El presidente de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), Rodolfo Rossi manifestó que las fluctuaciones climáticas sumadas a las retenciones siguen manteniendo al campo sin crecer y a los gobiernos sin darse cuenta que son temáticas que demandan una atención urgente.
Rossi: "La actividad sojera está aplanada"
La ausencia de retenciones es el único elemento que daría impulso. Sin su eliminación, las campañas serán chatas, advirtió
Asimismo, resaltó que la quita transitoria de algunos porcentuales en las retenciones durante el ciclo 2016, demostró la mejora para algunos cultivos (maíz), pero remarcó el debacle para la oleaginosa y toda su área sembrada.
“Desde ese entonces, se cayeron 4 millones de hectáreas de soja, aunque se recuperó una gran porción de maíz y trigo; si se quisiera analizar como un factor favorable para la sustentabilidad de los sistemas agrícolas”, remarcó en referente.
Preocupado, explicó que no se están atendiendo los temas prioritarios como la infraestructura en los accesos a puertos, el movimiento de los granos desde el interior del país y el uso de servicios más económicos con el ferrocarril en sus líneas troncales. A su vez, sumó a la lista la necesidad de una mejora en los seguros agropecuarios, acorde a las nuevas eventualidades del cambio climático.
En septiembre, Acsoja debatirá estos temas en su tradicional seminario anual y con un aspecto de constante persistencia a una cronología de reclamos que se vienen sucediendo desde hace más de una década.
Rossi, que transitó ya varias presidencias en la asociación, volverá a solicitar por una serie de problemas que nunca consideró que se extenderían en el tiempo dejando a su cultivo favorito planchado, relegado productivamente y sin un empuje mediato para tomar la senda del crecimiento. “Estamos aplanados en lo que es superficie, el productor está muy achicado en cuanto a invertir debido al nivel de retenciones. En cuestiones de nutrientes y rendimientos, hay cultivos que no se pueden hacer ya que requieren de una buena fertilización para lograr respuestas directas al rendimiento. Sin una buena práctica, los productores quedan fuera del negocio”, subrayó Rossi, agregando que actualmente la soja se está fertilizando al 40% de su necesidad y además no se está reponiendo ni fosforo ni azufre que son dos elementos críticos.
De cara al futuro, el directivo – al igual que en otros años- renovó las esperanzas hacia el agro, para que pueda cambiar. “Desde Acsoja creemos que en la medida que se cumplan algunas promesas que hizo este gobierno se va a tener un incremento del área agrícola, los rendimientos unitarios y mayor bienestar hacia la sociedad. Hoy, el interior argentino se está achatando y los pueblos han perdido hasta la alegría en los últimos años”, sentenció Rossi y expresó que el 2023 fue muy crítico en cuanto a la sequía y marcó un punto de inflexión.
Al cierre, consideró real que la soja volvió a crecer 1 millón de hectáreas y –de forma muy lenta- se comienza a estar cerca del máximo de la superficie sembrada hace una década.
“Hace falta sumar correcciones para que el productor realmente invierta. Eso nos permitirá tener una cadena productiva mejor, donde la industria del aceite y harina de soja no va a tener la falta de mercadería que están teniendo en estos últimos ciclos productivos. Estoy convencido que el mercado exportador (que siempre es el 85 % del complejo soja) va a seguir generando las divisas que nos hacen falta, por encima de otra actividad o economía y –aún- por mucho tiempo”, resaltó.