Los precios de los granos registraron ayer fuertes subas en el mercado de Chicago, lo que también se reflejó en la plaza de Rosario _referencia latinoamericana_ debido a la decisión de Rusia de salir del acuerdo para establecer un corredor seguro de exportaciones granarias de Ucrania a través del Mar Negro.
Rusia abandonó el corredor seguro y se disparó el precio de los granos
La decisión provocó un rebote del precio del maíz, que lideró las subas en la plaza estadounidense con un salto de u$s 11,61 (5,6%) por tonelada hasta los u$s 208,16 la tonelada. Con menor intensidad, el trigo también cerró con alzas. Su precio aumentó u$s 6,25 hasta los u$s 246,46 la tonelada, mientras que la soja avanzó u$s 2,94 y se ubicó en u$s 548,22 la tonelada.
En Rosario las cotizaciones también se movieron al ritmo de Chicago en una jornada donde se registró un mayor dinamismo de negocios de la manos de fuertes subas de los cereales. El maíz concentró la mayor cantidad de operaciones y con descarga inmediata se registraron ofertas que se ubicaron en 180 dólares por tonelada. El mercado de soja se centró en las fijaciones de mercadería, con subas de 1.000 pesos la toneladas para alcanzar los 88.000 pesos. En tanto, el trigo con entrega inmediata y contractual se ofrecieron abiertamente u$s 265 tonelada, mismo valor de la rueda anterior.
El maíz fue el que dio la nota, ya que en Chicago los fondos de inversión estuvieron muy activos en las compras de contratos. “Para los especuladores los valores actuales podrían ser una buena oportunidad de negocio si efectivamente los despachos de Ucrania se ven restringidos”, indicó la corredora de granos Granar.
Según explicaron los especialistas de Granar, la decisión de Rusia de no prorrogar el acuerdo existente entre ambos países, generó una “gran incertidumbre” en el mercado, ya que la no continuación “dejó dentro de la zona de guerra a los tres puertos ucranianos que venían utilizándose para los despachos”.
A esto se sumó el ataque de Rusia al puerto de Odesa ayer, lo que implicó “una demostración del Kremlin de que será improbable la utilización del corredor seguro sobre el Mar Negro, tal como desea el gobierno ucraniano”, enfatizaron los analistas.
Según las agencias internacionales, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo a su par turco, Hakan Fidan, que el fin del acuerdo significaba “la retirada de las garantías de seguridad de navegación”, lo que convierte de nuevo el noroeste del Mar Negro, por donde circulaban los cargueros, en “una zona provisionalmente peligrosa”.
Esta situación puede desencadenar que los propietarios de buques desistan de “incursionar en aguas donde ya no rige el alto el fuego y que las aseguradoras se vuelvan reacias a cubrir las embarcaciones que resuelvan adentrarse en esa zona de riesgo bélico”, alertó el informe de la consultora Granar.
Ucrania es un jugador importante en el comercio internacional de granos, en especial en lo que se refiere a cereales como el trigo, maíz y girasol, supliendo países tanto de Europa como de Africa. No obstante, la guerra impactó fuertemente en la producción de granos.
Según un informe del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), en 2023 la cosecha ucraniana de cereales podría caer de 40 a 35 millones de toneladas. “Es probable que los suministros de trigo para el bienio 2023-2024 sean casi 30% inferiores a los niveles del bienio 2022-2023 y 45 % inferiores a los del período 2021-2022. Los suministros de maíz de Ucrania previstos para el bienio 2023-2024 podrían situarse 36% por debajo del nivel de este año y 53% por debajo de los niveles del período 2021-2022”, completó el informe del IICA.
El Kremlin advirtió ayer a Ucrania de los “riesgos” de usar sus puertos del sur para sacar sus cereales de manera unilateral por el Mar Negro, una decisión que desató una cadena de condenas en todo el mundo por su impacto en la seguridad alimentaria. Hasta ahora por el corredor seguro se sacaron unos 33 millones de toneladas de granos con el argumento de alimentar al mundo. Sin embargo, Moscú se negó a renovar el acuerdo al afirmar que esos productos no fueron trasladados a las regiones más necesitadas, como es el caso de África, y que no se cumplió un pacto firmado en paralelo, ambos con la mediación de Turquía y la ONU, para exportar los fertilizantes rusos afectados por las sanciones de Occidente.
“A falta de garantías de seguridad adecuadas, se plantean algunos riesgos”, declaró el portavoz, y recalcó que si “se prepara algo sin Rusia, se deben tener en cuenta esos riesgos”, según declaraciones que reprodujo la agencia de noticias AFP.
El gobierno ruso reaccionó así a nuevas muestras de condena por parte de la Unión Europea (UE), la ONU y otros actores de la política internacional.