La provincia de Córdoba ha sabido gestionar al máximo las oportunidades de potenciar sus recursos hídricos disponibles construyendo diques y represas, que le han permitido aprovecharlos para producir energía, como reservorios administrados para riego, como atracción turística, recreación y pesca. Es admirable el aprovechamiento integral de la infraestructura para generar turismo de parte de los cordobeses. Por añadidura la creación de espejos de agua importantes en cantidad y superficie han contribuido a aumentar las precipitaciones y mejorar de este modo las condiciones para el cultivo de vastas regiones que como resultado se han visto favorecidas. Como consecuencia del fenómeno de El Niño y el calentamiento global, las precipitaciones aumentaron a niveles impredecibles abarcando casi toda esa provincia y su vecina del este: nuestra Santa Fe. Todo el excedente de los reservorios, más el acumulado en los campos, siguiendo el nivel decreciente del terreno hacia el este, fue orientándose hacia los cursos existentes, desbordándolos, e inundando vastas regiones agrícolas y poblaciones de nuestra provincia. La mayor parte de ese enorme caudal, mediante obras legales como el canal San Antonio, e ilegales como la intrincada red de canales clandestinos ignorados e incontrolados, tanto en Córdoba como en Santa Fe, termina precipitándose en el viejo y querido río Carcarañá, saturado y desbordado cada vez más frecuentemente, e ignorado sistemáticamente por las autoridades de turno, permitiendo de este modo la devaluación de su enorme potencial turístico. En una nota de La Capital del 14/05/2016, la senadora por el departamento San Martín, Cristina Berra, solicita al Poder Ejecutivo que se ocupe de averiguar sobre el dragado de canales que desembocan en el canal San Antonio, que a su vez desemboca en el Carcarañá, al que menciona como saturado. En el epígrafe de la foto, se expresa que la senadora advirtió sobre el peligro que acecha al oeste provincial. Aquí reflexiono sobre lo expresado y digo: es razonable que los hermanos cordobeses se quieran sacar el agua de encima, que la senadora se preocupe por la suerte de su departamento; para eso la eligieron. Y nuestros ministros, senadores, diputados e intendentes de los departamentos Iriondo y San Lorenzo, y localidades afectadas por las inundaciones del Carcarañá, léase Carcarañá, Correa, Lucio V. López, Andino, Timbúes, Oliveros, Puerto Gaboto, ¿no tienen nada que decir al respecto? ¿Es que no se dan cuenta que en estas condiciones el río constituye un cuello de botella y que la ampliación de su cauce es imprescindible para acelerar el drenaje? Con las soluciones técnicas que surjan a partir de quienes corresponda, creemos que es la única alternativa a un problema que se agrava con el tiempo. Una vez más, ¿será posible que nuestros dirigentes amplíen sus puntos de vista dejando de lado intereses personales y sectoriales, atendiendo a todos los de la provincia, planeando obras que mejoren las expectativas de quienes sufrimos directamente las consecuencias de las inundaciones, y la de todos los que vivimos y trabajamos en la región?
Córdoba, Santa Fe y el Carcarañá
Manuel A Torres
DNI 6.029.173
El gran negocio que desconozco
Tengo 21 años, soy estudiante, quiero ser profesor en un futuro, justamente de economía y administración, y realmente me indigna saber que existen personas que estudien tanto durante su vida para caer en eso que nadie quiere caer, en ese cansancio que te da el sistema y la misma profesión. El domingo pasado, alrededor de las 20, llevé a una amiga y vecina a realizar una consulta de emergencia en el sanatorio Laprida. Ahí es cuando me puse a pensar ¿por qué no nos atienden? ¿Por qué cuando lo hacen, lo hacen de mala manera? ¿Son estas personas las que soñaban con ser enfermeros o médicos? ¿Es ese sanatorio el que siempre soñaron con trabajar? ¿Un sanatorio que cuenta con un enfermero y un médico, con una guardia descontrolada? El mismo sanatorio que no permite que un familiar ingrese a asistir a su mamá de 85 años, con demencia senil, que ingresó con orden de ir a coronaria seis horas antes, pero que sin embargo estaba en la guardia, mojada por el suero, con el pañal sucio y sin tomar su medicación. ¿Son esas personas que no se ponen en el lugar del paciente las que soñaron con asistirnos? No es una crítica a estos héroes que deciden ser médicos y/o enfermeros; sólo es una crítica al sistema, al gran negocio de los sanatorios que impiden que estos puedan ser lo que realmente son, héroes. A la enfermera que hizo llamar a la policía cuando una persona ingresó a cambiar a su mamá (con respeto pero desesperada), ya que la paciente la llamaba a gritos "Ale, Ale". ¿No hubiese hecho lo mismo con un familiar internado? Su respuesta fue: "Yo no puedo sola, estoy haciendo ronda de los pacientes internados, todavía no llegué a la señora". Esta enfermera, ¿no entendía que la señora hacía seis horas que estaba sola y sin tomar su medicación? Eso es abandono de persona. Su mala educación (no la del médico de guardia) hace que su persona sea desagradable. Las obras sociales y su comercio sólo quieren que uno pague, pero el servicio no importa, total después son los médicos los que se encuentran solos, o durmiendo y enojados con ese sistema, como lo estaba el médico traumatólogo de la guardia. Estoy indignado, quisiera que las personas no caigan en este sistema que hace que su profesión y su vocación se destruya. Que la vocación salve a las personas, no las destruya.
Alan Longo
DNI 37.772.859
Monumento al barrendero
Para que las calles se mantengan limpias es necesario que la población aporte su interés en la higiene con gestos que lo indiquen, no ensuciando, recogiendo, usando los cestos. Evidentemente eso no es suficiente. Madrid le hizo una escultura al barrendero en la plaza Jacinto Benavente, destacando su importancia en la higiene de la ciudad, con el propósito de agradecer a este gremio su encomiable labor a la hora de mantenerla limpia. Complementaria de la que ya se suponen realizan los vecinos. Complementaria, ¿se entiende? Lo que los vecinos no hacen, son los barrenderos los que tienen que limpiar. ¿Qué pasó? ¿Dónde están escondidos? ¿Cuántos barrenderos hay en la ciudad por barrios? ¿Cuántas veces por semana deben pasar? ¿Qué los detiene? Con la acumulación de hojas en otoño vemos su función: no pasan. A veces decimos "habrá pasado el barrendero, no habrá pasado". Con las hojas sabemos que no pasan. Vemos días tras días que las hojas están ahí. No hay dudas. No pasan. Son fieles testigos. Y lo malo es que tapan las boca de tormentas y dejan que el agua quede estancada con el problema del dengue que tenemos. Doy testimonio que hice el reclamo a la Municipalidad, te dan un número de reclamo para que lo sigas por la página y cuando vas a la página dice: problema resuelto. Y las hojas están en el mismo lugar. Cuando vean un barrendero avisen así le hacemos el monumento.
Stella Maris Coniglio
DNI 5.448.673
¿Qué tipo de ciudad queremos?
En respuesta a la carta enviada por el señor Miguel A. Decunto, publicada el 16 de mayo pasado, y titulada "Caos en la calle Entre Ríos", quisiera concordar en cuanto al "tremendo aumento del parque automotor en los últimos años". Pues bien, quisiera puntualizar en función de quiénes tiene que trabajar la Municipalidad. ¿Debe priorizar a los autos que circulan por la ciudad o a los ciudadanos todos que habitan la misma? Por el crecimiento automotor mencionado, se hace imposible que circulen en el microcentro. ¿Tanto cuesta dejar el auto y caminar? No ataco casos puntuales de discapacidad, sí a la comodidad extrema en perjuicio de los que transitan en la zona comercial, caótica toda, por cierto, no sólo en calle Entre Ríos, por culpa de los autos particulares que obstruyen constantemente el flujo masivo de personas. Recuerdo cuando no ingresaban dentro de San Luis, Laprida, San Lorenzo y Paraguay. Yo probaría de nuevo esa opción.
Pablo Defays
DNI 23.184.261
Una escuela en problemas
Quisiera que por este medio se haga eco a un pedido muy especial. Soy mamá de un nene de la escuela Nº 800 "Joaquín Argüelles", la misma que ha salido en varios medios por el deterioro que tiene en sus aulas (humedad, se llueve adentro y en el aula se electrifica la pared cuando llueve, hay un grado que da clases en el salón de actos porque su aula esta inutilizada). Se han publicado fotos del estado en que se encuentra para ver si el Ministerio o alguna autoridad provincial toma cartas en el asunto, ya que corren peligro los niños. Pero eso no es todo, desde hace una semana la escuela no tiene agua (han visitado la escuela dos concejalas, las cuales han publicado fotos en sus muros con su visita, y mostrando el estado en que se encuentra), pero la escuela sigue igual. Es inhumano que los chicos estén con los baños sin agua, inimaginable en todo sentido. ¿Cómo pueden las porteras mantener la limpieza, realizar la merienda, y los chicos ir al baño sin pescar cualquier enfermedad, mas allá del olor? Espero que alguien pueda leer esta carta y aportar alguna solución. Es por y para los niños que asisten al lugar, además de los docentes y porteras.
Ana Castro
DNI 23.273.602
Fueros y encubrimiento
Los fueros son un blindaje a los efectos de proteger a los funcionarios de sanciones de orden judicial, para poder evitar investigaciones y procesamientos de causas que podrían derivar en civiles o penales a quienes hicieran de su gestión un modus vivendi malversando los recursos de erario público para su provecho. Está claro que el señor Julio De Vido adjudicaba las obras a todos los que estuviesen dentro de su área ministerial. De ese botín también pellizcaba para cuando se jubilara o en carácter de ahorro para preservar la familia propia y la de sus jefes. De cualquier modo el funcionario corrupto existe porque del otro lado del mostrador hay empresas contratistas y ejecutoras de obras que cartelizan las mismas. A Cristina la embargan en un millón de dólares; con todo lo que malversó, son unas moneditas. A De Vido le allanan el departamento, ¿y la quinta de Puerto Panal, al lado de la de Máximo, y las oficinas del combustible? Al igual que en el Senado, han encontrado en el Parlasur un refugio para que el largo brazo de la Justicia nos los atrape. Esa es la seguridad que les brindamos a los inversores extranjeros. Cuanto menos vergonzoso.
Roberto Rubén Sánchez
Una docente ejemplar
Felicito a una docente que trabaja en un jardín de infantes de Villa Gobernador Gálvez con sus 64 años, y hace doble turno. Parece que no quiere jubilarse y todos los años de trabajo los tiene frente al grado, aunque hay movimientos de docentes que pelean por una jubilación de 25 años frente al grado y creo que las personas vivimos muchos más años que tiempo atrás. Pero también pienso que para correr y jugar el cuerpo acusa años de vida; siempre pensé que era con 60 años de edad y determinada cantidad de años de trabajo.
Carolina Roselli
DNI 11.127.563