El "efecto germinador" se cargó 2 millones de toneladas de soja, pero el trigo va por la revancha y una siembra de 6 millones de hectáreas. Buenos Aires, la provincia más afectada, pierde cerca de 1,2 millón de toneladas de la oleaginosa. La intención de siembra triguera sería de 600 mil hectáreas más que el año pasado, según el informe mensual nacional de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El trigo va por la revancha tras las pérdidas de la soja germinada
El área triguera se expandiría en un 11%, cubriendo 6 millones de hectáreas. Buenos Aires sumaría un 22% en superficie; Santa Fe un 20% y Entre Ríos un 10%. La Pampa encabeza el pelotón de las provincias con retroceso de área, con un 12% menos. Córdoba, que venía con un sostenido crecimiento de área, esta vez baja. La siembra allí caería en casi 100 mil ha. Se pone en marcha una campaña, muy supeditada a lo que suceda de aquí en más con las lluvias. Hay sectores de la franja oeste que necesitan un refuerzo. Pero en el este, alivio, porque los problemas de barro y saturación de suelos podría terminar siendo una limitante de siembra en las provincias que ahora se perfilan con mejores posibilidades. De todas formas, la campaña 2018/19 promete ser la más importante de los últimos 15 años.
La germinación masiva sobre las 6 millones de hectáreas de soja, que quedaron en pie en la región pampeana desde el 10 de mayo, ocasionó un gran daño. Buenos Aires es la provincia que más perdió respecto a la estimación anterior, el ajuste le quita 1,17 millones de toneladas. Las provincias de Córdoba y Santa Fe le siguen con pérdidas en torno a los 300 mil toneladas. Por ahora, se estima un recorte de algo más de 100 mil toneladas en Entre Ríos.
Tras el temporal hay 100 mil hectáreas más que no se cosecharán en el país. La superficie malograda de la campaña 2017/2018 se ajusta en 1,35 millones de hectáreas. El nuevo recorte deja 2 millones menos de toneladas de soja. La producción ahora es estimada en 35 millones de toneladas. Estas estimaciones surgen como producto de lo que se va recolectando. Las labores de cosecha en soja avanzan sobre la última tanda pendiente, casi un millón y medio de hectáreas. El avance cubre el 92% del área.
En el caso del maíz, la recolección ha llegado al 52% del área. La cosecha es muy lento ya que se está privilegiando la soja. El avance es similar al año pasado, siendo la 2017/18 una de las cosechas más retrasadas de maíz. Si bien podría haber ajustes negativos en la estimación, estos serían de menor envergadura que en los de la oleaginosa. Hasta que se incorporen nuevos datos de rendimientos, se mantiene la estimación de 32 millones de toneladas para el cereal a nivel nacional.
La amenaza del barro. Empieza a haber preocupación por no poder cumplir con los planes de siembra en la zona núcleo. El barro vuelve a interponerse entre las sembradoras, y a pesar del viento frío y seco, no se puede avanzar según lo planeado. Unas 455 mil hectáreas ya se encuentran sembradas de las 1,3 millones, pero para llegar en fecha con los ciclos largos en ésta semana se tendría que haber avanzado mucho más, según consideró la Bolsa de Comercio de Rosario a través de su Guía Estratégica para el Agro (GEA).
De todas maneras, es muy heterogéneo el progreso. El centro-sur de Santa Fe y el sudeste de Córdoba llevan casi la mitad del área implantada, pero en el norte de Buenos Aires, los inconvenientes son enormes por las malas condiciones de piso. La semana que pasó se mostró más optimista para el trigo; la ausencia de lluvias permitió empezar a trabajar en algunos lotes de Buenos Aires.
Para la fertilización en trigo, "ésta vez hay mucho más en juego, no es una más", según GEA. Se está haciendo una gran apuesta por el cultivo y no hay margen para fallar tras el fracaso de la campaña de verano. Por eso, la fertilización será clave en esta campaña. Hay una fuerte necesidad de obtener altos rindes. Muchos productores se juegan la continuidad en el negocio en este ciclo triguero. Pero saben que vale la apuesta: "si el trigo cumple, podrán dejar atrás el bache en el que los ha metido la sequía".
En tanto, el aumento del área con maíz es cada vez más sólido. La tendencia de acrecentar entre un 15 a un 20% del área respecto al año pasado es cada vez más firme. Por lo pronto, queda por cosechar la última tanda de maíces, los sembrados en diciembre. Los primeros lotes cosechados presentan alta humedad en los granos. Hay algunos lotes que empiezan a volcarse, por lo que en muchos casos no queda otra que cosecharlos y afrontar los gastos de secada. Otros esperarán a fin de mes para comenzar la recolección.
Centro y norte santafesino.
En el informe semanal de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, correspondiente a la semana comprendida entre el 6 y 12 de junio de 2018, se destacan el avance de la cosecha de soja de segunda, en la que se observa una baja de la calidad del grano y la baja cantidad de quintales por hectárea. En cuanto al maíz, finalizó el proceso de picado-autoconsumo (embolsado) para reseva. Factores como bajo rendimiento y altos costos, fueron decisivos para el abandono de dicha tarea y se destinó la producción a grano comercial.
Los diferentes porcentajes de avance de cosecha en los siguientes cultivos fueron: en algodón un 72%, en sorgo granífero un 80% y en soja de segunda un 85%. Se realizaron aplicaciones de herbicida para el control de las malezas en lotes destinados a futuras siembras. También se observó el movimiento de sembradoras en la implantación del trigo, de ciclo largo.
El trigo comenzó su desarrollo bajo óptimas condiciones ambientales, situación que hacía mucho tiempo no sucedía. Por ello continuaron las expectativas de los productores ante la nueva campaña de la cosecha fina, después de lo complicado de la cosecha gruesa, señala el informe del SEA.
Comenzó el proceso de cosecha de soja tardía, que lleva un 85 % de avance de trilla (427.100 hectáreas). Para el trigo, las óptimas condiciones de disponibilidad de agua útil en la cama de siembra y las perspectivas comerciales lo sostienen y al ritmo del proceso de siembra que se da en el centro norte de la provincia de Santa Fe.