La falta de agua sigue marcando el pulso de la campaña agrícola. "La peor sequía de los últimos 50 años cumple cuatro meses y medio en las regiones clave y los pronósticos siguen siendo negativos", indicó el GEA de la Bolsa de Rosario en su último reporte.
La peor seca en 50 años se afianza y podría continuar en abril
Así, tras la sucesiva revisión a la baja de la producción de granos gruesos, especialmente soja y maíz de segunda, desde el sector público y privado comenzaron a ajustar números, a alertar sobre el impacto de las pérdidas en toda la economía argentina y a demandar acciones al gobierno para paliar la situación.
"La sequía en el centro del país y en gran parte de la región Pampeana sigue desafiante y ya empieza a temerse que se prolongue en abril, mes clave para definir las siembras de trigo", apuntó el GEA. Mientras tanto, indicó que el pronóstico para hoy y mañana señala altas chances de que se repita el patrón que se desarrolló en Argentina hace siete días.
Esta semana que pasó una comitiva de Federación Agraria Argentina (FAA), encabezada por su presidente, Omar Príncipe, se reunió con el Jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere; el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga y el flamante titular de Afip, Leandro Cuccioli, para analizar la situación de los pequeños y medianos productores afectados por el fenómeno climático y reclamar asistencia crediticia. "Les transmitimos a los funcionarios la necesidad de acceder a financiamiento con tasas de interés blandas o cero (para hacer frente al costo de vida y a lo necesario para avanzar con una nueva campaña); de poder refinanciar las deudas y suspender por un tiempo las intimaciones a los productores que no pudieron terminar con las declaraciones juradas", dijo Príncipe y señaló que se acordó una nueva reunión en el Banco Nación.
También los federados le reclamaron al gobierno la quita de retenciones al sector.
También la Sociedad Rural de Rosario le pidió esta semana al gobierno nacional que anticipe la rebaja de retenciones a la soja, que hoy se ubican en 28,5%, y suprimir el pago de anticipos por el impuesto a las ganancias de 2018, para que los productores puedan tener mayor margen de maniobra.
Según un estudio realizado por el Instituto de Economía del Inta "las pérdidas para los productores serían millonarias este año por la sequía registrada en gran parte de la zona núcleo productiva", señalaron desde SRA Rosario.
Al preocupante escenario productivo se le suma la crisis de rentabilidad que impactará en el nivel de actividad de la Argentina. El presidente de la firma Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, estimó que "la sequía que afecta a amplias regiones del país podría provocar una caída de exportaciones cercana a los 5.000 millones de dólares".
El empresario dijo que "vamos a tener un año que va a afectar el crecimiento de Argentina, hay estimaciones que pueden llegar al 1% menos de crecimiento" y "entramos al segundo tiempo perdiendo tres a cero".
A la baja. El GEA detalló que la situación del NEA es complicada, ya que volvería a quedar sin recibir lluvias significativas y la mayor presión pluvial se espera en el Litoral del país, tal ocurrió en los dos fines de semana anteriores. "La región central volvería a quedar fuera de las chances de que las lluvias lleguen en forma consistente", indicó.
"Más allá de algún alivio parcial sobre algún corredor aislado de la región pampeana, desde el 22 noviembre del 2017, la clasificación semanal de humedad del suelo a nivel nacional viene marcando una situación de déficit hídrico muy grave", agregó el GEA.
Las reservas de agua con el peor nivel de su clasificación, el de muy seco, dominó sobre el 44% de las 5 principales provincias productoras de Argentina: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, y La Pampa. Esto significa que el 44% de la región pampeana estuvo con las peores reservas hídricas respecto a los registros de los últimos 50 años, durante 4 meses y medio de los 6 que dura la campaña gruesa. "Por la extensión geográfica y por la duración de este bloqueo seco, se puede decir que es la peor sequía que sufrió Argentina en los últimos 50 años", indicó el GEA.
En sus últimos reportes, da cuenta de un recorte de 500 mil toneladas en la producción de soja de la zona núcleo que alcanzaría las 14,7 millones de toneladas, casi 6 millones menos que la campaña anterior y el rinde promedio con una baja de 1 quintal de lo que se esperaba hace quince días y pasa a 28 qq/ha.
"El 20% cosechado de oleaginosa indica menos rindes", señaló el reporte y detalló que "el ajuste por los resultados de esta primera tanda de cosecha hace bajar de 29 a 28 quintales por hectárea (qq/ha)". Por otra parte, indicó que preocupa la calidad de la cosecha ya que hay muestras con hasta 35% de granos verdes.
De todos modos, el GEA indicó que "hay una gran variabilidad de resultados ya que los techos alcanzaron los 50 qq/ha en aquellos lotes que fueron provistos por el agua de las napas y les siguen los cuadros de corredores beneficiados por lluvias extras. Mientras que los pisos en general están en los 15 qq/ha". Apuntó que el mínimo se registró en Noetinger, con tan solo 10 qq/ha.
La soja de segunda sigue descontando rinde. Un 20% de los lotes se descartarán y no serán cosechados. En zonas como Bigand, por ejemplo, se espera un 50% de pérdida del área. Los rindes promedios se estiman por debajo de los 15 qq/ha, con algunos pocos lotes puntuales que podrían alcanzar los 20 qq/ha.
En cuanto a los maíces la diferencia está dada en la época de siembra. En los cultivos tempranos, el 50% de los cosechados promedian rindes de 88 qq/ha y fue "el que mejor sobrepasó la feroz sequía que se desató", indicó el GEA.
En cambio, los maíces de diciembre siguen deteriorándose. "El 95% se encuentran llenando sus granos y están en regular y malo. Un 20% de la superficie implantada no será cosechada por el pobre desarrollo de las plantas", concluyó,
Centro norte. En el centro norte de Santa Fe, el informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa santafesina, indica que se cosechó un 90% del maíz temprano con rendimientos estables que rondan de 45 a 110 qq/ha desde al norte al sur del área. Algo similar ocurrió con la soja de primera.
En cambio, para la soja de segunda la situación no varió y mantuvo lo estimado: 75% del área sembrada que presentó diferentes grados de afectación, situación que continuaría así. "Se encuentran plantas con poco desarrollo de estructuras; bajas alturas, entresurcos no cerrados, amarillamiento de hojas y mortandad a medida que pasan los días", indicó el SEA.