El estado financiero del productor también mostró un deterioro sustancial en el informe de septiembre de Ag Barometer. Ante la consulta ¿Ud. diría que su operación está actualmente: ¿mejor, igual o peor financieramente con respecto a un año atrás? la respuesta fue contundente. Mientras que en el mes de julio las condiciones financieras del productor siguieron mejorando, en la medición de septiembre se produjo un franco deterioro, cayendo 45 puntos y pasando del optimismo al pesimismo.
El estado financiero de los productores
En este comportamiento hay dos factores que pueden estar influyendo: la caída de precios de los granos a nivel internacional; y la inestabilidad económica que generó el cambio de expectativas tras las Paso. En el caso de los granos, tras una siembra demorada por lluvias en EEUU, los valores subieron fuertemente descontando una caída de área y rindes para los cultivos de maíz y soja. Sin embargo, en los informes del Usda de agosto y septiembre, en el caso del maíz los stocks/consumo se recompusieron, mientras que en el caso de la soja bajaron, pero quedaron de todas formas en niveles que podemos considerar elevados.
Mientras tanto la tasa de interés se disparó a las nubes, no logrando capturar el interés voluntario de los inversores, pero si encareciendo el crédito. La dificultad para hacerse de dólares impactó en quienes tienen compromisos en esa moneda, y todo esto repercutió en la economía del productor, ya que gran parte de los costos que debe enfrentar para la siembra de maíz en poco tiempo más están dolarizados.