El escenario viró de la complejidad impulsada por protocolos, áreas periurbanas, manejo de agrotóxicos, efectos frente al cambio climático y sostenibilidad del ambiente, hacia una búsqueda de convivencia o paz asociada con lo colaborativo y un espacio con lugar para todos. Esta semana, Faro, la jornada organizada por Agroactiva que enfocó hacia el rumbo de las tecnologías disponibles para las aplicaciones eficientes, alertó sobre el cambio tecnológico y reclamó por un fuerte análisis estatal, político y productivo.
Impulsan un camino híbrido entre productos químicos y biológicos
La jornada Faro organizada por Agroactiva, anticipó un principio de compatibilidad entre los insumos agropecuarios. El rumbo en tecnologías de aplicaciones eficientes
Al mismo tiempo, insistió por un incremento en la producción de alimentos y una mejor calidad de lo que se produce, remarcando que los gobiernos deben ser la parte más importante en esta partida.
En el encuentro, del que participaron el secretario de Agricultura y Ganadería de Santa Fe, Ignacio Mántaras y el intendente de la ciudad de Rosario, Pablo Javkin, se sacaron muchas conclusiones que pasaron por potenciar las regiones Litoral y Centro, como si se trataran de nuevos Estados productivos para enfrentar un posible 2025 de menos tolerancia en el sector, ya que el cierre del año en curso los deja sin ninguna medida favorable, entre todas las reclamadas. Incluso, sin una ley o normativa clara para la aplicaciones de agroquímicos y fertilizantes.
Por ahora, se habla que tanto el municipio como la provincia están juntando conocimiento, para comenzar a digerir los cambios que van reemplazando a la actividad humana por la inteligencia artificial, los avances tecnológicos y la necesidad de abandonar los enfrentamientos no cooperativos.
“Vamos a tener que incorporar en nuestro paradigma productivo las regulaciones vinculadas a la producción”, subrayó el intendente Pablo Javkin agregando que la interacción del campo con la ciudad debe venir a través de la innovación, sostenibilidad y un rol más colaborativo.
Al mismo tiempo, centró a Rosario como capital del empuje biotecnológico del país o un polo mundial de talla fuerte y, a manera de reclamo, les pidió a los empresarios y dirigentes presentes que acompañen la necesidad de hacer comprender que donde se produce la riqueza, no es donde se distribuye para el desarrollo del país.
“El debate debe partir del interior”, enfatizó señalando que la producción de alimentos, la industria y la biotecnología siguen siendo los grandes financistas –obligados- de la Nación.
Biológicos y químicos
En Faro se notó con claridad que es posible la compatibilidad entre los biológico y químicos. Entonces, la eficiencia de las aplicaciones para un campo más sustentable va por lo complementario, por encima de otros reclamos más fundamentalistas o imposibles de atender ante la velocidad del crecimiento demográfico, frente al desarrollo productivo.
“Para que sean efectivas y de menor impacto se necesita más eficiencia; es decir, entre tantos factores que deben ser tenidos en cuenta, las mezclas homogéneas son clave para que el agua, activos y los excipientes lleguen al tratamiento de cualquier plaga, enfermedad o maleza de la mejor forma posible, eso se logra si impulsamos aplicaciones más sustentables y sostenibles en el tiempo”, resumió Belén Aguer, responsable de laboratorio de la firma Rizobacter.
Comentó que se viene haciendo mucha extensión y capacitación hacia el sector para generar mejores prácticas. “Es la única forma de lograr que no se siga escuchando que hay muchos pasos que no se hacen tan bien. Necesitamos ir mejorando y este es uno de los caminos para lograrlo”, dijo remarcando lo crucial que es hacer llegar cada gota de una aplicación a donde corresponde.
A su tiempo, habló de la correcta formulación de los caldos, la calidad del agua, los adyuvantes adecuados para lograr aplicaciones con éxitos y no con pérdidas.
La discusión que fue llevada al mundo de las aplicaciones foliares, no dejó afuera a los productos biológicos que se presentaron como tecnológicas eficaces para complementar la batería de formulaciones químicas ya existentes.
“En casos puntuales se están sustituyendo o cubriendo nichos a los cuales no llegan los químicos”, referenció Facundo Ramos, líder de investigación y desarrollo de Rizobacter, aclarando que no se trata de una disputa hacia los otros sistemas, sino una búsqueda de los mejores resultados agronómicos con el menor costo económico.
Productos con innovación
Ramos remarcó que las herramientas biológicas son funcionales a estos objetivos y parte del comienzo de un crecimiento tecnológico cada vez más grande, por encima del 10% anual. “Se encuentran estimuladas por nuevas tecnologías y desarrollos científicos asociados a la posibilidad de caracterizar genómicamente y utilizar la inteligencia artificial para interpretar y gestionar la información generada y el desarrollo de la nanotecnología.
Sobre este último tema habló Matías Figliozzi, de la startup marplatense Unibaio, experto en esta tecnología de punta que se basa en la modificación de materiales a escala molecular.
Lo nuevo está mostrando que se pueden incorporar elementos que logran generar reacciones en las plantas y en consecuencia, esto facilita la acción de pulverizar con menos dosis.
El logro no es simple, se está ensayando en EEUU. y a partir del 2025, las pruebas se trasladarán a la Argentina. “Podemos aplicar menos agroquímicos y tener los mismos resultados. Con glifosato, llevamos dos años de pruebas a campo y pudimos reducir un 40% la utilización del producto, teniendo el mismo efecto en el control de malezas”, enfatizó Figliozzi apuntando a la reducción de costos en productos químicos y aplicaciones.
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Esta tecnología, bastante curiosa para los productores, no es más que un polvo que como acondicionador biológico se agrega en los tanques donde se colocan los herbicidas, quedando en suspensión hasta perderse en la formulación. Ahora, al aplicarlo, las plantas lo detectan y reaccionan abriéndose mucho más para recibir lo que se está pulverizando. En este caso, lo hacen las malezas y mueren mucho más rápido y con menos aplicaciones.
Otro detalle, es que si esto se aplicara en combinación con otros productos para proteger al cultivo de otros ataques, hay una gran sinergia tanto en herbicidas, funguicidas y fertilizantes. Todo pasa por una mayor eficacia, usando menos. También por aumentar las respuestas naturales de las plantas y su capacidad de absorción mediante nuevos beneficios, que se logran con nano partículas y estas nuevas técnicas.