Aimar Pena, responsable del cultivo de maíz para la región de Basf Argentina, Paraguay y Bolivia, indicó que las aplicaciones en el último año rondan el 8 por ciento de la superficie del maíz "pero sabemos que nuestros principales competidores en el mercado internacional como Estados Unidos está en el 20 por ciento de adopción. Y Brasil, nuestro competidor a nivel de exportación siempre con el que siempre peleamos por el segundo escalón del podio en el mercado internacional, supera mucho esa marca". Es que el vecino país tiene "otro contexto climático y con el uso de híbridos tropicales tiene una mayor adopción que creemos que nosotros nunca la necesitaríamos. Está en el orden del 60 por ciento al 80 por ciento", dependiendo de la época.
En Argentina la aplicación llega al 8 por ciento de la superficie
Para Pena, "lo que hoy en día nos falta es integrar conocimientos para la toma de decisión del productor y ahí es fundamental el rol del ingeniero agrónomo, el de las empresas como Basf que tiene un equipo técnico con 80 técnicos a campo y que invierte 1.5 millones de euros por día en investigación y desarrollo para encontrar nuevas moléculas que intenten mitigar esas problemáticas de las enfermedades son tan importantes a nivel país".
Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, "en la última campaña aumentó 12 puntos el maíz de alta tecnología saltando a 52 por ciento. Hace dos campañas de 40 por ciento, y eso involucra a una selección de híbridos, de fechas, de fertilización, de fitosanitarios en línea con la expectativa de alto rendimiento que tiene el productor", señaló.
Desde Basf "ofrecemos diferentes herramientas financieras, algunas propias y otras de terceros como canje de granos, pagos con tarjetas y financiación en línea con lo que ofrece el mercado. Depndiendo de la época del año y de las condiciones de precios, los productores aprovechan el canje de granos, una herramienta que se ha generalizado", remató.