Este viernes se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Rurales, en reconocimiento al papel decisivo de las mujeres en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. Fue establecido por Naciones Unidas en diciembre de 2007 y se observó por primera vez el 15 de octubre de 2008.
"Buscamos achicar las brechas en el patrimonio productivo"
Deolonda Carrizo, de 41 años, madre de tres hijos, es histórica dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase).
Para la ONU, las mujeres rurales son "clave para un mundo sin hambre ni pobreza. Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres no sólo es lo correcto, sino que es un ingrediente fundamental en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la desnutrición", reza un documento de la organización.
El texto afirma que "las mujeres representan algo más del 40% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, pudiendo llegar a más del 50% en determinadas partes de África y Asia. Sin embargo, se enfrentan a una discriminación significativa en lo que respecta a la propiedad de la tierra y el ganado, la igualdad de remuneración, la participación en la toma de decisiones de entidades como las cooperativas agrarias, y el acceso a recursos, crédito y mercado para que sus explotaciones y granjas prosperen".
Todo ello se traduce "no sólo en el empeoramiento de su calidad de vida, sino en un obstáculo mundial para acabar con la pobreza y el hambre ya que, si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría entre 2,5 y 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente entre un 12% y un 17%", afirmó la La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hace una década. Hoy esa afirmación conserva la misma firmeza y vigencia.
Campesina
La titular de la Dirección de Género e Igualdad del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, Deolinda Carrizo, histórica dirigente Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase)afirmó que desde su área buscan “contribuir y trabajar en pos de achicar las brechas de desigualdades que hay en la ruralidad”, dijo, en el marco del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Según los últimos datos relevados por el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (Renaf), en Argentina el 45% de las personas registradas en núcleos de la agricultura familiar son mujeres (152.293), y sólo el 10% de estos núcleos se identifican con jefatura femenina. Estos números _dados a conocer en agosto de 2020_ ponen de manifiesto que si bien existe una participación significativa, la mujer se encuentra asimétricamente valorada.
En este marco, Carrizo sostuvo que una de las grandes problemáticas que afrontan las mujeres rurales en la Argentina “es el acceso a la tierra y al agua” y que por ello, desde el Ministerio lanzaron el Programa “En Nuestras Manos” que apunta a mejorar las condiciones de producción, agregado de valor y comercialización de proyectos de desarrollo rural de mujeres de la agricultura familiar, campesina e indígena y de la pesca artesanal.
La dirigente del Movimiento Nacional Campesino Indígena, planteó que a través de este programa buscan “achicar las brechas en el patrimonio productivo” y para ello se trabaja en tres líneas: acceso a herramientas, maquinarias y nuevas tecnologías; brindar fondos rotatorios y capital comercial para proyectos ya financiados afectados por la pandemia; y unidades productivas agroecológicas para refugios de mujeres víctimas de violencia.
Las mujeres representan alrededor del 50% de la fuerza formal de producción de alimentos en el mundo y ocupan un rol predominante en la producción de alimentos a pequeña escala, la preservación de la biodiversidad y la recuperación de prácticas agroecológicas. Según Naciones Unidas en América Latina solo un 30% de las mujeres poseen tierra y apenas el 5% tiene acceso a asistencia técnica.
Desde la Dirección que conduce Carrizo, informaron que desde el programa En Nuestras Manos hay un total de 182 proyectos aprobados que involucran a 2.707 mujeres del país. “Hemos tenido la presentación de más de 700 proyectos En Nuestras Manos, los cuales han superado la expectativa porque ha sido lanzado en plena pandemia y el trabajo y el esfuerzo que han hecho las mujeres ha sido tremendo y se han presentado”, explicó.
En noviembre de 2020, el Ministerio de Agricultura creó la Unidad de Transversalización de Perspectiva de Género, con el objetivo de promover la igualdad de géneros en todos los ámbitos de incumbencia de la cartera nacional. En este marco, Carrizo señaló entre las acciones que se encuentran realizando se basan en la modificación de las planillas del Renaf para recabar la información de las horas que las mujeres dedican al trabajo en la agricultura y a las tareas de cuidado que tienen en los espacios productivos.
“Es una encuesta que nos dará esa precisión de las horas que las mujeres tienen y que hoy no está contemplado, para que se tenga también el registro de las horas trabajadas, de las horas que las mujeres dedican al trabajo en la agricultura familiar, campesina e indígena”, explicó la funcionaria.
Invisibilizadas
El trabajo que realizan las mujeres rurales presenta la particularidad de estar doblemente invisibilizado, ya que el aporte de las mismas se encuentra dividido entre lo que se considera trabajo “productivo” y trabajo “reproductivo”, asociado a las tareas de cuidado y alimentación de las familias campesinas.
Tal como plantean desde los fundamentos del programa En Nuestras Manos, existe una coincidencia en la ausencia de salario para ambas actividades, lo que supone un lugar de pérdida de derechos para las mujeres rurales. Asimismo, esta situación de desigualdad se complementa con las brechas de género patrimonial y financiero, ya que al no ser dueñas de la tierra que trabajan, ni de los bienes inmuebles, también incide en su falta de acceso al crédito al no contar con las garantías tradicionales requeridas.
Semillar
Carrizo resaltó entonces el programa Semillar que es “fruto del proceso de un trabajo de las organizaciones” y que “viene a reconocer el trabajo que históricamente las mujeres han hecho en la agricultura familiar, que es la conservación, multiplicación y cuidado de las semillas”.De acuerdo al último relevamiento realizado por el Renaf, existen un total de 190 mil familias registradas, es decir, 406.700 personas, de las cuales un 76% se dedica a la agricultura, un 55% a la ganadería y un 7% a la agroindustria.
Desde 2019, se registraron 21 mil familias más, que significan un total de 42 mil personas. De estos 42mil nuevos, 25.333 son mujeres. De esas mujeres, 8.669 son titulares del Núcleo de agricultura Familiar.