El maíz mantendría la misma área sembrada que el año pasado en la región núcleo. La primera encuesta de intención de siembra, realizada por la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, indicó que a pesar de los problemas financieros que arrastra el productor después de la sequía y de los inconvenientes en la disponibilidad de semilla, la superficie implantada sería similar a la del ciclo previo.
El maíz no se toca: la zona núcleo mantendría la misma área sembrada en la nueva campaña
“El maíz no se toca”, indicaron desde el centro de estimaciones agrícolas de la entidad local y detallaron que eso ocurre pese a que “hay menos compras anticipadas que el año pasado y pesa más que en cualquier otra época la necesidad de afrontar la alta inversión que requiere el cultivo”.
De este modo, el cereal grueso, que demanda un alto nivel de inversión, “no cede área ante las facilidades de la soja”, señalaron.
“Hay mucha sorpresa, porque cuando parecía que todo tendía a una súper campaña de soja en la región, en la primera encuesta de intención de siembra se observa una señal clara de que, a pesar de todos los problemas, el productor va a tratar de repetir el mismo nivel de siembra que el año pasado”, detalló GEA al mostrar lo que sería la primera foto de un cultivo que tiene que afrontar aún muchos desafíos.
Entre los más importantes se destacan por un lado hacer frente a al alto nivel de inversión que requiere el maíz, y por otro, volver a contar con suelos completamente cargados de agua para el mes de septiembre. “De acuerdo a como logre financiarse el productor y cómo sean las lluvias de este invierno y, sobre todo que tan pronto se produzcan tormentas importantes a comienzos de la primavera, serán factores fundamentales para concretar las intenciones que hoy se manifiestan en la región”, indicó el relevamiento
Las intenciones de siembra en las diferentes áreas de la región núcleo son disímiles. En Marcos Juárez (sudeste de Córdoba) proyectan una suba del 10% en la superficie maicera, mientras que en el partido de General Villegas los productores señalan que la superficie con el grano grueso crecerá bastante, aunque aclaran que de no producirse una buena recarga de los perfiles en septiembre habrá una alta proporción de maíz tardío nuevamente.
En tanto, en el centro oeste del área núcleo, también hablan de aumento: en Cañada de Gómez estiman una suba de un 20%, e Carlos Pellegrini proyectan igual superficie que hace un año. “Hasta el momento hay un 40% menos de compras anticipadas que la campaña anterior. Sin embargo, la intención es a mantener la misma superficie de maíz total que hace un año”, aseguran los productores. Esperan que la baja en las compras se compense sobre la fecha de siembra en la medida que se consiga semilla. En Bigand, por el momento, no ven entusiasmo de aumentar la superficie pero estiman que se mantendrá.
Donde hablan de una baja del 30% es en extremo sur santafesino, en la zona de San Gregorio. También en el noroeste bonaerense, en el área de Rojas. Allí explican que, “si bien hoy los márgenes del maíz son los más competitivos, habrá que monitorear como siguen los precios del cereal”. Dicen que los números podrían cambiar para peor si los precios del maíz son impactados negativamente a causa de la buena cosecha brasilera. Y agregan que los productores “se están volcando por la soja, ya que es el cultivo que menor desembolso de dinero requiere, sumado a que muchos productores lo hicieron por el trigo, por lo que la proporción de gramíneas en gran parte será cubierta por el cereal de invierno en detrimento del maíz”.
Por otro lado, en el reporte de GEA aclaran que “la baja en la intención no depende de los problemas que hay en cuanto a la disponibilidad de semillas”.
Factores en juego
El informe de GEA indica que las intenciones de siembra maiceras responden a tres factores fundamentales: 1) la proporción trigo/ maíz en sistema productivo; 2) la inversión inicial que requiere el cultivo y 3) la disponibilidad de semilla en el mercado.
Los técnicos explican que la superficie aumentaría dónde no se haya hecho trigo, ya que la tendencia es a compensar con superficie de maíz para mantener similar proporción de gramíneas que hace un año. Donde proyectan una baja, las justificaciones tienen que ver con la alta inversión inicial que requiere el cultivo y la limitada liquidez con que cuentan muchos productores, tras la sequía. También lo justifican por el lado de las proporciones gramíneas/leguminosas (es decir, donde pudo hacerse trigo reducirán el área maicera) y otros, por la faltante de semillas que hay en el mercado a causa de la sequía y el impacto que ha tenido ésta sobre la producción del simiente.