Cheques rechazados y pedidos de embargo suman un nuevo capítulo a los grandes defaults que conmovieron al agro sobre el fin de año pasado, los de Surcos y Los Grobo.
Embargos y rechazo de cheques suman presión a los default en el agro
Se agravan los problemas de Surcos y Los Grobo, las firmas que sacudieron el negocio agrícola sobre el fin de 2024
Surcos, una de las principales compañías argentinas del sector de insumos agroquímicos, informó que le impusieron un embargo por $ 21,6 millones ordenado en el marco de un juicio ejecutivo iniciado por Finlatina. En paralelo, según los registros del BCRA, la firma registra cheques rechazados por falta de fondos por un total de $ 300 millones, complicando aún más su panorama.
En un comunicado, Surcos aclaró que aún no fue formalmente notificada de la acción judicial pero aseguró que ejercerá su derecho de defensa. La compañía enfrenta vencimientos impagos de pagarés bursátiles por un valor superior a los u$s 3,5 millones y más de $ 9.300 millones en moneda local, con compromisos que se extienden hasta mediados de 2025. Además es objeto de un proceso penal impulsado por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Como parte de sus intentos por estabilizar la situación, la compañía negocia con sus acreedores para reestructurar su deuda, que supera los $ 100.000 millones.
Los Grobo
También se agravó la situación del Grupo Los Grobo, uno de los mayores conglomerados del agro argentino. Después del default bursátil comenzaron a rebotar cheques. En los primos días de este 2025 se registraron cheques sin fondos por un monto superior a $ 1.800 millones, según datos del BCRA. Entre el 2 y el 6 de enero, Los Grobo Agropecuaria presentó cheques rechazados por $ 1.376 millones, mientras que Agrofina, empresa elaboradora de fitosanitarios controlada por el mismo grupo, sumó otros $ 450 millones.
Esta situación generó preocupación entre los productores que entregaron granos a Los Grobo con precio a fijar y que aún no recibieron el pago correspondiente. La cesación de pagos por parte de la empresa, que incluye el incumplimiento de pagarés bursátiles y obligaciones negociables por más de $ 500 millones, llevó a muchos de estos productores a solicitar la inmediata liquidación de sus operaciones para asegurar el cobro. Sin embargo, la mayoría no logró efectivizar el pago, incrementando la incertidumbre en el sector.
Temor en cadena
El default de la firma amenaza con golpear a miles de productores. Sin dar nombres propios, las rurales del norte bonaerense lanzaron recientemente un fuerte comunicado: “El sector agropecuario no debe presentar como propios los problemas particulares derivados de la vinculación con tal o cual empresa, estos son riesgos empresariales que cada uno asume y, por lo tanto, no constituyen un problema estructural del agro”.
Sin embargo, apuntaron que “sí representa un problema estructural el hecho de competir con estructuras poco transparentes, a las que se les ha hecho la vista gorda”.