A pesar del tiempo, Santa Fe sigue siendo una de las pocas provincias del país que no aprobó un plan para el reciclado y transformación de los residuos generados por el descarte de los envases de agroquímicos.
Campo no tan limpio: Santa Fe demora la aplicación de políticas para reciclar envases
Se trata de 2 millones 700 mil kilos de plásticos anuales, que van a parar a manos de recicladores informales y terminan en bolsitas plásticas, cucharitas, juguetes y otros elementos que vuelven a la sociedad como elementos contaminantes sin que nadie se de cuenta.
Es más, hay organizaciones que denunciaron que en la zona de Rufino, se elaboran luncheras y conservadoras de plásticos (heladeritas) que salen al mercado a valores más económicos porque no aprueban las normativas ambientales.
El dato, que no es menor, empieza a generar impaciencia en todo el sector agropecuario santafesino, que entiende que la responsabilidad extendida les terminará pegando a ellos, cuando el problema se visibilice de manera más contundente.
Esta semana, la organización Campo Limpio reconoció que aún hay provincias de demoran la puesta en funcionamiento del sistema de reciclado y destino final de los envases, según indica la ley. Es decir, a grandes rasgos estos envases considerados peligrosos, deben ser tratados de forma especial y solo pueden transformarse (previo a todo un circuito controlado) en durmientes, varillas, postes plásticos y tejas, entre otros.
Por ahora, este Sistema Nacional de Gestión Ambiental contiene a 108 empresas en 16 provincias del país, que aportan más de 10 millones de dólares para sostener la actividad y los centros de almacenamiento transitorios de envases previos al reciclado.
“Faltan incorporarse Santiago del Estero, Chubut, San Juan, Formosa, Tierra del Fuego y Santa Fe. Lo preocupante de esta última, pasa porque estamos hablando de una de las provincias agropecuarias más importantes del país, que genera una magnitud de residuos innumerable y requiere la instalación de 16 centros de reciclado, con plantas de depósito de 200 metros cuadrados y una inversión del sector privado de 450 millones de pesos”, agregó Juan Manuel Medina, gerente de Relaciones Institucionales de Campo Limpio.
“Aún no podemos actuar en esta provincia, porque falta la reglamentación de la ley de envases que fue modificada, dejando de lado el criterio de residuos peligrosos y denominándolos mercancía peligrosa. Esto determina una forma distinta en su reutilización y manejo. Es una observación importante que se relaciona con el triple lavado y otros cuidados”, remarcó Medina.
Por ahora, la preocupación sobre Santa Fe es el retraso, ya que más allá de la demora en la reglamentación de la ley, los pasos posteriores demandan cierto tiempo ya que hay que designar zonas geográficas estratégicas y otros aspectos ambientales. Todo lo pagan las empresas del sector agropecuario, el gobierno solo supervisa y controla.
Números oficiales sobre los residuos
Los datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina indican que hay unos 20 millones de recipientes de agroquímicos vacíos que desecha el campo que generan alta toxicidad. La cantidad de residuos alcanza entre las 15.000 y 17.000 toneladas
De acuerdo al organismo público, de 4.000 toneladas de envases con agroquímicos que se generaron en 2021 en la provincia de Buenas Aires, solo fueron recuperados 1.700 toneladas de envases vacíos.
Los datos elaborados por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) señalan que los envases de agroquímicos usados forman parte del 90% de los residuos peligrosos sin un tratamiento adecuado en el país.
“Si bien la ley 27.279 impone un régimen de gestión diferenciada para la protección ambiental, aún hay un largo camino por recorrer, asumir la responsabilidad compartida de los actores de la cadena para cambiar los hábitos de las personas en el cuidado del medio ambiente e incorporar nuevos comportamientos”, dijo Juan Manuel Medina, de Campo Limpio.