La ciencia y la innovación deben jugar un papel central para construir sistemas alimentarios más sostenibles en lo económico, social y ambiental en la pospandemia de Covid-19, indicaron expertos en la previa de la cumbre de sistemas alimentarios.
Debate previo a la cumbre de sistemas alimentarios
Es necesario intercambiar conocimientos y experiencias, y asegurar la participación de todos los sectores de la producción y el conocimiento para mejorar la producción de alimentos y reducir sus riesgos.
Los expertos llamaron a conformar un acuerdo público-privado para canalizar inversiones adecuadas para un mayor desarrollo de los sistemas de ciencia y la tecnología, generando impactos positivos en materia de productividad, ingresos y medio ambiente.
“En América coexisten países grandes con pequeños, grandes productores y exportadores de alimentos con importadores, geografías tropicales con climas templados, por lo que en cualquier escenario estamos llamados como región a cumplir un papel estratégico en la discusión del futuro de la producción de alimentos”, dijo el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), Manuel Otero.
Tras repasar los avances de los últimos 30 años en la sostenibilidad de la agricultura en el continente, a partir de la incorporación de la biotecnología, la agricultura conservacionista con métodos como la siembra directa y la transición hacia sistemas agrosilvopastoriles, Otero resaltó la importancia de contar con reglas que favorezcan un comercio internacional abierto, transparente y previsible, para promover la liberalización agrícola y reducir las restricciones arancelarias y no arancelarias.
Por su parte, Joachim von Braun, de la Universidad de Bonn, Alemania, consideró que “la sostenibilidad de los sistemas alimentarios requieren inversiones del sector público y del privado de gran escala en ciencia y en tecnología, que van a traer beneficios tanto a las personas, porque van a mejorar la productividad, como al planeta, ya que van a restaurar el bienestar de los ecosistemas”.
Louise Fresco, de la Universidad de Wageningen, Países Bajos, habló del gran potencial que tienen la agrociencia, la biociencia y la innovación digital para aumentar la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios.
Elizabeth Hodson de Jaramillo, profesora emérita de la Escuela de Ciencias de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, se mostró convencida de que la ciencia y la tecnología contribuirán a la transformación de los sistemas agroalimentarios, mejorando la productividad, favoreciendo el cuidado de la salud y la regeneración de la naturaleza.