El coordinador del Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA), Roberto Bisang, destacó que el relevamiento "apunta a un campo que cambió radicalmente" respecto al último censo de 2002. En ese sentido, apuntó que hoy la explotación agropecuaria tiende a estar repartida en varias parcelas, se consolidó la contratación de servicios y predomina el hombre de campo pero sin tierra y también crece la industrialización dentro de la explotación. "Queremos documentar que el campo se volvió complejo", subrayó.
Se viene el censo agropecuario
Por Patricia Martino
Silvina Salinas
Entre septiembre y noviembre de este año se pondrá en marcha un nuevo censo agropecuario para analizar cómo funciona el sector y obtener datos actualizados sobre el conjunto de las actividades agrícolas, ganaderas, forestales y bioindustriales que se desarrollan a lo ancho y largo de la Argentina. Bisang indicó que gracias a la utilización de la tecnología este censo tendrá la particularidad de que sus datos serán procesados rápidamente y adelantó que en el primer trimestre del año que viene ya datos del relevamiento.
En ese sentido, señaló que ahora se desarrolló una aplicación móvil que se implementará en una tableta digital y así se reemplazará el uso de cinco formularios en papel y se logrará un seguimiento del operativo en tiempo real. "Estamos buscando una mayor sencillez para no quitarle tiempo a los productores y a la buena voluntad que tengan para responder el censo. Antes demoraba todo tanto que era más de antropología agraria que del campo real", subrayó sobre el nuevo dispositivo que permitirá que una vez que se terminó la entrevista, el censistas se conecte a una base wifi y trasmita la información encriptada al Indec.
Bisang contó que "como punto de partida se va a hacer un empalme con el censo del 2002 y adaptar la medición al agroampliado y las nuevas tecnologías sin el uso de papel". También comentó que se van a evaluar "fenómenos nuevos" ya que hay una tendencia a la subcontratación masiva y deslocalización de las áreas productivas, y se incorpora la perspectiva de género, ya que se va a censar a las mujeres productoras.
Al respecto, precisó que en el diseño de preguntas se prevé una cierta cantidad de consistencias, que permite evitar equivocaciones, por ejemplo al ver rendimientos de soja por hectárea, se pregunta entre tanto y tanto y si el productor se equivoca con un cero de más o menos salta".
Según el coordinador, "el censo sirve para mirar el futuro desde las raíces y los objetivos de la medición son "armarlo con menores inconsistencias y mayor transparencia en la información y en poco tiempo y esto se debe al "cambio en la herramienta de medición y la incorporación de tecnología".
El censo contempla el perfil del productor, el uso del suelo, las prácticas agro-culturales, la producción animal, el fenómeno de clonación, los bienes de capital y servicio agropecuario y por ultimo población y trabajadores permanentes. Tal registro también permitirá identificar y cuantificar las nuevas formas de organización de la producción agropecuaria.
En el operativo estadístico, que se extenderá por 90 días, participarán más de 2.790 profesionales que se ocuparán de relevar las explotaciones agropecuarias del territorio. Se estima que en todo el país existen entre 330 mil y 350 mil establecimientos agropecuarios.
Desde el gobierno nacional destacaron que los nuevos resultados permitirán diseñar e implementar mejores políticas públicas y fortalecer la competitividad del sector privado. "El censo que hace el Indec es de todos, pero esencialmente es de los productores censados", destacó el coordinador.
Uno de los temas un tanto álgido tiene que ver con la desconfianza de los productores en contestar el cuestionario ante la posibilidad de quedar expuestos ante otros organismos de control, como por ejemplo la Afip. Bisang dejó en claro que el relevamiento se llevará a cabo bajo estricto secreto estadístico. "La información relevada no será cruzada con otros organismos. Estamos para hacer cumplir la ley 17.622, que contempla el secreto estadístico", enfatizó.
Bisang apuntó que el censo es obligatorio y dijo que si bien la idea no es ir por el camino de las sanciones manifestó que están previstos hasta dos apercibimientos monetarios y luego información al Banco Central de la República Argentina para el bloqueo de cuentas de quienes se nieguen a realizar el relevamiento.
"Siempre está la sospecha de cruces de datos, pero hay que tener en claro que se preguntan valores físicos, no monetarios. No se relevan ni ventas, ni pagos de salarios ni nada que se le parezca. Esto va por secreto estadístico y el primer interesado en que se cumpla es el Indec, que es al que le caen las generales de la ley. Esto es beneficioso para las políticas públicas del sector, para el sector y para el conocimiento de la sociedad sobre lo que es este nuevo campo. Que todo el mundo este tranquilo", dijo.