Los precios de la yerba mate, uno de los productos más consumidos por los argentinos, quedaron desregulados a partir del 1º de abril. Por primera vez en 22 años, los productores yerbateros iniciaron el período de cosecha gruesa sin un precio sostén para la hoja verde y la canchada (yerba seca, sin molienda). Es que el Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym) quedó herido de muerte por el decreto que desreguló parte de la economía.
Volver a los 90: dejan sin precio sostén a los productores de yerba mate
El megadecreto 70 del presidente Milei le quitó al instituto nacional del sector la facultad de fijar valores de referencia, después de 22 años
Por ahora la desregulación no debería impactar en los precios de góndola, al menos en el corto plazo, dicen especialistas. Es que el valor del paquete a salida de molino ya tuvo una corrección a partir de la fuerte devaluación de diciembre pasado. Tampoco hubo un incremento significativo en lo que se abona por la hoja verde, que ronda los 370 pesos por kilo puesto en el secadero. “Con el valor que tiene la yerba en el mercado, los industriales podrían pagar los 500 pesos que demandan los productores sin tocar el precio del paquete”, sostuvo un referente de los yerbateros.
“No creo que el precio se dispare. Hoy día los industriales tienen la posibilidad de pisar el precio que se le paga al productor y con eso mantener el precio a la salida de molino”, sostuvo un cooperativista. Y agregó que el precio de un paquete de kilo de yerba sobre camión ronda los $ 2.200, a partir de lo cual “podrían pagar $ 450 por la materia prima sin sacrificar la rentabilidad”.
Pero “la desregulación del precio planteada en el DNU 70, implica que las industrias procesadoras de yerba mate puedan decidir arbitrariamente el precio de pago al productor sin ninguna regulación de precios al productor que garantice la cobertura de costos para afrontar una nueva cosecha. Resulta difícil imaginar, en este contexto, que los productores logren recibir $500 por kilo de hoja verde”, advierte un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
En ese sentido, manifestaron que esta cuestión se agrava por la decisión del gobierno de dejar exento de IVA adicional y Ganancias por 120 días a las importaciones de productos de primera necesidad incluyendo yerba canchada y molida en paquetes. Además, se garantizó el pago a treinta días desde el ingreso de la mercadería.
“En este contexto, se evidencia que el DNU 70 desbalancea aún más la cadena productiva yerbatera, cuya morfología expresa atomización en la producción y concentración en la industria. Si el Inym y las regulaciones asociadas al mismo, buscaban darle herramientas al sector con menor poder relativo en un claro escenario de mercado imperfecto, su eliminación agrava el estado de cosas. El precio al productor difícilmente logre recuperarse en los próximos meses, ya que la medida dispuesta por el DNU deliberadamente incide en la (des)organización al interior de la cadena de valor”, agregaron desde Cepa.
El inicio del fin
En diciembre pasado, apenas asumió, el presidente Javier Milei firmó el decreto 70/2023 que, entre otras cosas, le quitó al Inym la facultad de fijar los valores de referencia, dejando en una situación de indefensión a más de 10.000 pequeños productores de Misiones. No alcanzó un recurso de amparo para frenar ese avance sobre una economía que sufrió una de sus peores crisis a fines de la década del 90.
Esa situación de quebranto llevó a los productores a realizar un tractorazo en la capital provincial para forzar la creación del instituto. Los yerbateros acamparon con sus viejos tractores y camiones más de un mes en los alrededores de la plaza 9 de Julio hasta que lograron que el Congreso sancionara la ley de creación del Inym.
La fijación de los precios de referencia en base a una grilla de costos de producción permitió la recuperación de la actividad y que se ampliara considerablemente la superficie de yerbales. Hoy día existen más de 210.000 hectáreas con yerba mate en Misiones y Corrientes y algunos analistas estiman que en uno o dos años habrá una sobreproducción.
Tras el fracaso de la sesión de precios, en marzo pasado, los representantes de los chacareros ante el Inym insisten en que es necesario remitir los antecedentes a la Secretaría de Agricultura para que se emita el laudo correspondiente, pero otros señalan que la sesión de precios nunca pudo ser abierta por la ausencia de los directores que representan a la industria y a Corrientes.
“No se puede mandar a laudo porque no hubo desacuerdo entre las partes”, admitió uno de los integrantes del directorio. “Esa instancia se abre cuando no hay unanimidad para fijar los precios. Acá no pudimos llegar a esa instancia por el faltazo de esta gente”, explicó.
En este contexto, el director del Instituto de la Yerba Mate, Jonás Peterson, afirmó que “están trayendo yerba de otros países para extorsionar a los productores” y, de esa forma, “bajar los precios” locales.
Asimismo, mostró gran preocupación por no poder “fijar un precio mínimo” y, por ende, “garantizar” el comienzo de la cosecha.
Peterson recordó que, hasta la década del ’90, la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) “garantizaba un buen precio para el sector productivo”, sin embargo, cuando se eliminó el sector yerbatero cayó “en una terrible crisis económica”.
“El sector industrial nos decía hay mucha producción, si quieren traiga o no traigan. Llegamos a precios que valían menos que un caramelo y nos pagaban con cheques a 120, 180 y hasta 360 días de plazo. Los productores no aguantamos más y salimos con todos los tractores a la calle”, declaró Peterson.
Luego de muchas peleas, en el año 2002 se creó el Instituto Nacional de la Yerba Mate, que el 1º de abril dejó de fijar precios, cuestión que preocupa al sector y “sobre todo el pequeño productor” que ya debería “tener definido ese valor para poder arrancar su cosecha y saber si va a poder pasar bien el año”.
El director del Instituto Nacional de la Yerba Mate declaró que Misiones “está poblada por productores”, pero que lo que “moviliza la economía de los pueblos” es la producción de yerba.
“Si no tenemos el amparo de un instituto o del gobierno que diga ‘avalo este valor para el productor’ la industria va a decir ‘yo te puedo pagar esto’. Si me planto hasta que paguen un mejor precio, ¿cuánto puedo aguantar? Soy un pequeño productor, que vengo arrastrando deudas durante todo el año para mantener el yerbal, y no tengo espalda económica para sostenerme”, subrayó.
Según Peterson, la industria tiene un stock de yerba que oscila “entre un año y tres meses” y, por ese motivo, tiene “tiempo para esperar” a que los productores le envíen la cosecha.
“Las grandes industrias tienen grandes plantaciones que pueden utilizar para extorsionar al productor. Además, el gobierno Nacional habilitó la importación de la yerba mate; están trayendo materia prima a granel de otros países para extorsionar a los productores y hacer bajar los precios de la yerba mate local”, concluyó.
Morfología del mercado yerbatero
Para comprender la dinámica del sector hay que tener en cuenta la morfología del mercado yerbatero. La producción primaria de yerba mate se encuentra atomizada, con 12.000 pequeños productores. La cuenca de producción cuenta con 228 establecimientos que operan como secaderos registrados a nivel nacional y 105 industrias molineras y fraccionadoras. Los 10 primeros del ranking de producción industrial acumulan 72,7% del mercado, y los tres primeros -Las Marías, Liebig, Santa Ana- explican el 41%, a través de media docena de marcas y presentaciones de las más diversas, explica un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
“Con este DNU, el INYM pierde las facultades para implementar medidas que faciliten el equilibrio de la oferta con la demanda, y, en caso necesario, establecer en forma conjunta con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, medidas que limiten la producción. En efecto, el INYM no sólo permitía a los productores ser parte de la discusión del precio (para no salir perjudicados) sino que establecía cantidades de hectáreas para poder plantar permitiendo a los pequeños su participación”, señalaron.