A una semana de lanzarse la siembra de 3,2 millones de hectáreas de soja de primera hay muy buenas reservas en el 95% de la región y ánimos renovados. La Guía Estratégica para el Agro (GEA) relevó una intención de dejar de lado las estrategias de sobrevivencia para tomar la ofensiva con nuevas variedades de semillas.
La soja arranca con agua y más tecnología
La siembra de la oleaginosa está a punto de comenzar. Los relevamientos de La Guía Estratégica para el Agro detectan la decisión de avanzar con un planteo más ofensivo
La soja arranca una nueva campaña con mejores expectativas.
“Hace cinco años que la siembra de soja no comenzaba con agua, los mapas en rojo caracterizaban las imágenes semanales de reservas de agua a la región núcleo en los últimos cuatro años”, recordaron desde el servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario. Pero esta campaña, aseguran, muestra un escenario distinto: el 95% de la región núcleo presenta reservas hídricas adecuadas a abundantes, incluso con excesos por sectores.
Ambiente húmedo
Este año, el desafío pasa por sembrar lotes demasiado húmedos que apenas secan entre tormentas semanales. “El panorama es totalmente diferente; es una campaña atípica, con abundante agua y decisiones que se van ajustando sobre la marcha”, resumen los técnicos de Junín.
Los primeros lotes se sembrarán la próxima semana y el ritmo se generalizará hacia fines de noviembre. Se espera cubrir unas 3,2 millones de hectáreas, 200 mil menos que el año pasado. “Se observa un porcentaje muy alto de superficie ocupada por cultivos invernales y maíz temprano”, dicen los técnicos.
Con perfiles cargados, se esperan mejoras tecnológicas en la oleaginosa. “Podría verse un leve aumento en los niveles de arrancador, pero el foco está puesto en invertir en semillas y en el control de malezas”, señalan los técnicos. Este año se nota una fuerte adopción de variedades resistentes a determinados principios activos herbicidas, especialmente para enfrentar el avance del yuyo colorado. Esta maleza sigue ganando terreno y ya se la está viendo “antes de lo que suele aparecer”, advierten.
Maíz temprano
Por otra parte, el 90% del maíz temprano ya está implantado. Había temor a no llegar poder sembrar las 1,66 millones de hectáreas a que se intencionaban por las lluvias. Pero finalmente, ya casi se termina en esta semana la siembra, con dificultades y muchos contratiempos por los caminos y las condiciones de siembra, pero a tiempo para ir en busca del máximo potencial. También en esta semana, los técnicos destacan cambios de estrategias en la aplicación de fertilizantes para ser eficientes ante el gran nivel de agua que se recibe.
“En trigo y maíz se está utilizando mucho la fertilización dividida para mejorar la eficiencia de absorción en distintos momentos del ciclo”, detallan. Esta práctica, resultó clave para reducir pérdidas de nutrientes en trigo tras las lluvias abundantes de los últimos meses. Ahora se la aplicó al maíz. Los asesores coinciden en que la mayor inversión tecnológica se concentra en la fertilización de los cereales. “Son los que más responden a una mejora en la nutrición, especialmente en la fertilización nitrogenada”, explican.
En los alrededores de Junín, la campaña gruesa avanza con dificultades. “La siembra de maíz se volvió una odisea”, resumen los técnicos de la zona, donde los excesos hídricos vienen marcando el ritmo de las labores. “Ya van cuatro fines de semana seguidos con lluvias de entre 20 y 30 milímetros y los campos siguen sin secar”.
Las áreas más complicadas se concentran al noreste de Junín, sobre todo hacia Chacabuco y Rojas, y también al sudoeste, en las zonas de Laplacette, Bermúdez y Saforcada. En cambio, hacia el norte la situación muestra algo más de alivio.
Entre las lluvias constantes y los fuertes vientos de las últimas tormentas, muchos productores no lograron completar la siembra de maíz temprano. En varios casos, entre el 20% y el 50% de la superficie prevista deberá pasarse a fechas tardías.
Los barbechos para la siembra de soja están demorados y los lotes esperan una ventana de estabilidad que por ahora no llega.
Trigo excelente
El trigo, por otra parte, está atravesando su periodo más crítico para la determinación del rendimiento (hay un 15% en floración) con el 85% del área entre excelente y muy buenas condiciones. Las buenas reservas de agua sostienen la expectativa de rindes por encima de 40 qq/ha. En Colón lo sintetizan así: “la situación de los cultivos es inmejorable”. Este año, además, aprovechando el contexto hídrico, mejoró la fertilización en el cultivo: en promedio se aplicaron 250 kg/ha de urea y 120 a 130 kg/ha de fósforo.
Aunque la presión de mancha y roya amarilla fue alta, los fungicidas vienen respondiendo bien en la región. En Junín advierten que el clima ideal para los hongos —con calor, humedad y viento— potenció la incidencia, y algunos lotes podrían requerir una segunda aplicación. De cara a las próximas semanas, la fusariosis asoma como el principal riesgo: las temperaturas durante el llenado de grano serán determinantes.