La producción de trigo en Argentina sigue en retroceso. La última estimación de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) volvió a recortar esta semana en casi 2 millones de toneladas el volumen total, para ubicarlo en 11,8 millones, un guarismo que tiene correlato con los datos que difundió el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) que redujo la cosecha en el mismo nivel, aunque estimó que podría llegar hasta las 15,5 millones de toneladas, debido a la sequía y las heladas tardías que afectaron la región agrícolas en los últimos meses.
El trigo sigue en picada y va camino a la peor cosecha en siete años
El cultivo de trigo atravesó momentos críticos por la falta de agua.
“Fue inédito que en octubre se produjeran cuatro heladas devastadoras, una por cada fin de semana”, indicó GEA en un informe especial difundido ayer y detalló que “se espera la peor cosecha de los últimos siete años”.
Pero además, el agua también jaquea a la soja, el cultivo que se esperaba sería el reemplazo natural de la baja producción de maíz de primera. Los productores de soja de la provincia de Santa Fe iniciaron la siembra de la oleaginosa condicionados por la falta de agua útil en la cama de siembra y el proceso acumula un retraso del 30% respecto de la campaña anterior, con una intención de cubrir un millón de hectáreas, informaron el Ministerio de la Producción y la Bolsa de Comercio santafesina.
En su relevamiento semanal, señalaron que hasta el momento se ha sembrado entre el 15% y el 17% de los lotes destinados a ese cultivo, y que hay productores que no están convencidos de seguir adelante con las tareas para implantar soja temprana.
Ante esto, el Banco Nación anunció esta semana la puesta en marcha de una línea de crédito por un monto total de $ 5.000 millones para asistir a pequeños y medianos productores de todo el país afectados por heladas tardías y sequía. La medida forma parte del paquete de ayuda anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, que incluye un dólar preferencial, líneas de crédito a tasa cero y el acceso al programa de Recuperación y Sostenimiento Productivo (Repro), en el marco de la ley 26.509 de emergencia agropecuaria, que otorga beneficios para los productores afectados.
El reporte de GEA detalló que la falta de agua ya era una limitante a la siembra de trigo, (restó 1 millón de hectáreas respecto del área implantada en el 2021), pero de todas formas se esperaba un horizonte productivo de trigo para Argentina en torno a los 18 millones de toneladas. Sin embargo, la profundización de la sequía y el golpe de las heladas tardías torcieron abruptamente el panorama. “La nueva estimación es de 11,8 millones de toneladas, versus los 13,7 millones proyectados en octubre”, detalló GEA. También indicó que la producción será inferior al ciclo 2017/18.
Aunque con un piso un poco más alto, el Usda difundió ayer las proyecciones de la campaña fina de Argentina y planteó que podría llegar a 15,5 millones de toneladas, pero hizo un recorte de 2 millones respecto del informe previo. Además, el organismo estadounidense redujo la proyección de exportaciones de 12 a 10 millones de toneladas del cereal y recortó en 500 mil toneladas la previsión de cosecha de soja para ubicarla en 49,5 millones para la próxima campaña, en su informe mensual de oferta y demanda mundial de granos.
Los datos que semanalmente aporta GEA y surgen del relevamiento de las diferentes estaciones en distintas zonas del país muestra que en junio ya se alertaba por el peor escenario de siembra que enfrentaba el trigo en Argentina. Y en julio, se planteaba que Buenos Aires también estaba muy afectada, sufriendo la peor falta de agua de los últimos 15 años. “Alertábamos entonces, que en los años de menor producción, el trigo fracasa en Buenos Aires y a la vez en el resto de la región pampeana y que esto podía suceder en este ciclo, pero lamentablemente, este escenario incluso fue peor: toda la Región pampeana se sumó la presencia de heladas tardías durante todo octubre”, indicó el reporte de ayer.
Esto es lo que se refleja en el rinde país. La estimación de noviembre es de 23,3 quintales por hectárea (qq/ha), versus 31,5 qq/ha de promedio en los últimos 5 años. “Para encontrar un rinde más bajo hay que retroceder hasta la fatídica campaña 2008/09 donde el rinde del país estuvo por debajo de los 20 qq/ha y Argentina produjo tan solo 7,5 millones de toneladas”.
Por otra parte, desde el organismo que depende de la Bolsa de Rosario señalaron que a pesar de que se aplicó todo la tecnología necesaria para que el potencial triguero supere los 18 millones de toneladas, “el escenario actual pasa por una enorme incertidumbre y puede seguir habiendo nuevos recortes”.
De hecho, el guarismo de noviembre tiene en cuenta 5,9 millones de hectáreas sembradas con trigo y una pérdida de superficie de 830 mil hectáreas.