Los humedales son ecosistemas que proveen servicios fundamentales a los seres humanos, como regular inundaciones y sequías, poseer una alta biodiversidad, brindar alimentos y ser estéticamente bellos. También permiten la producción agropecuaria, para lo cual los productores —fuera de las reglamentaciones vigentes— suelen emplear el fuego para eliminar la vegetación natural e implantar pasturas o sembrar cultivos. Los recientes incendios descontrolados en las islas del Delta del Paraná remarcan la necesidad de contar con una ley que los proteja.
El fuego en las islas y la necesidad de proteger los humedales
¿En qué estado se encuentran los proyectos de Ley de Humedales ya elevados al Poder Legislativo? “De los casi 3.000 focos de incendio que se detectaron, la mayoría está en las islas de Entre Ríos, en lo que es el Delta del Paraná, aunque también hay focos en Santa Fe y en el norte de Buenos Aires. Así como en 2008 el viento trajo el humo para CABA, esta vez fue para el lado de Rosario. La gente que apareció quejándose en los medios dice que es moneda corriente, que cada tanto hay humo que viene de las islas. Pero ahora, con casi 250 km2 encendidos, es escandaloso”, dijo Julián Monkes, docente de la cátedra de Extensión y Sociología Rurales de la Fauba.
Monkes explicó a Sobre La Tierra que los incendios se usan para “limpiar” de vegetación el terreno y luego sembrar cultivos extensivos como la soja, o implantar pasturas para ganadería. Estos eventos aparecen en los medios cuando el humo o las cenizas llegan a zonas urbanas. A pesar de las prohibiciones en ciertas zonas y las regulaciones existentes que exigen un previo aviso y habilitación, es una práctica extendida que pone en peligro a los productores, a la flora y la fauna, y puede afectar las propiedades del suelo.
“Los humedales son ecosistemas clave para el desarrollo de la vida silvestre y de los habitantes de la zona. Además, son fuentes de bienes y servicios importantísimos para las personas y el ambiente. Por ejemplo, soportan una gran biodiversidad, amortiguan inundaciones y sequías, fijan dióxido de carbono de la atmósfera y proveen alimentos para la gente que los habita. Los humedales en general representan casi un cuarto de la superficie de nuestro país y no están protegidos”, advirtió Monkes.
Humo sobre el agua
Según Monkes, la práctica de provocar fuegos a fin de habilitar tierras para la agricultura está prohibida en varias zonas del Delta del Paraná, mientras que en otras está permitido con un aviso previo y posterior regulación por parte de la autoridad provincial. “Los incendios están teniendo lugar en campos de productores agropecuarios. En la práctica, muchas veces los productores piden permiso o avisan a las autoridades para encender fuego y gestionar un control. Pero en este caso claramente no se procedió así y el fuego se descontroló”.
“A nivel nacional, la ley 26.815 de Manejo del Fuego prevé apercibimientos y multas, entre otras sanciones, para quienes enciendan fuegos en bosques y pastizales, y para los que no den aviso a las autoridades. En el caso puntual de Entre Ríos, la quema está permitida con permisos de las autoridades competentes, todo enmarcado en la ley 9.868 de Manejo y Prevención del Fuego, que también dispone sanciones y multas para los infractores”, señaló el investigador.
En este sentido, Monkes comentó que si bien se desconoce quiénes encendieron los fuegos, Juan Cabandié, actual Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, manifestó que ya inició demandas judiciales contra los productores en cuyos campos hay fuegos. Se habría llegado a este dato cruzando la posesión de la tierra en el catastro con las imágenes satelitales que muestran la ubicación de los numerosos focos.
Ley de humedales, ya
“Necesitamos con urgencia proteger los humedales en el marco de una Ley de Humedales”, puntualizó Monkes. De 2013 al presente pasaron por el Poder Legislativo dos proyectos de ley. El primero salió con voto unánime de Senadores, pero luego quedó detenido por años en Diputados y perdió estado parlamentario. El año pasado sucedió algo similar con el segundo proyecto de ley, que —impulsado por Pino Solanas— pasó por el Senado y se ‘estancó’ en la Cámara de Diputados. A diferencia del primer proyecto, el segundo atravesó un proceso fuerte de debate con el sector del agro, detalló.
Y, a modo de reflexión, añadió: “Estos incendios lamentables ponen a los humedales nuevamente en la agenda y tal vez sirvan como empujón para que se presente un tercer proyecto de ley, basado en el del senador Solanas. Esto sería lógico porque ése ya tiene incorporada una base importante de discusión y creo que podría salir de manera más o menos consensuada entre las dos Cámaras”.
Por último, el docente hizo hincapié en que “debemos darnos cuenta de que los servicios ecosistémicos son estratégicos para el país, por lo cual es fundamental conservar su provisión. Los necesitamos para construir nuevas formas de habitar el campo y la ciudad. Hoy tenemos la oportunidad para avanzar en desarrollar pisos mínimos para proteger los humedales, establecer buenas prácticas de producción agropecuaria y frenar el avance de los emprendimientos inmobiliarios”.