La robotización del tambo, junto a una activa participación de los profesionales ingenieros agrónomos, fortalece el desempeño de cada establecimiento. La experiencia de la familia Bocco en la localidad de Presidente Roca, en el epicentro de la cuenca lechera santafesina, demuestra el aporte que brinda la tecnificación.
La robotización impulsa la productividad en el tambo
El caso de la familia Bocco, en la localidad de Presidente Rocca, muestra los efectos positivos de la tecnificación y la profesionalización de la actividad
Por Patricia Martino
El ingeniero agrónomo Nicolás Bocco es parte de la tercera generación familiar que se dedica a la producción lechera. Primero su abuelo, luego su papá y su tío y él desde hace diez años forma parte de la empresa agropecuaria que cuenta con siete establecimientos lácteos. Ahora también se sumó su primo y la familia se entusiasma con incorporar algún Bocco más. “Mi primo está a punto de recibirse de ingeniero y este año arrancó también a trabajar”, contó en Agrovisión Profesional, la revista del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe.
El proyecto de robotización del sistema de ordeñe de uno de los establecimientos entusiasmó a las generaciones más jóvenes. “Cada tres o cuatro años veníamos abriendo un tambo, cuando sobraban vaquillonas o se daba la posibilidad de alquiler de campo con alguna estructura de tambo. Pero en junio teníamos que reformar una estructura vieja que teníamos, la inicial que mi abuelo puso en 1981 y ahí optamos por empezar en todo lo que es sistema robot”, detalló Nicolás sobre la inversión realizada en uno de los 7 establecimientos que tienen en Presidente Roca, la localidad que se encuentra al oeste de Rafaela, a unos 13 kilómetros.
El ingeniero agrónomo contó que en un radio de 10 kilómetros tienen siete establecimientos. Además, cuentan con una guachera colectiva de hembras, un pequeño feedlot de machos Holando y también algunos a pasto para exportaciones a 600 o 700 kilos y toda la recría de vaquillonas.
Mayor productividad
En total los Bocco cuentan con unas 1.200 ó 1.300 vacas, 900 en ordeñe, y unos 400 machos y unas 400 hembras de reposición. Tras las altas temperaturas al inicio del 2024 y la prolongación del verano, este año los tambos sufrieron el impacto y la producción bajó significativamente, respecto a los habituales promedios. Según un informe del CIL (Centro de la Industria Lechera de Argentina) este año la baja rondará el 5%.
La tecnificación de uno de los establecimientos les permitió a los Bocco mejorar la performance de producción, en un año complejo. “Hace apenas tres o cuatro meses que arrancamos con el tambo robotizado, pero ya estamos en un nivel de producción en el robotizado mayor que en los convencionales”, subrayó el ingeniero agrónomo.
“Nosotros veníamos con una producción muy baja y ahora está subiendo un poquito, pero el robot hoy es el que más producción individual está teniendo”, resaltó el referente de la empresa agropecuaria que produce unos 16.000 o 16.500 litros de leche, pero el año pasado a esta altura del año rondaba los 20 mil litros.
Nicolás recordó que en marzo hizo mucho calor y murieron muchas vacas. Además, este invierno no se logró ni cantidad ni calidad de reservas de forraje óptimo para los animales. “En nuestra empresa, respecto al año pasado estamos 21% más o menos abajo en promedio. También trabajo para Sancor Lácteos y en toda la zona los tambos están un 22% abajo. Estábamos esperando una levantadita ahora y pero no creo que se ubique mucho más arriba de 20%”, indicó.
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En este marco, subrayó que la decisión de tecnificar y robotizar uno de los tambos fue un acierto. “Las generaciones más chicas vienen con mayor adaptabilidad a las tecnologías. En agricultura lo tenemos bastante bien, mi primo Agustín está con todo lo que es mapeo, y ahora él se puso al frente del tambo robot. Yo soy el que le hago las dietas, las recetas agronómicas, pero él está en el día a día del tambo y estamos tratando de incorporar algún descendiente más. Somos diez descendientes de la empresa de las cuales seis son mujeres, cuatro son varones. Tal vez esta nueva etapa le llama la atención a algunos de nuestros primos o a hermano y se pueden incorporar a la empresa”, se entusiasmó Nicolás.
La apuesta es sumar dos o tres estructuras más de robots y también incorporar algunas vacas más, pero en vez de tener siete establecimientos pasar a cuatro. La tecnología permite un mayor control vaca por vaca. “Con la tecnología se mejora la calidad de vida de los trabajadores y se logra un mayor control sobre la producción, se tiene un control casi exacto de cada animal”, apuntó Nicolás para quien también es de gran importancia el rol de los profesionales ingenieros agrónomos en el tambo.
“Como en agricultura, en el tambo necesitás producir, mantener limpios los lotes. No es más que se sembraba y se le da los animales lo que sea. Hay que armar dietas, hacer presupuestos, interactuar con los empleados, con los tamberos y con la parte gerencial. Hoy no veo una producción sin un asesor agronómico en la producción lechera. En la zona que hay muchos campos chicos, asesoro varios campos porque hoy no hay muchos profesionales que se dediquen a la producción lechera”, reseñó en Agrovisión Profesional.
Nicolás advierte que hay fuertes oportunidades de desarrollo profesional. Con la incorporación de tecnología en los procesos el salto productivo en la producción lechera es un hecho. “Hay lugar para trabajar en muchos establecimientos lecheros, no hay muchos profesionales que se dediquen a la actividad de por sí. Hice la especialización en producción lechera en la Facultad de Esperanza y hay espacio para crecer y mucho en esta zona que es la cuenca santafesina. Se necesitan cambiar productivamente muchos establecimientos, hay un lugar amplio para trabajar ya sea desde la gestión, administración o productivamente. Es un sector apasionante”, subrayó el ingeniero agrónomo.