Con dos semanas de retraso, comenzó la campaña 2024/25 en la región núcleo triguera. Así lo señaló la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su panorama semanal, en el que se indica que las demoras registradas en la cosecha gruesa y la presencia de lotes sin barbechar provocaron un desfase en el inicio de la siembra, que actualmente cubre el 9,7% de las 6,2 millones de hectáreas proyectadas, quedando 10,5 puntos porcentuales por detrás del promedio de las campañas 2018/23. Progresó la soja.
La cosecha de soja cerró en la región y avanza el trigo
La BCR mantuvo su proyección de producción soja en 50,5 millones de toneladas. Comenzó la campaña 2024/25 en la región núcleo triguera.
“El escenario favorable en términos de oferta hídrica y la mejora del margen bruto del cereal motiva a los productores a incrementar el área a sembrar, dando lugar a una expansión interanual hasta el momento de un 5,1%”, dijeron los analistas de la Bolsa.
Por otro lado, luego de un progreso intersemanal de 8 puntos, el avance de la cosecha de soja cubre el 86% de la superficie apta nacional. La entidad mantiene su proyección de producción en 50,5 millones de toneladas.
En la región núcleo sojera, la cosecha terminó. La Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que se recolectaron casi 18 millones de toneladas de producción. Esto pese a que se sembraron 450 mil hectáreas menos que lo previsto.
Según imágenes satelitales, se sembraron 4,56 millones de hectáreas con soja en el ciclo 2023/24. Fue la segunda menor campaña de las últimas dieciséis. Pero, tras más de un mes de retraso, la cosecha terminó y arrojó mejores rindes. Marcó 40,5 quintales por hectárea, compensando la pérdida de área.
Tras un fuerte retraso, pero con mejores rindes, “terminó la cosecha de soja más difícil de los últimos años”. El rinde superó los 37 qq/ha que se esperaban. Por eso la producción también fue mayor, pese a la menor superficie. Se cosecharon 17,94 millones de toneladas.
El impacto del clima en la soja
Desde su arranque, la cosecha de soja estuvo atravesada por la problemática de excesos de lluvias. En el mes de marzo, la región núcleo acumuló más de 300 milímetros en el este de la región. Esto produjo severos problemas de calidad en las zonas más afectadas, como infección de hongos como Cercospora y pérdida de rinde en las zonas que recibieron más de 300 a 350 mm. Se sumaba además, la retención de hojas y tallos verdes en lotes muy afectados por el calor. En abril, pese a las lluvias, esta vez el agua fue para el oeste. La trilla continúo como se pudo, incluso entrando a los lotes condiciones sin piso y con humedad del grano muy por encima del óptimo. Las plantas estaban en condiciones muy vulnerables y las pérdidas por desgrane iban en aumento. El freno de las lluvias en mayo permitió terminar la cosecha, pero con un atraso de casi 30 días respecto al promedio de las últimas cinco campañas.
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Mientras, el trigo sigue mostrando entusiasmo y la intencionalidad de siembra pasa de un 8 a un 10% por encima del ciclo pasado. “En los últimos días se han incrementado las consultas de los productores para seguir sumando hectáreas. Pero se están acabando las provisiones de semillas en el mercado”, dicen técnicos de Carlos Pellegrini.
La fertilización
“Las siembras se realizarán con buenas dosis de fertilización. En cuanto a la financiación, se está ofreciendo financiar en dólares sin tasa para la compra de semillas y a baja tasa para fertilizantes y agroquímicos en algunas empresas”, destacan. Al respecto, en Colón, los técnicos dicen que “se planea una inversión considerable en tecnología y fertilización, con aplicaciones fraccionadas que rondarían los 150 kg/ha de urea, 100 a 120 kg de fósforo durante la siembra y otros 100 a 150 kg de urea durante el ciclo del cultivo según cómo evolucione. Si el clima acompaña, apuntamos a rendimientos de 60 a 70 qq/ha”.