Tras una mañana de furia, el conflicto del puerto de Rosario encontró una oportunidad de salida. A instancias del gobierno provincial, la plana de mayor del grupo Ultramar en el país, la empresa chilena copropietaria de Terminal Puerto Rosario (TPR), desplazó a los directivos locales y se sentó en la mesa de negociación con el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa). Con un interlocutor de mayor peso, los representantes de los trabajadores confían en destrabar la pelea que paraliza la terminal portuaria desde hace quince días. La reunión será por zoom desde las 9.
Con nuevo interlocutor, vuelven a negociar por el conflicto del puerto
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Incidentes. En el marco de una marcha de trabajadores portuarios, rompieron la puerta de la Municipalidad.
En medio de un año conflicto, la crisis portuaria se espiralizó hace dos semanas, cuando TPR, la concesionaria de los muelles I y II del puerto, dispuso despidos, descontó salarios y corrió la vara de la negociación salarial al reclamar un aumento de la jornada laboral.
La respuesta de los trabajadores fue la huelga, el piquete y la movilización. La de ayer por la mañana no se realizó en los mejores términos. Una columna ingresó primero en el edificio del Concejo municipal y luego en la sede de la Municipalidad de Rosario. Allí produjeron destrozos en la puerta de entrada.
Luego se dirigieron hacia la sede local de Gobernación, donde el ministro de Trabajo, Juan Manuel Pusineri, había convocado al secretario general del gremio, César Aybar, para una reunión.
En un ambiente tenso, producto de la incertidumbre en la que están sobre el fin de año unos 800 estibadores, los funcionarios provinciales informaron que un cambio en los interlocutores empresarios abría la posibilidad de retomar las negociaciones. Ultramar, que comparte con Vicentin la propiedad de TPR, decidió poner al frente de la negociación a su máximo directivo en Argentina.
A la salida del encuentro Aybar agradeció al gobernador Omar Perotti porque “tomó el toro por las astas” para esclarecer este conflicto y contó detalles de la reunión. “Junto al Ministerio de Trabajo de la Nación hemos coordinado una hoja de ruta. Se está trabajando en el cambio de interlocutores por parte de la empresa”, indicó el dirigente y explicó: “Entendemos que la gente que vino a negociar no son interlocutores válidos y está viniendo a Rosario el presidente de la compañía que responde al grupo chileno Ultramar con intenciones claras de resolver este conflicto”.
También explicó a la prensa que se dejó en claro que “no hay posibilidad de resolución del conflicto si no se reincorporan, sin ningún tipo de restricción, los compañeros cesanteados y si no se paga lo adeudado”. Y remarcó que esa misma línea fue la que bajó el ministro de Trabajo, “por directivas del gobernador”. Además, recordó la necesidad de resolver la actualización paritaria “en un marco finito de 7 días”.
Aybar presidió una improvisada asamblea parado junto al mástil de la Plaza San Martín. “Vemos como muy positivo que venga alguien que tome decisiones. Hemos negociado durante todo este tiempo con gente que no tenía decisión. Soy optimista de que entre hoy y mañana lleguemos a una solución”, resaltó. Y advirtió: “No se resuelve el conflicto con los trabajadores en la calle y los salarios descontados”.
El secretario general del Supa también se refirió a los desmanes ocurridos en la Municipalidad y el Concejo. “Somos víctimas del grupo Vicentin, tenemos una empresa que nos llevó al límite y algunos compañeros llegaron a una extrema situación”, explicó. Pero subrayó que “nada justifica la violencia” y que se pondrá en contacto con el intendente Pablo Javkin para “pedir las disculpas de caso” y “responder” por los destrozos. “Si tenemos que cubrir los gastos ocasionados a la Intendencia lo vamos hacer como corresponde, porque somos personas de bien”, dijo.
Temprano en la mañana, en el marco de la marcha organizada por la delegación local del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa), un grupo de manifestantes irrumpió en la sede de la Municipalidad de Rosario y provocó destrozos en la puerta de ingreso y en oficinas del Palacio de los Leones. Antes habían ingresado en el Concejo Municipal.
“Tuvieron un altercado con algunos empleados e ingresaron a algunas oficinas y provocaron destrozos”, explicó a La Ocho el secretario de Gobierno, Gustavo Zignago.
El intendente Pablo Javkin se mostró indignado con el episodio y dijo que presentó una denuncia en Fiscalía. “No fue un hecho gremial, fue un hecho delictivo, esto no es un ataque al intendente, es un ataque a la ciudad”, bramó. También cuestionó a las fuerzas del orden: “¿Cómo puede ser que no haya ninguna detención?”. Previamente, el intendente había dado rienda suelta a su indignación a través de su cuenta de Twitter. Desde las redes, acusó a “patotas” de atacar la Municipalidad.
Finalmente, los trabajadores portuarios, deseperados por la incertidumbre su trabajo y su salario, siguieron su derrotero hasta la sede local de la Gobernación. Allí, pese a que allí se encontraron con guardias de seguridad apostados en el ingreso y las puertas cerradas de manera hermética, se mantuvieron firmes a la espera de los resultados de la reunión.
Hoy puede ser un día clave para saber si podrán pasar las Fiestas en paz y con trabajo.