La historia oficial conmemora el Día de la Bandera y no su fallecimiento. Manuel Belgrano fue uno de los grandes intelectuales de la época, gran economista y abogado; precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación, la industria nacional y la justicia social, entre muchas otras cosas. Además fue uno de los pocos que propone integrar a los indígenas en un pie de igualdad con criollos y españoles.
Manuel Belgrano, ese revolucionario
Fue un revolucionario joven que se planteó promover la educación y capacitar a la sociedad para que aprendiera oficios y lograra aplicarlos en beneficio del país. Creó un símbolo que los diferenciaba del enemigo en el campo de batalla, el mismo que definió a la historia con un nuevo estandarte de identidad.
Sus ideas fueron absolutamente innovadoras. Un hombre comprometido hasta el cansancio con la causa nacional; se ocupó de ejércitos sin ser militar, batalló y militó hasta las últimas consecuencias la causa independentista y murió en la miseria, olvidado por el centralismo porteño al que le había ofrecido su vida.
Nació el 3 de junio de 1770, se recibió de abogado y con sólo 23 años fue designado como primer secretario del Consulado. Además cumplió un rol fundamental en la Revolución de Mayo y fue nombrado vocal. Para 1812, Belgrano estaba empeñado en avanzar en el camino hacia la liberación.
Desde Rosario planteó al Triunvirato la implantación de una escarapela, en representación de las tropas, la cual tuvo una aceptación instantánea; a los pocos días, en un momento crítico de la patria naciente, tuvo la genialidad de crear la Bandera, el símbolo sublime de la nacionalidad argentina, la que en un acto de rebeldía izó por primera vez a orillas del río Paraná a comienzos de 1812. Pero no corrió la misma suerte esta vez, ya que el Triunvirato se alarmó y desautorizó tal acontecimiento.
Belgrano no llegó a enterarse de esta resolución hasta varios meses después de emitida y siguió usando la bandera nacional. Recién en julio recibió la intimación del Triunvirato y contestó indignado diciendo que destruiría la bandera: "La desharé para que no haya ni memoria de ella. Si acaso me preguntan responderé que se reserva para el día de una gran victoria, y como está muy lejos, todos la habrán olvidado". Recién cuando cae el Primer Triunvirato las cosas comienzan a cambiar: el Segundo Triunvirato dio un nuevo impulso a la guerra revolucionaria, avaló lo actuado por Belgrano y éste pudo hacer jurar la bandera por sus tropas a orillas del río Pasaje, que desde entonces se llama Juramento.
Fue vencedor del enemigo imperial en Tucumán y Salta, lo que le valió el calificativo de "Libertador del Norte". En recompensa por los triunfos, la Asamblea del Año XIII le otorgó 40.000 pesos oro, que él destinará a la construcción de cuatro escuelas públicas ubicadas en Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero.
Además redactó un moderno reglamento para estas escuelas que decía, por ejemplo, que el maestro debe ser bien remunerado por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer. Lamentablemente el dinero donado por Belgrano fue destinado por el Triunvirato y los gobiernos sucesivos a otras cosas y las escuelas nunca se construyeron.
El 20 de junio de 1820, hace 196 años, acompañado sólo por parientes y algunos pocos amigos, en la pobreza total y en la misma casa donde había nacido 50 años antes, fallecía Manuel Belgrano. Sólo un diario, El Despertador Teofilantrópico, se ocupó de su muerte. Para los demás no fue noticia.
Gustavo Gamboa / Secretario general del Partido Solidaridad e Igualdad