"Argentina debe mejorar su posición en el mercado chino"
Es posible que el acuerdo entre la Unión Europa y el Mercosur no alcance un fuerte despliegue de la producción agroalimentaria para los cuatro países de la región, sino por el contrario, sea el eje de la llegada de inversiones desde esa parte del viejo continente.
El dato, que es compartido por varios analistas internacionales, refleja cómo son las nuevas modalidades de los acuerdos de libre comercio que no pasan por el aumento de las ventas, sino por un eje central como la atracción de inversores.
Esta última semana se habló de las proyecciones para los próximos 15 años y se destacó que los grandes mercados para los productos del agro o la alimentación no están más colocados en Europa, sino que han migrado hacia varios países del continente asiático, encabezados por China.
Es más, aunque suena extraño, los dos países más integrados del sistema capitalista actual siguen siendo las naciones que se encuentra en conflictos por aranceles y aspectos comerciales. Es decir, tanto Estados Unidos como China, mantienen un comercio bilateral de 2.000 millones de dólares por día, a diferencia de la época de la guerra fría cuando el intercambio entre los norteamericanos y la Unión Soviética era solo de 2 mil millones de dólares por año.
"No hay países más vinculados en el sistema económico mundial que estas dos economías. No hay divisiones, ni zonas de influencia entre China y Estados Unidos, sino una sociedad global que avanza junto a la revolución de las nuevas tecnologías", resaltó el analista Jorge Castro.
Al mismo tiempo, remarcó que el aumento de la conflictividad en el mundo se debe al advenimiento de la cuarta revolución industrial vinculada a la técnica, una nueva transformación histórica y el quiebre del status quo en todos lados y al mismo tiempo.
Castro, estimó que el negocio agropecuario argentino, durante las próximas dos décadas va de lleno hacia la vinculación con la República Popular China. Este relacionamiento no genera ninguna preocupación de dependencia por la escasa proporción de intercambio.
"Sólo hay que tener en cuenta, que en los próximos 15 años el gobierno chino va importar cerca de 40 billones de dólares, de los cuales 30 van a ser bienes y 10 servicios. Argentina sólo tiene de ese mercado asiático el menos 0,04 por ciento de las compras o demandas de esta Nación. No hay peligro de una relación de dependencia, sino por el contrario el surgimiento de otros problemas por la escasa presencia nuestra", afirmó Castro.
Por su parte, centró su preocupación en la situación de la Argentina con Brasil y el desentendimiento en la propuesta realizada para los próximos cuatro años, que intentaría reducir las tarifas externas de la Unión Aduanera del Mercosur, llevándolas del 13,5 por ciento a un 6 por ciento.
"Esto que impulsa Brasil, una apertura inminente de la economía de ese país, de no ser acompañada por Argentina, es posible que el gobierno brasileño lo realice de forma unilateral", enfatizó Castro, anticipando un panorama de conflicto comercial para el segmento agroalimentario de todo el Hemisferio sur del continente.
A LA CABEZA. Lejos de ser el supermercado del mundo, Argentina aún mantiene la característica de una producción agroalimentaria encabezada por dos productos industriales, que son el poroto de soja y la harina.
Esta última, coloca al país a la cabeza del sistema mundial ya que más del 70 por ciento de las exportaciones de harina parten desde la Argentina.
Según Castro, la gran oportunidad de estos últimos años pasa por la apertura de China a las importaciones de este producto desde nuestra región.
"Es un indicio extraordinario por la posibilidad de colocar productos diferenciales por encima de cualquier commoditie agrícola. Mucho tiene que ver con los cambios que está experimentando este gigante asiático en el marco del conflicto comercial con EEUU y la necesidad de lograr una fuerte diversificación en toda la línea de sus proveedores, favoreciendo a Brasil y por ende a la República Argentina", reconoció el analista agregando que es probable que no se sostenga por demasiado tiempo ya que la guerra comercial está encaminada hacia un acuerdo final.