La industria aceitera, que logró consolidarse en Argentina desde finales del siglo pasado hasta hoy, aparece en la actualidad como uno de los pilares fundamentales del aparato productivo nacional. Ocupa el tercer lugar en términos de volumen en exportaciones agroindustriales a nivel mundial, aunque en productos derivados del procesamiento de oleaginosas se ubica en el puesto número uno. Para harina y aceite de soja hace tiempo que consolidó su posición de liderazgo. Para el caso de las harinas y aceites de girasol, se encuentra en el tercer lugar del podio.
El Gran Rosario se afirma como la capital del aceite
La industrialización de oleaginosas, principalmente de soja, permitió que en las últimas décadas nuestro país deje de ser fundamentalmente un exportador de bienes primarios para convertirse en un referente mundial en la comercialización de manufacturas de origen agropecuario (MOA). En efecto, tan sólo las exportaciones de harina (y pellets) y aceite de soja explicaron aproximadamente u$s 2 de cada u$s 10 que ingresaron al país en concepto de exportaciones en 2020, totalizando ventas al exterior por u$s 11.700 millones en dicho año. El sector oleaginoso en su conjunto, incluyendo el girasol y el maní, explican aproximadamente un tercio del saldo exportable nacional, con u$s 16.730 millones.
Argentina cuenta en la actualidad con 344 plantas industriales aceiteras según información de Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (Ruca), considerando tanto plantas de extracción por solventes (15) como las que utilizan el método de prensado-extrusado (329).
Tomando las plantas con mayor capacidad de procesamiento y cuya información se encuentra disponible, de acuerdo con datos relevados desde la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa y datos provistos por la Corredora-Broker J.J. Hinrichsen S.A, nuestro país cuenta con una capacidad instalada total (plantas activas e inactivas) para procesar diariamente 213.600 toneladas de semillas oleaginosas, lo que corresponde a casi 70,5 millones de toneladas anuales, superando con creces la producción total de los principales cultivos de oleaginosas en el país (soja, girasol, canola, entre otras).
Si tan solo contabilizamos las plantas activas, la capacidad de crushing nacional se encuentra en 207.870 toneladas diarias, unas 68,6 millones de toneladas anuales, en base a un ciclo operativo de 330 días al año.
Las plantas de industrialización de oleaginosas en nuestro país se hallan fuertemente concentradas en el área del Gran Rosario. Esto se debe tanto a factores naturales, como a inversiones humanas. Un elemento de gran relevancia es la cercanía de la producción a esta zona; aproximadamente el 64% de la producción de soja de Argentina, el principal cultivo industrializado localmente, se encuentra dentro de un radio de 300 km de las fábricas portuarias del Gran Rosario.
A su vez, los beneficios topográficos que presenta la vera barrancosa del Rio Paraná por estas latitudes para la carga a granel de las embarcaciones, y las tareas de profundización del canal navegable que permitió comenzar a cargar buques de mayor calado, terminó de configurar un ambiente por demás propicio para la instalación de estas mega-factorías. La cantidad de fábricas instaladas y la capacidad de procesamiento de oleaginosas que existe concentrada en un área de estas dimensiones hace del Gran Rosario el complejo industrial oleaginoso más importante a nivel mundial.
En la zona de influencia del Gran Rosario se encuentran localizadas 20 fábricas procesadoras de soja y girasol, 12 de las cuales cuentan con instalaciones portuarias para el despacho de productos derivados de su industrialización. Estas plantas cuentan con capacidades de procesamiento realmente disimiles, que van desde las 500 toneladas por día en las plantas más pequeñas, hasta un máximo de 33.000 toneladas diarias en las más grandes.
Asimismo, no todas las plantas generan un producto destinado a los mercados de exportación, con las plantas más pequeñas y mediterráneas enfocadas principalmente a abastecer el mercado interno. El 85% de la capacidad de molienda e industrialización de esta área se encuentra en plantas con puerto anexo sobre el Río Paraná, y solo el 15% se encuentra en plantas exclusivamente procesadoras; lo que da cuenta del fuerte perfil exportador de la actividad en la zona.
Según nuestro último relevamiento a puertos, terminales y fábricas de la zona, las 20 fábricas aceiteras del Gran Rosario y su zona de influencia, concentran una impresionante capacidad de molienda de 165.800 toneladas diarias de oleaginosas, operando al tope de su capacidad.
La planta de mayor capacidad diaria de procesamiento de oleaginosas es la de Renova en Timbúes: cuenta con una capacidad diaria de procesamiento de oleaginosas cercana a las 33 mil toneladas diarias, siendo la más importante del país. La sigue la planta Terminal 6., propiedad de Bunge Argentina y de Aceitera General Deheza, en la localidad de San Martín, con una capacidad de procesamiento de 20.000 toneladas al día. Esta misma capacidad teórica de crushing informó la planta de la empresa Molinos Agro en San Lorenzo. Por detrás, el complejo de Cargill en Villa Gobernador Gálvez cuenta con capacidad de industrializar 13.000 toneladas de soja al día. La sigue de cerca Louis Dreyfus en General Lagos, pudiendo procesar 12.000 toneladas diarias de oleaginosas.