La siembra de trigo comenzó en el centro norte de Santa Fe, en medio de un cambio de contexto que comienza a jugar a favor de un aumento en la superficie a implantar. Por la suba de los precios internacionales, los márgenes mejoraron en los últimos 15 días, con una relación entre urea y trigo por debajo de mayo 2021.
La siembra de trigo arrancó en Santa Fe con buen clima
En el centro norte de la provincia se implantaron los primeros lotes. En los últimos días, por la suba de precios, mejoraron los márgenes
Según el Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, se estima que se sembrarán 465.000 hectáreas con el cereal en el centro norte de la provincia, 6% más que en el ciclo anterior. Entre el 8 y 14 de mayo de 2024 ingresó a la región un centro de alta presión que originó estabilidad y un importante descenso de la temperatura y la humedad ambiente.
Este cambio permitió un intenso y significativo avance del proceso de cosecha, en los departamentos del sur y centro del área de estudio, no así en los del norte, donde persistió la inestabilidad con elevados contenidos de humedad ambiente, de grano o de los suelos.
Se inició así, un nuevo ciclo de cosecha fina, bajo óptimas condiciones ambientales y con disponibilidad de agua útil.
Este avance empalma con un cambio favorable en el contexto de mercado. La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que en la región central del país, la intención de siembra de trigo pasó de una caída de 5% respecto del año pasado a una suba de 5%. Este vuelco se dio en quince días.
“La segunda encuesta sigue presentado grandes diferencias de intencionalidades: va de -20% a +20%, aunque la mayor cantidad de datos empieza a estar entre sembrar igual o un 10% más de trigo”, señalan Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo, autores del informe. En promedio, el pronóstico es una suba de 5% para toda la región. Y esto es porque aparecieron importantes señales positivas.
A saber: subió el precio y mejoraron los márgenes; el trigo es la forma más segura de mantener gramíneas en las rotaciones, frente al temor desatado por la chicharrita en el maíz; la cosecha fina genera un ingreso de capital a mitad de campaña y se diversifican los riesgos; y hacer soja de primera en campo alquilado es caro, en comparación a los márgenes del doble cultivo.
Los factores que tiran en contra son el alquiler y el temor a la Niña. “Los márgenes en campo alquilado siguen siendo bajos para el cultivo, según como se renueven los alquileres va a impactar en la siembra”, señalan los técnicos en General Pinto. Y agregan: como no se terminó con la cosecha, entre los aumentos de fletes, secado, áreas que no puedan cosecharse y la incertidumbre de cuanto rendirá el maíz tardío (por la chicharrita) hay “un costo oculto que el productor necesita saber para entender cuanto poder de negociación le deja esta campaña”. Pero hasta que no se termine de cosechar será imposible tener esa certeza.
En Marcos Juárez y en los alrededores de Rosario cunde el temor al regreso de la Niña, no solo por el miedo la falta de agua en octubre, cuando se define el rinde triguero, sino por el posible fracaso de soja de segunda al comenzar su ciclo con el perfil vacío por el trigo. Al respecto, la GEA, citando a Alfreo Elorriaga, presentó un dato tranquilizador. El índice del Dipolo índico estaría en fase neutral entre septiembre y octubre, anulando su acople con la Niña. Esto aumentaría la probabilidad de contar con lluvias casi normales entre octubre y noviembre.
En las últimas semanas, se observó una significativa mejora en los márgenes del cultivo de trigo, apuntalada por una nueva suba en el precio del cereal para la posición diciembre 2024. Según la última actualización de precios al 16 de mayo, los márgenes en campo propio mejoraron 73 u$s/ha en 15 días, pasando de 147 u$s/ha a 220 u$s/ha. En campo alquilado, mejoraron en 79 u$s/ha, pasando de un incipiente margen positivo de 10 u$s/ha hace dos semana atrás, a 89 u$s/ha actualmente.
Estos movimientos impactaron sobre los rindes de indiferencia, con una significativa reducción. En dos semanas, pasaron de 39 qq/ha a 36 qq/ha en campo alquilado. Y en campos propio pasó de 33 qq/ha a 31 qq/ha. “La relación urea/trigo en la actualidad (2,3)se encuentra por debajo de la registrada en mayo de 2021 (2,4), un año en el que se alcanzó cosecha récord de trigo”, dijeron desde el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa rosarina.