Políticas, transporte y buenas prácticas: los desafíos del acopio para el 2020. En esos términos la Federación de Acopiadores de Cereales detalló cuáles serán los temas clave de la agenda del sector.
Acopios: la agenda del sector para 2020
En el marco del tradicional brindis de fin de año que se realizó en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la entidad planteó la agenda en la que reunió la demanda de todos sus asociados. En la Federación confluyen alrededor de 1.000 empresas acopiadoras de granos que representan el 40 por ciento de las instalaciones totales del país y prestan servicios a aproximadamente el 70 por ciento de los productores. En muchos casos estas empresas son quienes los asesoran, aseguran la logística de granos, distribuyen insumos o financian programas de siembra. Son más de 3.000 millones de dólares de inversión que los acopios ponen al servicio de una eficiente movilización de las cosechas argentinas cada campaña.
El presidente de la entidad, Fernando Rivara, señaló que "desde el sector privado nos debemos una actualización de las reglas y usos del comercio de granos que genere mayor eficiencia administrativa y equidad en las prestaciones recíprocas, previendo situaciones de alta inflación y volatilidad cambiaria". Agregó que también es necesario colaborar con las autoridades y repasar las normas de calidad de los granos.
Con respecto al transporte automotor "seguimos bregando por consolidar la libertad y un esquema de tarifas referenciales cuya aplicación no discrimine fuertemente a las plantas de acopio", expresó Rivara, y recordó que el acopio comercializa el 50 por ciento de los granos, distribuye el 40 por ciento de los fitosanitarios y el 25 por ciento de los agroquímicos.
Además dijo que "es necesario que las instituciones generen fundamentos para el diseño de las políticas comerciales de la agroindustria. Creemos conveniente continuar con los lineamientos y las acciones referidas al contralor comercial agropecuario a cargo de su actual organismo, que por razones técnicas debería mantener cierta autonomía, al margen de los cambios políticos", sostuvo.
Desde el punto de vista impositivo "reiteramos la necesidad de reducir, tal cual estaba previsto, la incidencia de impuestos muy distorsivos que afectan las transacciones y, por lo tanto, la actividad de nuestras empresas acopiadoras (débitos y créditos, sellos, ingresos brutos). Siempre estaremos dispuestos a competir por eficiencia, pero no podemos aceptar perder competitividad por imperio de impuestos distorsivos", puntualizó y aseguró que también trabajarán en el sistema de Buenas Prácticas Agrícolas.