El ministro de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, advirtió que el impacto devastador de la sequía en la economía de la provincia amerita la instrumentación de un paquete de asistencia nacional equivalente al que se puso en marcha para mitigar los efectos de la pandemia.
Sequía: Santa Fe pide un rescate similar al que se dispuso durante la pandemia
“La situación que atraviesa el campo es crítica, tiene impacto en todas las cadenas agropecuarias, industriales y comerciales de la provincia, y amerita decisiones excepcionales, similares a las adoptadas en el marco de la emergencia sanitaria por Covid-19”, señaló.
El ministro recordó que los recursos que se le asignaron a los sectores de la industria, el comercio y el turismo de Santa Fe, durante la pandemia, permitieron “no sólo su permanencia sino también un nivel de crecimiento que los puso a la vanguardia a nivel nacional”.
Según estimaciones del gobierno, el paquete de rescate por todo concepto para la economía argentina en la pandemia llegó a representar siete puntos del PBI. A Santa Fe esos recursos llegaron por diferentes vías. Uno de los programas emblemáticos que se construyó a partir de la oferta crediticia del Banco Nación y la iniciativa de la cartera productiva provincial fue el Santa Fe de Pie, que monetizó $ 26.500 millones en créditos.
Si el repunte de la economía del interior traccionó la recuperación general en aquel momento, ahora su crisis, provocada por la sequía, irradia su impacto a todos los sectores económicos. Santa Fe es uno de los distritos más golpeados por la hostilidad climática. Se estiman pérdidas de más del 50% en sus principales cultivos: el maíz y la soja. También golpea a la actividad ganadera, lechera, avícola y porcina, economías cuya suerte va atada a la de la actividad agrícola.
Por eso, Costamagna pidió a la Nación “medidas urgentes” para que ningún productor agropecuario y ninguna empresa deban cerrar sus puertas. El ministro destacó que la gestión provincial puso a disposición del sector agropecuario $ 1.900 millones, mientras que el gobierno nacional, a fines del año pasado, se comprometió a aportar recursos por un monto similar. De esos fondos nacionales, sólo llegaron $ 653 millones.
“Estamos esperando otros $ 1.300 millones más que fueron prometidos por Nación pero todavía no están en Santa Fe”, indicó, al tiempo que señaló que “desde la provincia preparamos todos los mecanismos institucionales para distribuir de forma rápida y eficiente este fondo de $ 4 mil millones”, a través de herramientas financieras, aportes no reintegrables y compra de equipamiento para la provisión de agua. En breve, señaló, se empezarán a desembolsar las compensaciones para productores lácteos en el marco del programa nacional Impulso Tambero. Son $ 3 mil millones.
Pese a que la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, que funciona en el ámbito de la Secretaría de Agricultura de la Nación, declaró “oficialmente la finalización del evento La Niña”, las pérdidas productivas todavía se siguen contando.
Por caso, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que recientemente bajó su proyección de cosecha de soja a 27 millones de toneladas, prevé que esa cifra podría volver a reducirse ante la falta de lluvias.
Las pérdidas se multiplican en la economía, sobre todo en Santa Fe, donde la participación de la agroindustria en el producto bruto es el doble que en la economía nacional. De hecho, la merma ya afectó la recaudación.