Las primeras proyecciones para la campaña 2025/26 de maíz muestran un mercado global “sano y con dinámica de compras importantes”. En el plano interno, el foco está puesto en las retenciones a la exportación. Más precisamente en la decisión que tome el gobierno nacional respecto de la prórroga de la alícuota provisoria del 9,5% más allá de fines de junio, o la vuelta al nivel de 12%.
Proyectan un aumento en la siembra de maíz 2025/26
Las primeras proyecciones de la próxima campaña dan cuenta de un mercado global "sano y dinámico". En el plano interno, el foco está puesto en la decisión del gobierno por las retenciones a la exportación. Lo que se dijo en Maizar 2025
Las primeras proyecciones para el maíz 2025/26 muestran una suba del área sembrada.
Sobre esto hablaron Gustavo López, titular de Agritrend, y Ramiro Costa, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el panel “Rentabilidad del maíz y del sorgo, y su impacto en la cadena” en el Congreso Maizar 2025.
Con el ciclo 2024/25 casi terminado, en el plano internacional, López se apoyó en las recientes proyecciones sobre oferta y demanda mundial que publicó el USDA. Allí se ve que “hay una recuperación importante de la producción mundial, a 1.265 millones de toneladas, que refleja la apuesta clara que hay en Estados Unidos por esta forrajera”. Brasil aparece estabilizado, al igual que la Argentina, cuya cosecha se estima en 53 millones de toneladas para la próxima campaña. A la par, el consumo también crece a ritmo sostenido, hasta 1.274 millones de toneladas. “La relación stock consumo es de 7,5%, más ajustada que hace cuatro años”, explicó López.
Estimación de siembra
Con “expectativas relativamente buenas” en el panorama mundial, el área sembrada crecería 400.000 hectáreas en la Argentina para la campaña 2025/26, con una producción de 53 millones de toneladas y una exportación de 37 millones de toneladas. El analista destacó que el esquema de retenciones establecido temporalmente por el gobierno le otorga un spread favorable respecto de la soja del 16,5%. “Todos esperamos que haya una extensión del actual nivel, como la hubo ya para el trigo”, aseguró López. En el caso de que no fuera así, “habría un problema en los márgenes del productor”, dijo.
Por el momento, sigue vigente el decreto según el cual la rebaja de retenciones del 12% al 9,5% termina el 30 de junio, salvo para los cereales de invierno (a los que se les extendió el “beneficio” hasta marzo de 2026). No obstante, el analista indicó que, con un precio promedio cercano a los u$s 182 por tonelada, el mercado “infiere que se mantiene el actual nivel de DEX”.
Expectativas por las retenciones
Ramiro Costa, de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, consideró en igual sentido la señal que dio el gobierno con el trigo. “Algunos derechos de exportación comienzan a moverse y hay expectativas sobre lo que pasará con el maíz; de hecho, los precios reflejan una apuesta fuerte del mercado a que no se volverá al nivel anterior”, indicó.
Costa recordó que el maíz viene de campañas complejas. En 2022 fue golpeado por la sequía, sin embargo, la producción se redujo menos que la de la soja; al año siguiente le pegó la chicharrita, que influyó para que la campaña 2024 sufriera una reducción del área de siembra tardía, pero el cultivo logró defenderse por una migración hacia maíces tempranos.
Sin embargo, la producción prácticamente no creció en los últimos diez años. Esto es porque “el sistema opera con márgenes ajustados y los paquetes tecnológicos que tienden a retraerse. La rentabilidad podría mejorar significativamente si se redujeran las retenciones y se revirtiera el deterioro tecnológico”.
Proyecciones de fondo
El economista de la Bolsa de Cereales presentó estimaciones de rindes potenciales por región con la firma Yiel Data y el uso de inteligencia artificial. Concluyó que, con tecnologías conocidas y disponibles, se podrían generalizar rindes de 9.000 kilos por hectárea y alcanzar en pocos años una producción de 64 millones de toneladas.
En ese sentido, combinó las proyecciones productivas con distintos escenarios de modificación de los derechos de exportación. El más extremo parte de una eliminación para el maíz y una suba para el resto de los cultivos al nivel previo al decreto que redujo los DEX. “En este escenario, en dos años se pueden aumentar en u$s 2.400 millones las exportaciones, hasta u$s 9.488 millones, incluyendo u$s 300 millones correspondientes al sorgo.
Pero, además, con esta máquina funcionando a pleno, el producto bruto maicero crecería u$s 2.291 millones, hasta alcanzar u$s 20.589 millones, y se sumarían 28.600 puestos de trabajo en la cadena. Todo a un costo fiscal equivalente al 0,11% del PBI.
“El mundo va a crecer en demanda, con mejores decisiones políticas se puede aumentar sustancialmente la producción para abastecerla”, subrayó Costa.
Las perspectivas para el sorgo
Respecto de las perspectivas para el sorgo, López estimó que el área sembrada en el próximo ciclo será de 1,1 millón de hectáreas, apenas por encima de la campaña 2024/25, en la que se implantaron un millón y se están cosechando a 3,2 millones de toneladas, según las estimaciones de la Secretaría de Agricultura.
Las exportaciones proyectadas para el actual ciclo son de 1,7 millones de toneladas, un 34% más que en el anterior. “La exportación va creciendo, anclada en la demanda de China, que se lleva casi la totalidad del grano local”, explicó el titular de Agritrend.
El Consejo Internacional de Granos estimó que en el ciclo 2025/26 prácticamente la totalidad de las importaciones de China provendrían de Argentina, Australia y Brasil. Un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas podría generar una mayor demanda de sorgo argentino.
En ese sentido, López señaló, para apuntalar el optimismo del sector, que “en el ciclo 2025/26 el gigante asiático podría duplicar su nivel de importación de sorgo.