“La soja de primera está con estrés y perdiendo rindes en suelos regulares y malos”, lanzaron como advertencia los especialistas de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario y pusieron sobre la mesa una de las principales preocupaciones que azotó esta semana al sector. Las altas temperaturas de la última semana están deteriorando los cultivos de la campaña gruesa en momentos claves de definición para los rindes.
La soja de primera está sintiendo los estragos del calor
La campaña gruesa generaba muchas expectativas al punto que fueron creciendo las estimaciones de producción en los últimos meses, pero ahora aparecen dudas de la mano del clima cálido y seco en la Argentina, indicó esta semana el Investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, quien explicó que aún así, las buenas perspectivas permiten inferir que una mayor producción de soja permitirían compensar las bajas en el mercado de Brasil, donde se estima una cosecha más acotada, tanto para la oleaginosa como para el maíz.
Según GEA, la soja de primera está en el momento más sensible de definición de rinde con máximas de 38°C. “Si en 15 días la situación no cambia, lo que hoy pasa en suelos malos, pasará en los buenos y la cosecha se desplomará”, indicó el reporte y agregó que “en siete días, el área bajo condiciones muy buenas a excelentes pasó de 90% a 65% y el 10% de los lotes está entre regulares y malos”.
Las esperanzas están centradas en la posibilidad de chaparrones y tormentas aisladas a partir del sábado, pero el calor seguirá dominando. “Por primera vez las condiciones de circulación de la escala regional están neutralizando por completo la influencia positiva de El Niño. Los pronósticos indican que la ausencia generalizada de lluvias se mantendrá durante la primera semana del nuevo mes”, dice el consultor Alfredo Elorriaga.
Actualmente, el 60% de la soja de primera está entre R4 y R5, es decir, llenando granos y el resto está atravesando R3, o desarrollo de vainas.
“La soja de primera venía muy bien hasta esta semana que comenzaron los calores y la falta de lluvias empezó a manifestarse en lotes de inferior calidad. Y esto está pasando en gran parte de la región núcleo”, indicó GEA.
De este modo, vaticinaron que “la perspectiva de una gran campaña empieza a diluirse y el primer eslabón que cede son los suelos de baja calidad, en donde está habiendo un marcado estrés y pérdida rinde”.
Por otra parte, la situación de los cultivos tardíos genera “temor” indicaron desde GEA por la sincronización floral en maíz y por pérdidas de plantas en sojas de lotes de baja aptitud agrícola.
“Tras 10 días sin lluvias y temperaturas extremas la situación de soja de segunda y maíz tardío (y/o de segunda) es preocupante”, indicaron y también se repite el fuerte desmejoramiento en la condición de cuadros, especialmente en aquellos de inferior potencial productivo y los sembrados en las últimas fechas.
“No tienen un desarrollo radicular suficiente para amortiguar la escasez de agua”. En el caso de los maíces tardíos, el 30% de los cuadros se encuentra en pleno periodo crítico por lo que hay incertidumbre en cuanto a la viabilidad del polen y la sincronización floral. Sin embargo aún se conservan en estado excelente y muy bueno un 45% de los cuadros, un 50% en buen estado y solo un 5% en condiciones regulares.
En el caso de la soja de segunda, se ha registrado una disminución del área bajo condiciones excelentes a muy buenas con respecto a la semana anterior, pasando de 65% a 48%. El resto se reparte en condiciones buenas para el 35% del área y en condiciones regulares a malas en el 17% del área. Sobre esta última categoría entraba el 5% del área hace sólo una semana.
Si bien el cultivo está fuera de la ventana crítica -el 100% de los cuadros están entre estado vegetativo y R3-, existe una creciente inquietud ante la posibilidad de pérdidas de plantas o incluso lotes completos, especialmente en áreas de baja aptitud agrícola.
Menos márgenes
En este contexto hay dos factores que están poniendo muy nervioso al sector. Por un lado, como dicen en Marcos Juárez, “asusta el pronóstico de altas temperaturas y no tener lluvias importantes a la vista”. La otra cuestión tiene que ver con los márgenes. “En la campaña anterior había costos de producción muy altos por alquileres e insumos y el ciclo 2023/24 sigue presionado por esos dos importantes ítems dentro de la estructura de costos, pero se le suma precios muy inferiores a los del año pasado”, indicó GEA.
En el primer informe de enero, GEA ya había explicado que, “aun produciendo un 25% más que en la anterior campaña fallida, no se compensan resultados promedios valorizados a enero del 2023”. Por otra parte , la inflación que se aceleró fuertemente en diciembre y enero impacta en los costos de producción.
Esta semana la Secretaría de Transporte oficializó un aumento del 81,25% en la tarifa de referencia para los servicios de autotransporte de carga de jurisdicción nacional de cereales, oleaginosas, afines, productos, subproductos y derivados, a través de la resolución 2/2024 publicada en el Boletín Oficial. El último aumento, de 37%, había sido realizado el 20 de octubre del año pasado.
De esta forma, los nuevos valores de referencia pasaron a ser de $ 4.279,47 por tonelada para los primeros diez kilómetros hasta $ 58.247,47 a partir de los 1.500 kilómetros, de acuerdo con lo detallado en el anexo de la resolución.
Centro norte
En el centro norte santafesino, el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) que elaboran la Bolsa de Santa Fe y el Ministerio de Producción, indicó que en la semana, “los cultivares de soja de primera manifestaron un muy buen progreso en la estructura de plantas, altura, cerrado de surcos, volumen de la masa foliar en la etapa de floración”. De todos modos, se están desarrollando incesantes tareas de monitoreo, seguimiento o control de insectos y se prestó mucha atención a nuevos ataques.
También los cultivos de maíz temprano, se encuentran en estadios de fin de floración y maduración fisiológica, maíz tardío en desiguales etapas de desarrollo vegetativo y en pleno proceso de cosecha con distintas realidades. Aún así, la semana mostró condiciones de estabilidad climática, buen tiempo y ascenso de las temperaturas medias diarias que permitieron una normal evolución de la cosecha gruesa. También se vieron favorecidos los procesos de implantación y cosecha.
Las dudas que imperan sobre el clima seco y cálido no dejan de generar expectativas de que Argentina llegue a una cosecha récord que podría compensar la caída de producción de Brasil, planteó Romano.
Sobre el fin de semana, en Chicago los precios de la soja fueron retrocediendo por el ingreso de la cosecha brasileña y los malos datos de exportación en Estados Unidos. Los contratos de marzo cotizaban en el rango de los u$s 442 la tonelada y la posición mayo u$s 445,98.
De todos modos, Romano alertó por la baja en la cosecha brasileña así como una menor intención de siembra de maíz en ese país, dos datos a tener en cuenta a la hora de mirar las cotizaciones.
“En maíz, el atraso en la siembra brasileña es cada vez más un dato y no una proyección”, dijo Romano y señaló que esta situación puso en vilo al mercado.
Explicó que esto se produce al mismo tiempo que en Argentina las estimaciones de producción crecen. “No sería raro que termine compensando alguna pérdida adicional en soja”, dijo Romano aunque “no así en maíz, donde las mermas serían importantes en Brasil”.