Un mercado mundial con altísima volatilidad en buena medida por la guerra comercial y una producción local de soja "estable" en torno a las 56 millones de toneladas si el clima acompaña, y precios a cosecha con posibilidad bastante cierta de una mejora a partir de los valores internacionales", pero con "una incidencia enorme de la incertidumbre política, fiscal y cambiaria". Así resumió el analista de Agritrend, Gustavo López sobre lo que hay que esperar para el ciclo agrícola 2019/2020.
Una radiografía del mercado local
En el marco del congreso Mercosoja 2019 que se realizó en Rosario, López planteó además que las exportaciones del poroto de soja "seguirá con una rentabilidad activa" tanto para el corto como para el mediano plazo.
Por otra parte, consideró que la molienda experimentará un crecimiento respecto del ciclo anterior para llegar a las 47 millones de toneladas, contra los 44 millones de la campaña previa.
Sin embargo, aclaró que eso no logrará mejorar el nivel de capacidad ociosa de la industria, que se mantendrá en un rango de 28 a 30 por ciento.
López explicó que la evolución del clima, en esta campaña de granos gruesos que arranca "abre grandes interrogantes", ya que "habíamos comenzado el ciclo con previsiones similares al anterior, con niveles de precipitaciones homogéneos, pero ahora no parece ser tan así", dijo. Apuntó que en zonas del sur y sudoeste de Santa Fe, NO de Buenos Aires, La Pampa y algunas áreas de Córdoba, todavía siguen "esperando agua que puede atrasar un poco o poner en duda si el ciclo será tan extraordinario como el otro".
Por otra parte, aseguró que esto jugará en contra del maíz.
Aquí juegan también los márgenes brutos. "Hace quince días atrás en seis zonas analizadas los mejores márgenes eran para el maíz en un marco de precio a cosecha de los 150 dólares. Ahora, eso cambió hacia una rotación trigo soja", dijo, lo que hace suponer que "se podría dar algún tipo de ajuste en materia de expectativas iniciales que marcaban un crecimiento para el maíz del orden del 6 por ciento", anticipó. De ese modo, "esto nos hace pensar que puede haber un ajuste importante en materia de área y producción", del cereal grueso, que beneficiaría a la soja.
VENTAS Y MOLIENDA. Por otra parte, López explicó que el ritmo de molienda muestra cómo fueron las ventas de los productores. "Si sumamos lo molido hasta ahora y lo exportado a todos los destinos a fin de julio , tenemos 24 millones de toneladas que ya salieron del circuito comercial. Por lo tanto, por un lado tenemos como físico 10 millones de toneladas que a la industria le permite encarar un nuevo mes de molienda y compromisos de exportación, pero cuando analizamos cuánto de esto tiene precio, son apenas 1,5 millones, lo que representan 10 días de molienda al ritmo del procesamiento actual".
Según planteó este es un "dato importante a considerar r en el corto plazo para ver cómo variará la actitud del productor, si seguirá vendiendo o estará más cauto para ver que pasa con el tipo de cambio, el tema tributario e incluso con las nuevas restricciones que tiene para la compra de dólares", alertó el analista.