El anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, del lanzamiento de un nuevo dólar soja, que ahora denominarán dólar agro porque incorporará también a producciones de economías regionales, alteró el mercado que en las últimas semanas se venía moviendo en torno a esos rumores y generó una ola de recompras de posiciones futuras para aprovechar en lo inmediato el beneficio. Sin embargo, lo que aparecía como una jugada maestra no tuvo final feliz.
El dólar agro dejó a algunos jugadores en off side
Perspectivas. Romano ve una transición a un “mercado más tradicional”. La incógnita es el tipo de cambio.
“Se venía anticipando una medida como esta pero en cosecha”, dijo el investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de Universidad Austral, Dante Romano, quien explicó que estas especulaciones habían generado ventas sobre mayo, empujando artificialmente a la baja dicha posición, y al alza las diferidas. “Pero cuando se reportó que la soja tendría dólar a 300 durante abril, todos los agentes comenzaron a recomprar sus posiciones de mayo para venderlas en abril, generando subas en mayo, y bajas en el disponible”, agregó.
Romano también señaló que se dio otro hecho curioso: “Si bien las ventas sobre el disponible generaron bajas, el viernes (31/03) vimos precios por encima de los 100.000 pesos por tonelada, que a tipo de cambio nominal daba más de u$s 500 la tonelada. Pero si consideramos un dólar soja de u$s 300 quedaba en u$s 350”, dijo. “Se había deslizado que a los valores que se venía trabajando, en torno a u$s 370, la industria trabajaba a contramargen, mientras que a u$s 350 tendrían un resultado razonable”, agregó.
Sin embargo, lo que a todas luces aparecía como una jugada acertada para aprovechar el diferencial de precios, no lo fue tanto. Al cierre del fin de semana pasado, los actores del sector no fueron convocados a reuniones con el equipo de gobierno nacional como se había anunciado, lo que generó más incertidumbre. “Atento a que la cosecha de soja recién comienza y termina en mayo, (el dólar soja) abarcaría también a ese mes y de esta forma, quienes la semana pasada pasaron sus negocios de mayo a abril tomando incluso alguna pérdida, hoy estarán muy disgustados”, detalló el analista.
“Luego de meses con dudas, la semana pasada cerró con el rumor de un dólar soja de u$s300 por tonelada sólo en abril, que iba a anunciarse el último lunes y muchos productores recompraron negocios hechos sobre mayo para vender abril, asumiendo pérdidas”, recordó Romano. Sin embargo, “el domingo se difundió que el anuncio se haría el miércoles 5 de abril, y que se incluiría también al mes de mayo”, agregó para explicar la estrategia que dejó en off side a muchos.
Romano recordó que la “letra chica” de las medidas del gobierno trajo sorpresas, e incluso las resoluciones posteriores que despejaron dudas sobre la implementación también sumaron novedades: “Temas como que no se tomaba para los canjes o alquileres, si entraban o no para pesificaciones, no poder operar dólar MEP y tener primarias que respalden los negocios de los acopios en la última edición, por ejemplo, hace que seamos prudentes”, agregó sobre la iniciativa que se anunciaría en las próximas horas.
“De todas formas, la medida viene a paliar la situación de muchos productores que han tenido mermas de rinde de hasta 40%”, dijo.
Aunque “aquellos que alquilan y sus rindes no llegan a cubrir la cantidad de soja comprometida, verán incrementada su deuda, y a quienes sembraron maíz u otros cultivos, les ocurrirá lo mismo”, dijo.
Sobre el panorama a futuro, el profesor de la Universidad Austral sostuvo que “es importante ver qué monto pone como objetivo el gobierno para estimar cuánto terminará teniendo que conseguir comprar la exportación, y cuánto vender el productor”. Si el objetivo es muy alto, “podríamos ver precios a la suba”, dijo.
Sin embargo, “viendo la expectativa del productor y la necesidad financiera, lo más probable es que la oferta exceda la demanda y veamos precios a la baja”, sentenció.