Con el 85% del área cosechada, la región núcleo alcanzaría 4,8 millones de toneladas de trigo, un 40% más de trigo que el año pasado. Los rindes superaron expectativas, especialmente en el norte bonaerense con promedios de hasta 50 qq/ha. Aunque lejos de los récords históricos, el repunte productivo trae alivio al sector, advierte el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Los rindes superaron las expectativas y habrá más trigo en Región Núcleo
Se alcanzarían los 4,8 millones de toneladas, un 40% más que el ciclo anterior. El repunte productivo trae alivio al sector agropecuario
En la zona núcleo el rinde promedio va de 35 a 50 qq/ha, informó la BCR.
“La producción de trigo sube 200.000 tn más respecto a la semana anterior. La suba está impulsada en la mejora en los rendimientos. La mayor parte de los lotes que restan cosechar se ubican en el norte de Buenos Aires. En esa zona, los rindes medios van de 35 a 50 qq/ha, como en Pergamino. Con este aumento, la producción asciende de 4,6 Mt a 4,8 Mt”, indicó el informe de la entidad rosarina.
Este año, con un 30% más de área sembrada y con 7,5 quintales por encima del rinde promedio de la campaña pasada (31 qq/ha), la región producirá casi 2 Mt más de trigo: 4.8 Mt vs. 2,88 Mt. Si bien queda muy por lejos de las mayores producciones de los últimos 10 años como la 2019/2020 con 6,9 Mt o la 2021/2022 con 7,8 Mt, los mejores resultados traen un alivio que llega en un momento crucial para los productores regionales, resaltaron los analistas Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo.
Respecto al maíz temprano, la BCR indicó que el 85% se encuentra en estado entre excelente y muy bueno.
Las últimas lluvias revitalizaron al maíz temprano en la región núcleo, donde 740.000 hectáreas (85%) del cultivo se encuentran entre muy buenas y excelentes condiciones, mientras que las 190.000 hectáreas restantes están en buen estado. “Los últimos milímetros que recibimos han empoderado al cultivo”, destacan los técnicos de Bombal, donde los lotes exhiben un desarrollo pleno.
La mayoría de los cultivos atraviesa su período crítico para la determinación del rendimiento. El 45% se encuentra en panojamiento, el 35% en floración, y un 15% ya alcanzó el estado de grano lechoso, impulsado por una adecuada disponibilidad hídrica. Sin embargo, desde Pergamino, los técnicos se muestran más cautos. “El estado general del cultivo es bueno y las lluvias ayudaron muchísimo, pero no aseguran atravesar todo el período crítico sin riesgos”, advierten. En Monte Buey, y Corral de Bustos los maíces también están muy buenos, pero las severas tormentas de granizo generaron preocupación. Algunos lotes sufrieron pérdidas de hasta un 80%. “Fueron varias mangas de granizo que golpearon fuerte la zona. Los sectores mas afectados son General Baldissera e Isla Verde, con daños significativos en algunos sectores”, lamentan los productores locales. Una situación similar afecta a los alrededores de Montes de Oca, donde el granizo dejó su huella en los cultivos.
Por otra parte, resta un 5% de la superficie sojera por sembrar. En una semana a puro ritmo se completó la siembra de la soja de primera y se avanzó fuerte sobre la de segunda, con más de 500.000 hectáreas implantadas, alcanzando un avance al 75%. Restan 325.000 hectáreas de soja tardía para cerrar el ciclo. Los sectores más rezagados de la región son el noreste y noroeste bonaerense, que apenas alcanzan el 60% y el 40% de avance, respectivamente, se precisó.
En cuanto al agua acumulada, la Bolsa indicó que diciembre aportó lluvias donde más se necesitaba. “El fin de semana pasado, se acumularon más de 45 mm en la franja que une a Rosario con Guatimozín. Rosario midió 86 mm; Pujato, 72 mm; Guatimozín y Bell Ville registraron 68 mm. Justamente, la zona de influencia del gran Rosario era la que había quedado desplazada de las últimas lluvias. Ahora, en esta zona, las reservas de agua van de adecuadas a óptimas. En el resto de la región, las reservas van de escasas a regulares (teniendo en cuenta el consumo de una pradera permanente al metro de profundidad). A pesar de haber tenido buena provisión de agua en los eventos anteriores, con el avance hacia el verano, comienzan a notarse los efectos del mayor requerimiento hídrico, tanto atmosférico como propio del desarrollo de los cultivos implantados”, resalta el informe.
Santa Fe al norte
El informe de la Bolsa de Comercio de Santa Fe resaltó que finalizó el ciclo del trigo en el centro norte santafesino. El rendimiento promedio del cereal fue de 25 qq/ha; porcentaje 5,5 superior al de la campaña 2023, y así se llegó a 944.650 tn de producción. Además, finalizó la siembra de la soja de primera con una superficie de 1.037.000 ha; unas 60.500 más que el ciclo previo.
En soja temprana se indicó que al mejorar las condiciones físicas de los suelos, los pisos y los accesos a los predios, por lo que la siembra se reanudó en su totalidad, con muy buen ritmo. Lo implantado con anterioridad presentó buena germinación, emergencia o crecimiento, procesos favorecidos por la recuperación del contenido de agua útil en los perfiles de los suelos.
Se logró el 100 % de la siembra, cuya intención inicial se estimó en 1.065.000 ha, por lo que la misma cerró con la superficie prevista de 1.037.000 ha y un incremento de 60.500 ha más, que lo concretado en la campaña anterior. Así mismo, dado el mejoramiento de las características ambientales, las realidades de los lotes y las condiciones físicas de los suelos, en forma progresiva y sin pausa, se normalizó la implantación de sorgo, algodón o soja tardía. La intención de siembra para la campaña 2024 - 2025 de soja tardía, se ajustó en 20.000 ha más, por lo que se alcanzarían unas 600.000 ha, fundamentada en los cambios climáticos ocurridos.
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El ciclo del cultivo de girasol, por su parte, avanzó de forma muy favorable, bajo condiciones ambientales adecuadas, que permitieron un normal crecimiento y desarrollo de la oleaginosa. Los cultivares se observaron en estado muy bueno a excelente, con algunos predios puntuales bueno a regulares.
Los cultivares se encontraron en diversas etapas de desarrollo, los más avanzados, en fin, de floración y los sembrados tardíamente, en estado vegetativo o principio de reproducción, sin inconvenientes.
En maíz temprano las condiciones ambientales favorecieron el normal crecimiento y desarrollo del maíz temprano, desde el inicio de su ciclo. La óptima humedad de los suelos, temperaturas adecuadas, así como la amplitud térmica de la semana, favorecieron aún más a los cultivares que expresaron todo su potencial genético. Hasta el momento, las condiciones sanitarias fueron buenas, sin presencia de insectos o enfermedades.