El supertrigo se afianza en producción y precios. Los problemas climáticos del Hemisferio Norte mantienen entonados los valores internacionales y locales, lo que al mismo tiempo acelera los compromisos de exportación. El invierno frío ayuda, en cambio, a la evolución de los cultivos en el país. Los servicios de estimaciones agrícolas y los analistas de mercado subrayan esta situación.
El supertrigo sostiene el optimismo de cara al nuevo ciclo productivo
Al cierre de esta edición todavía no se conocía el nuevo reporte del Usda. Hasta el momento, los analistas subrayaban el buen panorama de precios futuros que acompaña el nuevo ciclo productivo. Lorena D'Angelo señaló que la suba del precio del trigo de la actual campaña invita "a no desaprovechar negocios pensando en una muy buena cosecha" pero llamó a "no hay que olvidarse de los granos gruesos que también comienzan con muy buenos precios en ciclo de siembras".
"El camino 2018/19 ya comenzó con muy buenos precios futuros, si ya estamos analizando el ciclo desde el punto de vista productivo no hay que olvidarse de los precios y sus perspectivas futuras", dijo.
En el caso del trigo, el comportamiento alcista es producto de la cobertura de posiciones vendidas por especuladores y compras de comerciales, ante la menor oferta en importantes países productores y exportadores mundiales, entre ellos Rusia y Francia.
"Las subas se registraron en todos los mercados, con aumento también para el trigo argentino de la nueva cosecha cuyo valor FOB subió u$s 37 en el último mes", dijo. La mejora de los precios FOB estuvo acompañada por el aumento de la DJVE que al viernes 3 de agosto ascendía a 4,1 millones de toneladas del ciclo 2018/19 en comparación con tan solo 260 mil toneladas del año pasado a la misma fecha.
Los mejores precios del trigo nuevo son aprovechados por los productores que cuentan "con buenas condiciones en los cultivos implantados que se desarrollan para obtener una gran cosecha". Las cifras iniciales auguran más de 20 millones de toneladas que superan en un 8% el ciclo precedente.
Respecto del maíz, los precios actuales del maíz abril 2019 en niveles de u$s 169 superar en un 12% el valor del año pasado a la misma fecha y los registros de los últimos cinco años a la misma fecha. En el caso de la soja, el precio mayo 2019 en el Matba que alcanzó los u$s 282 es el nivel más alto desde el 2013 a esta época del año.
El analista Dante Romano, por su parte, subrayó que los valores del trigo de cosecha nueva superaron esta semana holgadamente los u$s 200 por tonelada, llegando a valores máximos históricos. "Esto está explicado por problemas productivos en casi todos los países productores del mundo", indicó. Sin embargo, aclaró que "con los elevados stocks disponibles, esto no debería terminar siendo un problema serio".
En el mercado de soja, la guerra comercial entre EEUU y China "sigue dando que hablar, pero en la práctica el ajuste de precios a la baja en Norteamérica en comparación con los de Brasil llevó a que se reoriente el comercio: China compra sobre Brasil, y el resto de los compradores lo hace sobre EEUU".
Localmente, la falta de mercadería llevó a su vez a que los valores estén muy por encima de los internacionales, causando problemas para que los compradores coloquen tanto el poroto como los subproductos en el resto del mundo." Esto llevó a las fábricas a retirarse del mercado, con una fuerte baja de precios disponibles, a contramano del mundo", indicó.
Romano señaló que el mercado de maíz es el que está operando con menos noticias. "La demanda de todas formas sigue muy activa, lo cual le da sustento en el mercado internacional, mientras que en el local, el rápido ritmo de compras generó una situación de oferta escasa que empieza a notarse", subrayó.
Campaña. En términos productivos, la campaña avanza. Comenzó esta semana la siembra de girasol en Chaco. Es el inicio formal de la campaña gruesa. El Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó el área para el presente ciclo se mantiene en 1,9 millón de hectáreas, 8,6% superior a las 1,75 millones de hectáreas implantadas en la campaña anterior.
Por otra parte, la siembra de trigo y cebada continuó avanzando con fluidez, restando pocas semanas para dar por finalizadas las labores de implantación.
Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario, el invierno mucho más frío que el de los últimos años "sube el listón de las expectativas trigueras".
"Hay humedad, una nutrición óptima y frío como no lo hubo en los últimos dos años", dijeron los especialistas, que esperan un plus que puede generar rindes superadores para el trigo 2018/19.
Ya el año pasado, recordaron, el trigo había alcanzado los 43 quintales por hectárea, y quedó a solo un quintal por debajo de su marca máxima en la región central en el ciclo 2010/11. Y sin embargo, hubo muchos problemas: excesos de humedad y un inédito ataque de roya amarilla.
En este ciclo 2018, el trigo "cuenta con una fertilización aún mayor y las horas por debajo de los 5ºC de julio, son más del doble que las de un año atrás". Destacaron que el trigo no sufrió daños por la gran helada y está creciendo lento pero con mayores tasas de macollaje por la mayor cantidad de horas de frío. "Los ingenieros explican que el frío contribuye a la vernalización, lo que puede traducirse con una mayor floración", indicaron.
Por todo esto, empieza a haber una gran expectativa. Para los analistas del GEA, el 2018 puede demostrar "cuál es el máximo rinde que el trigo puede alcanzar cuando el clima y la tecnología se alinean a su favor".
En el centro norte de Santa Fe, las condiciones de estabilidad, mayor cantidad de horas de sol, bajas temperaturas, escasa nubosidad y algunas heladas, generaron condiciones más propicias y favorables para el cultivo de trigo, dice el informe del SEA que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
En los departamentos del Norte del área, donde las condiciones ambientales y de piso lo permitieron, comenzó el proceso de siembra del girasol y con ello, el inicio de la campaña 2018/2019 de cosecha gruesa. Se estimó un incremento del orden del 4 % en la intención de siembra con respecto a la superficie sembrada en la campaña anterior. Lo que representaría aproximadamente unas 124.000 hectáreas.
También continuó el movimiento de cosechadoras, que avanzaron sobre los lotes de maíz de segunda, regulado por los porcentajes de humedad ambiente y del grano, que no disminuyó a valores óptimos, lográndose un grado de avance del orden del 80 %.