Una de las más interesantes relaciones a tener en cuenta al momento de evaluar el negocio ganadero en general es la del ternero con el novillo. La misma se conforma al contrastar el precio del ternero de invernada (160 a 180 kg) con el precio del novillo de Liniers de 431 a 460 kg con destino a consumo. Un informe publicado en "Lote de noticias", el servicio informativo del Rosgan, analiza el comportamiento histórico de esta relación.
Señales de recomposición en una relación clave para los precios
El informe recuerda que los meses de abril, mayo y junio constituyen el período de mayor depresión, producto de la amplia oferta de terneros disponible. "Por lo general, la oferta de terneros es inelástica durante ese corto período por lo que toda la presión de venta se traslada directamente a precio", señalan.
Sin embargo, el año pasado el comportamiento de esta relación no acompañó su estacionalidad y, ya en el mes de mayo, comenzó a "romperse el patrón habitual". De acuerdo a los analistas del Rosgan, una zafra limitada, primero por la sequía y luego por el exceso de agua en las principales zonas ganaderas, llevó a un sostenimiento de la invernada no esperado para esa época.
Luego la relación comenzó a caer y alcanzó su piso hacia agosto. Una recomposición parcial se vio sólo en septiembre y octubre para luego volver a caer hasta valores cercanos a 1. Estos valores se prolongaron sin ningún tipo de reacción hasta los primeros cuatro meses de este año.
Esta baja "relación de compra", lejos de incentivar el negocio, "no hacía otra cosa en este caso que plasmar el ajustado margen de compra que el mismo engordador tenía".
Situación que se produjo por la pésima relación que generó la disparada del precio del maíz tras la devaluación y que "terminó impactando fuertemente en los costos de alimentación y, en consecuencia, en los niveles de encierre o terminación". También influyó -y lo sigue haciendo- la elevada tasa de financiación.
Por el lado de la demanda de novillos, tampoco existen señales de mayor tracción. Más allá de esa primera adecuación de precios en septiembre-octubre del año pasado, posdevaluación, los valores del novillo para consumo literalmente se plancharon, "consecuentes con la pérdida de poder adquisitivo que sufrió el consumidor".
Los analistas de Rosgan advirtieron que, durante mayo y junio de este año, esta relación comenzó a dar "tímidos signos de recuperación (1,11 en mayo y 1,15 en junio), habiendo menguado ya la oferta de terneros de los meses anteriores y con un valor del novillo que continúa sin reacción".
En informe recordó que, analizando los últimos 10 ciclos, sólo en 2009 esta relación fue tan baja como en la actualidad. Aquel período fue uno de los de mayor liquidación ganadera, que "se cobró más de 5 millones de cabezas, con niveles de faena de hembras superiores al 50 por ciento".
"Si bien cada contexto es diferente y posiblemente en la actualidad estén confluyendo distintos factores a los de aquel entonces, el paralelismo con este proceso liquidatario resulta elocuente", dijo.
El dato optimista es que luego de aquella depresión del primer semestre de 2009, se produjo una sostenida recuperación de esta relación de compra y de los niveles de precio de la hacienda en general.
"Por supuesto que en el contexto actual, no es posible ni prudente precisar tiempos y menos aún de frente a un escenario político todavía altamente incierto", señalan los analistas.
Sin embargo, subrayan que "todo proceso de liquidación conduce en algún punto a un ajuste general de valores de la hacienda que naturalmente -escenario político mediante- llevan a una fase de recomposición del negocio".
Ya instalados en el segundo semestre del año y "con indicadores de la macro que comienzan a encontrar cierto nivel de equilibrio", el informe considera que los valores de la hacienda con destino local deberían comenzar a ajustar el retraso registrado en los últimos meses. "Parte de este ajuste debería estar apalancado por la solidez que hoy presenta el sector exportador; solidez que, hasta el momento, por falta de correctos instrumentos comerciales y financieros, no logra ser derramada hacia el resto de la cadena productiva", concluyó.