El presidente Javier Milei sorprendió al explicar, durante el anuncio del megadecreto de desregulación de la economía, que uno de los punto de la iniciativa tenía como objetivo específico abrir el mercado de Internet satelital a Starlink, la empresa del magnate Elon Musk. Un desarrollo clave para la conectividad de actividades, como la agropecuaria, que se desarrollan lejos de los centros urbanos, y que ya tiene a operadores nacionales trabajando con una fuerte presencia.
Internet satelital, una herramienta clave para la agricultura inteligente
El evento es gratuito y requiere de inscripción previa.
En el mercado argentino, donde la empresa estatal de soluciones satelitales, Arsat, opera como mayorista con satélites geoestacionarios, ya hay otras compañías que ofrecen la conectividad satelital. Una de ellas es Orbith, una start up de capitales nacionales que desde hace unos cinco años comenzó a prestar este servicio.
“Estamos convencidos de que contribuir a la conectividad a lo largo y ancho del país va a hacer que se aumenten los niveles de productividad en un sector estratégico para la recuperación económica como es el campo”, aseguró Pablo Mosiul, CEO de Orbith.
Internet satelital representa un beneficio significativo para las zonas rurales al superar las limitaciones de la infraestructura terrestre. En estas áreas remotas, la conectividad tradicional a menudo es escasa o inexistente, lo que dificulta el acceso a información vital, servicios y oportunidades educativas. Esta tecnología elimina esa barrera al proporcionar una conexión confiable y de alta velocidad a través de satélites en órbita.
“La maquinaria agrícola viene cada vez más automatizada y trabaja con un sistema de recopilación de datos que permite optimizar recursos en la producción, para acceder a esa información se necesita una buena conexión a Internet”, agregó el ejecutivo de la empresa del Grupo Boldt.
A nivel rural, en general, el acceso a Internet es débil como consecuencia de problemas geográficos y/o de aislamiento que imposibilitan la instalación de antenas de telecomunicaciones. Por otra parte, los altos costos de instalación de la fibra óptica hacen que la conectividad en zonas rurales se realice mayoritariamente a través de la 3G o banda ancha móvil.
“Los habitantes de la ruralidad argentina tienen enormes desventajas para acceder a Internet y servicios digitales con respecto a quienes viven en las ciudades. La brecha de conectividad entre ambas zonas puede llegar a cerca del 70%”, sostiene un estudio del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El servicio de conectividad es fundamental para la implementación de sistemas sofisticados de recopilación de datos, procesamiento e implementación de una “agricultura inteligente”.
Carlos Zubillaga, productor agropecuario del interior de la provincia de Buenos Aires, resaltó el rol de las nuevas tecnologías para el crecimiento del sector: "Hoy en día internet es fundamental, se puede trabajar sin esa herramienta, pero implica una pérdida de recursos tanto en productos como en tiempo".
Es con internet que pueden realizarse sistemas de monitoreo meteorológico y de cosechas que reducen las pérdidas mencionadas por el productor. : “Si yo estoy trabajando y no puedo descargar ese archivo para pasar la información a la máquina, tengo dos opciones, o fertilizar todo el campo por igual con un promedio de producto, lo que hace menos eficiente el trabajo, o irme a un lugar donde haya conectividad para poder acceder a la data que mapeó la cosechadora y eso se traduce en tiempo perdido que afecta mi capacidad productiva", dijo.
En este contexto aparece un servicio que puede solucionar esta problemática y es el internet satelital. No es novedad que Elon Musk es uno de los referentes en esta cuestión, pero en Argentina hay un competidor de capitales nacionales y que tiene presencia en todo el país.