La relajación de las restricciones que vivió Europa durante los meses de verano, pone nuevamente en alerta a varios países del continente ante el recrudecimiento de los contagios por Covid-19 y esta nueva etapa de la pandemia vuelve a poner al consumo en jaque, y la exportación de carne argentina queda a la espera de un mejor escenario.
Las nuevas restricciones en Europa por el Covid-19 frenan el consumo de carne
De acuerdo a las estadísticas disponibles, países como España, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido, están registrando mayores tasas de contagio por habitantes en relación al primer brote. Es así como bares y restaurantes, vuelven a verse obligados a cerrar sus puertas o en algunos casos a restringir los servicios.
“Como ha quedado expuesto durante el primer período de confinamiento, el impacto sobre los alimentos consumidos fuera del hogar ha sido devastador. En efecto, el consumo de carne vacuna resultó severamente golpeado. De acuerdo a las cifras publicadas por la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea en su último Outlook de otoño, las importaciones de carne vacuna durante la primera mitad del año se desplomaron en un 22%, debido a la fuerte caída del consumo tras el cierre de restaurantes, pero también atribuido a la retracción de la oferta por parte de exportadores clave”, detalla un informe del mercado ganadero Rosgan.
Sin embargo, sus proyecciones para el resto del año vaticinan una leve recuperación que logre moderar la caída anual a un 10% respecto de los volúmenes importados en 2019 a 348 millones de toneladas. Esto se basa en la hipótesis de que esta segunda ola ya no afectaría tanto a la oferta de alimentos y a los sistemas de distribución dada la rápida reconversión de varios de estos canales de suministro. Por otra parte, si bien la demanda sufrirá en la medida que se endurezcan las restricciones, también aquí podría darse una suerte de adaptación del consumidor a nuevos productos, presentaciones y formas de consumo en el hogar, detallan.
Sucede que, actualmente reina una gran incertidumbre por parte de los compradores al momento de reabastecer sus stocks ante tal escenario. Por el momento se está optando por reducir los volúmenes de compra o diferir las cargas lo máximo posible, como una estrategia de ganar tiempo hasta que existan mayores certezas en cuanto al levantamiento de las restricciones. “A diferencia de lo que se dio en marzo de este año, por el momento no se están viendo cancelaciones ni renegociaciones de contratos hechos, solo se trata de una actitud de compra de mayor cautela que claramente impacta en precios”, precisaron desde Rosgan.
En el caso de Argentina, tomando los precios de dos de los cortes más demandados por Europa como el bife ancho y el RAL Hilton, se observa un derrumbe de más del 40% respecto de los valores pagados a principios de agosto. Hoy los pocos compradores activos ofrecen valores de entre u$s 7.000 y u$s 8.000 por tonelada contra niveles de u$s 13.000 convalidados tres meses atrás. Rosgan indicó que la opción de comprar y congelar para diferir las ventas también es una estrategia que va en detrimento de precios, dado que el valor de un corte enfriado para consumo en restaurantes no es el mismo que un congelado que, eventualmente pueda terminar ingresando a un canal de consumo masivo por falta de demanda.
“Si bien las exportaciones de septiembre aun no registran una retracción en volumen respecto de igual mes de 2019, sí se observa una desaceleración tras la recuperación de los últimos meses y una fuerte caída en el nivel de precio medio por tonelada del 16,5% al pasar de u$s 10.728 en agosto a u$s 8.950 promedio en septiembre”, consigna Rosgan.
Si bien en el caso de Argentina aún está muy activo el mercado chino, la alta concentración en un único destino también nos deja en una zona de alta vulnerabilidad. En septiembre China representó el 76% de los embarques totales de carnes frescas y congeladas, seguido por Chile e Israel, con menos de un 6% de participación individual. En este punto, es importante considerar que, en estos momentos, estamos transitando el pico de compras estacionales chinas. A partir de mediados de diciembre suelen bajar significativamente los volúmenes embarcados a este destino.
Si bien existen otros destinos tradicionales como Chile, Israel, Rusia e incluso EE.UU. que comienza a pesar en la distribución total, la capacidad adicional de compra en su conjunto no compensa una baja estacional de China combinada con una nueva caída de Europa. “Por lo cual, de no recuperarse las compras del continente viejo, hacia fin de año veremos un mayor volumen de producción debiendo volcarse al mercado interno”, consideraron desde Rosgan.
Precio minorista
Los últimos aumentos que se vienen registrando en el precio de la hacienda sumado a los mayores costos de procesamiento que ha estado absorbiendo tanto la industria como la distribución a causa del Covid, presiona hacia una inminente corrección de los precios de la carne. La realidad es que, pese a la escasa capacidad de pago que sufre el consumo, los precios al mostrador han estado creciendo este año por sobre la inflación. De acuerdo al último relevamiento de precios minoristas realizado por el IPCVA al mes de septiembre, la carne vacuna había aumentado en los últimos doce meses un 55,5% contra una inflación del 36,6% anual.
“Ahora bien, cuanto más puede seguir convalidando la demanda a medida que comiencen a liberarse los precios de productos esenciales o tarifas de servicios mantenidos hasta el momento bajo acuerdo de congelamiento, es una verdadera incógnita”, cuestionaron.
“Bajo este escenario, si bien no es descartable ver una posible corrección de precios internos en lo inmediato, tras el fin de año es muy probable que este ajuste comience nuevamente a quedar retrasado, como usualmente sucede con las correcciones en el precio de la carne”, subrayaron.
Faena
El último informe económico de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) da cuenta de los números duros del sector. La actividad de la industria frigorífica vacuna se mantuvo en un nivel elevado en octubre de 2020. El total faenado fue de 1,26 millones de cabezas. Resultó 3,7% inferior a la faena de octubre de 2019. Corregido por días laborables, la baja fue de sólo 1,7% anual.
La desagregación por sexo mostró a la faena de hembras estabilizada en 44,8% del total. La faena de hembras arrojó una caída de 6,4% anual. De esta forma, la importancia de las hembras en la faena total volvió a ubicarse en 44,8%, un guarismo similar al registrado en los dos meses anteriores, consistente con el mantenimiento del stock de hacienda vacuna.
En enero-octubre de 2020 se faenaron 11,59 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 1,2% más que en los primeros diez meses del año pasado, detalla el informe realizado bajo la dirección Miguel A. Schiariti.
La producción de carne vacuna ascendió a 290 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) en el décimo mes del año. En comparación con la producción de octubre de 2019 resultó 2,2% inferior (sin corregir por días laborables). El peso promedio en gancho del animal faenado aumentó 1,6% interanual, hasta ubicarse en 230 kilos.
En enero-octubre de 2020 se produjeron 2,63 millones de tn r/c/h de carne vacuna, es decir 1,8% más que en igual lapso de 2019.
En los primeros diez meses del año se produjeron 2,63 millones de tn r/c/h de carne vacuna, es decir 1,8% más que en enero-octubre de 2019. En consecuencia, la cantidad ofrecida de carne vacuna se amplió en 45,5 mil tn r/c/h entre ambos períodos.
Las exportaciones de carne vacuna habrían ascendido a 735,6 mil tn r/c/h en lo que va del año, lo que implica un crecimiento de casi 10% anual (+66,2 mil tn r/c/h). Su participación en el total producido habría llegado a 28% (+2,1 puntos porcentuales), siendo la más elevada de las últimas décadas.
En lo que respecta al mercado interno, en diez meses del año habría absorbido 1,891 millones de tn r/c/h. Esto implica que habría caído 1,1% en relación a enero-octubre de 2019. Del total producido, el mercado interno habría representado 72,0% (-2,1 puntos porcentuales interanuales). En octubre de 2020, el consumo (aparente) de carne vacuna por habitante se ubicó en 50,0 kg/año (considerando el promedio móvil de los últimos doce meses). En relación a doce meses atrás registró una contracción de 2,6% (-1,3 kg/hab/año). En tanto, en los últimos dos años la baja llegó a 13,0% (7,5 kg/hab/año).
El efecto Covid-19
“En el inicio de 2020, la actividad en las plantas de las empresas asociadas se vio afectada por los efectos del Covid-19, en un principio, concentrados en el mercado chino. Posteriormente, sus efectos se fueron difundiendo sobre otros mercados externos y en nuestra plaza. Entre enero y octubre de 2020, en los establecimientos asociados se sacrificaron 3,2 millones de cabezas, 383 mil bovinos menos que el acumulado en igual lapso del año pasado, lo que llevó su contribución al 27,3% del total, 4 puntos menos que en 2019”, destacó Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC).
Al relacionar el total sacrificado en octubre con la cantidad de días hábiles, se advierte que superó a mayo último y que es el más elevado desde 2009, compensando la retracción que se verificó en septiembre. Después de la caída registrada en el primer trimestre de este año, la faena se ha mantenido firme y por encima del año pasado. Considerando el promedio diario de los últimos diez meses, hubo un aumento del 5% comparado con igual lapso del año pasado.
“En los últimos doce meses se faenaron 14.2 millones de cabezas, 511 mil cabezas más que en los doce meses cerrados en octubre de 2019, en este crecimiento los machos aportaron 526 mil animales, que compensaron la reducción de las hembras. Una tendencia contrapuesta se registró en el ejercicio 2019/18”, explicó el presidente del consorcio.
La faena registrada en octubre de este año estuvo por debajo de igual mes de 2019, aunque debe destacarse que en esa oportunidad hubo dos días hábiles menos. El total sacrificado superó en un 10% al promedio 2002-2019 y fue similar al quinquenio 2005-2010. El acumulado en el ciclo 2019/20, cerrado en el mes de octubre con un total de 14.2 millones de cabezas, equipara a la media de los años 2005-2010.