Los futuros de la soja operan en alza y se mantenían en su nivel más alto desde mediados de 2018 en el Mercado de Chicago ante la renovada demanda china por la oleaginosa norteamericana. Además, las intenciones de inversión de los productores son las más altas en dos años, según los resultados de una nueva edición del índice “Ag Barometer Austral” elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, donde se exhibe que la suma de las restricciones cambiarias y un contexto de tasas más bajas en pesos, abre a los productores la posibilidad de capitalizarse. Así, también gracias a las últimas precipitaciones que dieron algo de alivio a los campos en varias regiones del país el sector se mueve en terreno más optimista.
Precios al alza y optimismo inversor de los productores
El nivel de confianza de los productores muestra una recuperación luego de haber tocado su mínimo histórico en la edición de junio 2020. El valor del índice es de 69, aproximadamente un 44% superior a la última edición, según los resultados de la edición de septiembre del Ag Barometer Austral.
“Luego de las elecciones primarias de 2019, la confianza de los productores había comenzado una caída continua, que se reflejó a lo largo de cinco ediciones del Ag Barometer Austral y que parecía no tener fin. Por primera vez desde hace un año, en septiembre 2020 el índice muestra una recuperación, y se ubica en niveles similares a los del 2019. Si bien en ningún caso supera los 100 puntos, ni en las condiciones presentes ni en las futuras, indicando que las respuestas negativas siguen siendo mayores que las positivas, resulta alentador el incremento. Será necesario ver cómo es la evolución del índice en las próximas ediciones, para concluir si realmente estamos viendo un cambio de tendencia y una consolidación del incremento, o se vuelve a niveles de pesimismo en ediciones futuras”, detallaron.
Restricciones cambiarias
En el relevamiento se destaca que es muy notable la mejora que se expresa en la pregunta sobre si hoy es un buen momento para realizar inversiones de capital. Esta pregunta siempre fue muy negativa a lo largo de las distintas ediciones, pero en esta edición un 45% de los productores plantea que es un buen momento para hacer inversiones.
“La suma de las restricciones cambiarias y un contexto de tasas más bajas en pesos, abre a los productores la posibilidad de capitalizarse. De hecho, esta es también una forma de dolarizar capital al tipo de cambio oficial”, señalaron.
De acuerdo al relevamiento, la media de tasa en pesos a la que están accediendo los productores está alrededor del 27% (muy por debajo de la inflación esperada).
Ente quienes retienen granos por fuera de las reservas para pagos de alquileres y otros gastos, “las principales razones por las que no se vende es por la expectativa de un aumento del tipo de cambio oficial y la falta de alternativas de inversión en pesos”, se especificó.
Retención
Además, la Austral consultó a los productores sobre el ritmo de ventas que llevan sobre el producido de la campaña gruesa 2019/20. Solamente un tercio de los productores ya han vendido todo. Prácticamente la mitad de los productores manifiestan tener guardado hasta la mitad de la producción, y casi un 15% los que todavía guardan más de la mitad.
¿Qué motiva a los productores a guardar parte de la producción? Si bien en muchos casos se presumen cuestiones especulativas, la mitad de los productores manifiesta que es la reserva que permitirá cubrir alquileres y otros gastos de producción, mientras que menos de un 10% respondió la expectativa de precios más altos. Es interesante notar que un cuarto de los productores no venden sus saldos de granos por cuestiones financieras (atraso del tipo de cambio, falta de alternativas de inversión en pesos y cobertura frente a la inflación).
Precios
Respecto de los precios, la soja apiló más de 15 subas consecutivas en Chicago, al menos hasta el último miércoles. El contrato de noviembre de la oleaginosa llegó hasta los u$s 367,26 la tonelada. La razón de la suba radicó en “el mantenimiento de expectativas positivas en cuanto a la exportación de oleaginosa a China”, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En adición, “los recortes efectuados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en su informe de Oferta y Demanda Mundial en la producción de soja 2020/21 y sus stocks finales oficiarían de soporte para los valores”.
Andrés Gosende, de Intagro y docente de Agroeducación, mencionó que la soja noviembre y enero subieron en los últimos 90 días 22% o 49 u$s/tns cada una.
“La comercialización interna, según datos oficiales viene lenta colocándose en 4 % de las 53,5 millones de toneladas proyectadas (el año pasado a igual momento era el doble). Vale aclarar, que la última medición fue el 2/9/20, antes que los precios toquen los 240 u$s/tns, que era un precio gatillo esperado. Estos precios tienen que enfrentar varios eventos influyente: cosecha Estados Unidos, siembra argentina, prima climática argentina, cosecha argentina y evolución de los cultivos en Brasil. No sería responsable llamarlos techo, pero si son altos definitivamente. La recomendación de manual es aprovechar el alza para tomar cobertura a la baja, pero mantener el activo. Si la euforia de demanda internacional del último mes pierde fuerza y la oferta abultada, altos stocks, toma de ganancias de los fondos de inversión, etc; vuelven a las primeras planas, no hay dudas que los precios podrían y deberían ajustar”, subrayó el analista.
Por otra parte, arrancó la siembra de maíz en la región núcleo y tras las lluvias, vuelven las ilusiones por alcanzar 1,5 millón de hectáreas, que fue lo sembrado en la campaña anterior, señalaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.