Mientras la cosecha del trigo se acerca al récord de los 6 millones de toneladas en la región central, las lluvias, pedradas y frentes fríos preocupan al sector. Es que el escaso volumen de agua no alcanza por la falta de reservas hídricas. Esto pone en riesgo los cultivos para enfrentar los meses más exigentes del verano. "Entrar sin buenas reservas hídricas a enero es una amenaza seria a los rindes de maíz temprano y soja, tanto la de primera como la de segunda. Si las lluvias mantienen este comportamiento en los próximos quince días, habrá efectos negativos en el volumen de cosecha gruesa 2019/2020", advirtió la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Mientras el trigo se acerca al récord, las lluvias decepcionan al campo
Al 3 de diciembre, y durante seis días, el 9 por ciento de la Región Pampeana recibió lluvias que superaron los 15 milímetros. Parte del centro y norte de La Pampa y Córdoba, junto al norte de Santa Fe y una pequeña porción del este entrerriano recibieron 15 a 30 milímetros en ese lapso.
Los daños por el azote de piedra y agua tuvieron alto impacto el fin de semana pasado en las principales provincias productoras y en puntos específicos como en Hernando, Córdoba, y también en Río Cuarto. En Santa Fe le tocó a Villa Cañás: en Entre Ríos, Santa Elena y Crespo. En Buenos Aires, la tormenta cargó sobre Pergamino y Ramallo. El aspecto de los maíces deshilachados es descorazonador.
Con 39 quintales por hectárea (qq/ha) de rinde en promedio al 29 de noviembre, la primera mitad de la cosecha triguera ubica a la campaña unos 5 quintales por encima del promedio del ciclo pasado. Y cómo en este ciclo se sembraron 150 mil hectáreas más, la producción triguera podría incluso superar la valla de los 6 millones de toneladas.
El centro sur de Santa Fe es el área más avanzada con la cosecha, sólo resta trillar un 20 por ciento. Los números que marcan las cosechadoras siguen sorprendiendo, dejando atrás las bajas expectativas: los rindes promedian los 40 qq/ha. Si bien fue un invierno con muy pocas lluvias, el cultivo arrancó con los perfiles cargados, pensando en altas productividades. La excelente fertilización y los controles de enfermedades, influyen en los resultados.
En el este de Córdoba se trilló la mitad del área triguera, los rindes están cercanos a los 37 qq/ha. En el norte bonaerense aún no comenzó la cosecha.
CALIDAD. Respecto de la calidad de los granos, hay todo un abanico: el este de Córdoba muestra indicadores negativos: es muy bajo el nivel proteico y el peso hectolítrico. También hay reportes de granos chuzos. En el centro-sur de Santa Fe la mercadería proveniente de lotes bien fertilizados, en los que los rendimientos no sobresalen, la calidad es buena. Pero también hay numerosos casos de baja proteína y mercadería que ha quedado en grado 2 por el bajo peso hectolítrico.
A punto de panojar, el maíz mejoró drásticamente la condición tras las últimas lluvias. El evento fue fundamental para dejar atrás los signos estrés hídrico que se expresaban hasta la semana pasada. Sin embargo, los profesionales consideran que las reservas aún son ajustadas para afrontar la llegada al período crítico en maíz.
En tanto, a pocos días de terminar la siembra de soja, el avance de implantación semanal en la región fue de sólo 3 puntos por las lluvias. Resta un 7 por ciento para terminar con la soja de primera. El norte bonaerense es la zona más atrasada.
Allí, los acumulados de los últimos días detuvieron las tareas agrícolas. Las emergencias son muy buenas en toda la región a diferencia del año pasado, que debieron resembrarse 400 mil hectáreas.
CENTRO Y NORTE. Al 3 de diciembre, la cosecha de trigo avanzaba más del 85 por ciento en el centro-norte provincial, según el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) que elabora la Bolsa de Comercio de Santa Fe. Al igual que en la zona núcleo, el paso de un frente tormenta condicionó actividades agrícolas.
De todas maneras continuó a muy buen ritmo la recolección de trigo en todos los departamentos del área en estudio, aprovechando las altas temperaturas, logrando un avance superior al 85 por ciento para toda el área, manteniéndose los rendimientos logrados con anterioridad.
Aprovechando las condiciones de humedad y a medida que la cama de siembra lo permitió, los equipos y sembradoras continuaron a ritmo sostenido sus movimientos, sumando superficie de cultivos de arroz, algodón, sorgo granífero, forrajero, soja temprana y soja tardía, según sectores.
Por otra parte, el ritmo del proceso de cosecha del trigo fue intenso y sostenido, manteniendo y fortaleciendo los rendimientos logrados, con resultados buenos a muy buenos.
En cuanto al maíz temprano, se observó un 98 por ciento del cultivo en estado bueno a muy bueno, con lotes excelentes y un 2 por ciento en estado regular, consecuencia de las condiciones ambientales que acompañaron desde el inicio hasta la fecha a los cultivares implantados, planes de fertilización concretados, material genético utilizado y el manejo de los lotes. En toda el área de las cuencas lecheras continuó observándose un muy buen estado de los maizales, mostrando que el sector realizó una importante inversión.
Las precipitaciones beneficiaron toda la superficie implantada con soja temprana aunque dificultaron el avance de la siembra, marcando un adelanto de 2 puntos en referencia al mismo período de la campaña anterior. Hasta la fecha se logró avance del 92 por ciento de la intención de siembra, aproximadamente se concretaron unas 828.000 hectáreas de las 900.000 previstas inicialmente.
Con la liberación de un importante porcentaje de superficie con rastrojos de trigo, con una muy buena humedad en la cama de siembra, fue intenso el ritmo de siembra de soja tardía, permitiendo un buen a óptimo proceso. Hasta la fecha se logró un avance del 25 por ciento de la intención de siembra, aproximadamente se concretaron unas 137.500 hectáreas de las 550.000 previstas inicialmente.