El Ministerio de Producción de la provincia y la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe) presentaron ayer una propuesta de medidas al gobierno nacional, destinadas a resguardar a los industriales locales de la ola importadora que se desató en los primeros meses del año. El documento fue presentado al secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen.
El gobierno y la industria provincial reclaman controlar importaciones
Por Patricia Martino
El pedido de administrar el comercio exterior es urgente. Los industriales de la provincia advirtieron que si continúa este nivel de importaciones, en el mediano plazo se verá seriamente comprometida la continuidad de muchas empresas santafesinas.
Recordaron que en el primer semestre del año ingresaron 42 mil heladeras, más que las cifras de todo el 2015. También se disparó el ingreso de colectivos carrozados desde Brasil, lo que deja fuera de competencia al polo carrocero local, que es el más importante del país. Merced a la gestión del gobierno provincial, en los primeros tres meses del año se había logrado frenar el ingreso de unidades desde el país vecino. Pero terminado ese plazo, la importación saltó a 73 unidades y ya hay compromisos de compra firmados por 150 colectivos más. El calzado es otro sector en riesgo, con importaciones que subieron 50 por ciento.
El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, explicó que la industria sufre por las importaciones pero también por la caída de la demanda de bienes durables y al aumento de las tarifas. "Hay una presión muy fuerte sobre las pymes, que son las que sostienen el empleo", señaló.
El titular de la cartera productiva provincial advirtió que ya comenzó a deteriorarse la calidad del empleo, más allá de que el empresariado santafesino resiste por el "colchón" de 2015, un año que cerró con la desocupación más baja en términos históricos, y porque las empresas están desendeudadas. "Gracias a ese colchón podemos ganar tiempo en este momento crítico, pero en agosto, septiembre u octubre, habrá serios problemas laborales si esto no mejora", subrayó.
El presidente de Fisfe, Guillermo Moretti,resaltó que cada puesto laboral generado en una pequeña y mediana empresa impacta positivamente generando 2,7 empleos indirectos. Al mismo tiempo, subrayó que hoy por hoy "la caída de horas trabajadas es tremenda".
Contigiani advirtió que "el empresario no se va a suicidar" y, si esto sigue así "se transformará en mero importador" para sobrevivir.
Los sectores más afectados por las importaciones son el de caucho, calzado, fundición, metalúrgico y bienes de capital, línea blanca y pequeños electrodomésticos, autopartistas y motopartistas, carrocero y del mueble.
Contigiani advirtió que las medidas propuestas buscan "escaparse de los extremos". Esto es: "Ni rendirse a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y abrirse a que ingrese mercadería de cualquier tipo, ni resolver los problemas con el tipo de cambio, algo que es un espejismo".
Opinó que "hay un amplio campo de acción que se puede militar desde la esfera pública". A su lado, Moretti aclaró que las medidas propuestas "no son cosas raras" sino regulaciones que "ya se hacen en el mundo".
Mariano Ferrazzini, de la fábrica de pinturas Laf SA, puso un ejemplo de sus sector. Pidió que la Sedronar controle los productos que ingresan del exterior para evitar esa mercadería termine en el circuito de la droga. "Nosotros tenemos un estricto control ", dijo.
Carroceros. Desde el sector carrocero, Guillermo Rodríguez, referente de Rossi SRL, advirtió que es muy difícil competir con el precio de los colectivos brasileros que cotizan entre un 20 por ciento y 25 por ciento menos, gracias a que al acero lo pagan mucho menos y a que "Brasil está desbordado de mercadería".