedores de bonos están nerviosos por las dificultades del Banco Central para acumular divisas, de cara a un exigente panorama de vencimientos de deuda en la segunda mitad de 2024 y en todo 2025. Con gráficos en la mano, describió que la liquidación de agrodivisas está este año dentro del promedio histórico. ¿Por qué, entonces, la autoridad monetaria se está patinando los dólares acumulados luego de la devaluación de diciembre? Porque empezó a girar los dólares a los importadores que tienen deuda comercial. Una canilla cuya apertura había postergado hasta el momento.
Sedano, de todos modos, esquivó el escenario de pánico. Centró la posibilidad de éxito del plan Caputo en la expectativa, quizás la única carta que le queda, de mostrar una desinflación. A su juicio, hacia fin de año el ministro de Economía podría mostrar un aumento de índice de precios subyacente (núcleo), cercano al 2%. Hoy está cerca del 3%. Esto es una foto parcial, aclaró, ya que la imagen completa de la inflación incluye una suba de tarifas que no va a aflojar.
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El punto del economista de Morgan Stanley es que este índice de inflación, más la ingeniería de empeño diseñada por Caputo para arrimar puchos de dólares que calmen la ansiedad de los acreedores, podrían crear las condiciones para levantar parcialmente las restricciones cambiarias, la gran demanda de financistas y agroexportadores, en el último cuatrimestre.
Sin descuidarse del todo, Sedano le bajó un poco el perfil a la inestabilidad de los mercados internacionales, que provocó las fuertes bajas del viernes y el lunes pasados. Más allá de la volatilidad que muestran los activos financieros, consideró que por ahora no se ve una brusca recesión en Estados Unidos, aunque apuntó como una preocupación para la economía argentina la desaceleración de China y la devaluación en Brasil.
La pata política en Idea
Con este contexto, el encuentro anual de Idea en Rosario se convirtió en un foro desde el cual los representantes políticos y empresarios de la Región Centro le plantearon al gobierno nacional, con algo menos de paciencia que hace unos meses, reclamos que reivindican como esenciales para el “interior productivo”. Infraestructura, planes productivos y el clásico pedido de eliminar o bajar las retenciones estuvieron en la lista.
Los gobernadores de Santa Fe, Maximiliano Pullaro; Córdoba Martín Llaryora y Entre Ríos, Rogelio Frigerio, reivindicaron las políticas económicas que apuntan al equilibrio fiscal y recordaron el apoyo que brindaron a la segunda versión de la ley Bases. Pero, sin dejar de recordar su protagonismo en el fracaso de la primera intentona del verano, pasaron la factura.
El santafesino hizo hincapié en la ausencia del Estado nacional en la ejecución de obras públicas y contó las negociaciones para que la Nación “ceda” a la provincia del control de los tramos de las rutas nacionales que llegan a los puertos cerealeros. Frigerio advirtió que “la caída de la recaudación es comparable solo con la pandemia, mientras que las obligaciones para los Estados provinciales aumentan porque la Nación llevó las transferencias a cero”. Llaryora pidió un plan para bajar las retenciones a las exportaciones agropecuarias y alertó: “Argentina necesita un plan fiscal pero eso solo no asegura desarrollo, y sin desarrollo no hay macroeconomía que soporte”.
Juan Pazo, secretario coordinador de Producción del Ministerio de Economía de la Nación, fue la voz del ministro de Economía, Luis Caputo, en el cónclave organizado por Idea Rosario. El interlocutor más buscado por gobernadores y empresarios en medio de un gabinete de brokers financieros, les respondió: “Sin ordenar la macro no hay micro”.
El funcionario defendió la política de desregulación económica del gobierno y reivindicó que, pese a no poder eliminar los derechos de exportación, quitó “los cepos al comercio exterior que eran las verdaderas retenciones”. Al mismo tiempo, remarcó los anuncios de alivio arancelario a algunas categorías de carne vacuna y productos lácteos.
También destacó la agenda común con los mandatarios que lo precedieron. A Pullaro le prometió acelerar el trabajo entre equipos de ambas jurisdicciones para concretar el traspaso de los accesos portuarios por rutas nacionales, además de subrayar el trabajo que está haciendo “con más de diez gobernadores” para impulsar un proyecto de ley pymes, que incluiría la amortización acelerada, reducción de cargas sociales, acortamiento en los plazos de devolución del IVA y levantamiento de bloqueos financieros. Pero insistió: “Nosotros no creemos en planes quinquenales, creemos en ordenar la macroeconomía para que ustedes generen el crecimiento”.